Smile Krittin es la única niña en el equipo infantil de fútbol, del cual, Pavel es el entrenador. Pooh es un joven padre torpe y tímido, Pavel es divertido y todo lo que Pooh no sabía que necesitaba.
－¡Entrenador Pavel, creo que mi papi se ha olvida...
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Las gotas de lluvia golpean con fuerza los ventanales en la casa de Pooh, afuera una gran tormenta parece estar formándose pero a Smile parece no importarle.
Camina a paso apresurado hasta el sofá, subiéndose con cuidado. A su lado, el móvil de su padre se encuentra y con su pequeña mano sujeta el teléfono de casa.
Pooh se encontraba en su habitación durmiendo la siesta, y Smile se había quedado en la sala viendo Tiana y el sapo. Moviendo las piernas con algo de nerviosismo, Smile comienza a teclear el número que se encontraba en la pantalla del móvil de su padre.
ㅡ¿Si?ㅡLa voz de Pavel suena rápidamente en la otra línea, haciendo sonreír a la pequeña.
ㅡHola, entrenador Pavel.
ㅡSmile, holaㅡEl castaño suena un tanto desconcertadoㅡ¿Como tienes mi número?
ㅡLo he mirado del móvil de papá sin que se diera cuenta.
Pavel frunce el ceño al escucharla, un tanto confuso.
ㅡ¿Está todo bien?
Smile suspira y niega, a pesar de que el castaño no puede verla.
ㅡCreo que no.
ㅡ¿Que ocurre?ㅡPavel pregunta un tanto preocupado.
ㅡPapá está muy triste.
Aquellas palabras son como un balde de agua fría sobre Pavel, quien suspira al escuchar a la pequeña.
ㅡSmile...
ㅡTío Pon me ha dicho que los adultos también se asustan, y a veces mi papá tiene miedo. Como cuando yo tenia pesadillas y papá me construyo un fuerte contra los malos sueños.
Pavel aprieta los labios, sintiendo una presión en su pecho.
ㅡY sé que si mi papá se entera de que te he llamado se va a enfadar conmigo, pero no me gusta que esté triste. Y bueno, tú también parecías triste ayer antes de irte y siempre parecéis felices cuando estáis juntos así que he pensado que si tal vez vienes a verlo los dos os pongáis contentos, ¿Sabes? Pero no tienes porque hacerlo, tan solo...
Smile realmente suena preocupada, triste. Y Pavel piensa que ninguna niña de siete años debería estar triste por su culpa, mucho menos ella.
ㅡAmor, estaré allí en quince minutosㅡEs todo lo que dice con cariño, levantándose de su sofá.
ㅡ¡Gracias Pavel!
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