una recompensa

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—¿Tenía que hacerlo?

Y es que fue demasiado descarado de su parte, le bastaba para perturbar su noche, sabía que por más que quisiera olvidar su pregunta iba a girar en su cabeza durante todo lo que restaba del día.
Solo lo miró unos segundos antes de dejarlo contestar, prefirió evitar la respuesta y mantenerla en la nada misma para luego tratarlo, lo que menos quería en ese momento era provocar un enfrentamiento sin sentido ¿Por qué se comportaba así de repente? Si fue el que accedió a ayudarle para encontrar a esa persona a la que estaba buscando, por más que se forzaba a entender lo que se perdió era inevitable no frustrarse.
Además ¿Qué era esa expresión? como si le hubiese generado los peores sentimientos del mundo, eso le causó aún más ganas de pensar a profundidad lo que acababa de ocurrir hace unos minutos atrás.

—Estas muy callada — bajó el sonido de la música que venían escuchando hace ya un rato — ¿Pasó algo con Gian?

Se le había olvidado completamente que no podía estar a solas con sus pensamientos, y menos dar a notar su personalidad callada en un primer encuentro a solas, todo era culpa de ese libriano egocéntrico.

—No para nada, perdóname a veces me disperso un poco — se reacomodo en el asiento del auto, tomó una bocanada de aire y le regaló una sonrisa merecedora por aguantar tanto tiempo en silencio — Creo que se sorprendió solamente, bueno casi todos los que nos vieron juntos.

—Si yo también lo noté, no sabía como explicar porqué todavía no me había ido a casa, es más me cuestione hacerlo tan público

—A mi no me molestó, solo que se que me esperan muchos mensajes que contestar cuando agarre el celu

Estaba de más mencionar que anteriormente lo había silenciado, contestar mensajes en esta postura iba a jugar en su contra y sus motivos para el encuentro a solas.

—Igual me sorprendió que hayas querido salir conmigo, no se me había pasado por la cabeza esta dupla

A ella tampoco antes se le me habría cruzado, si tenía en claro que Manu físicamente era todo lo que estaba bien sin embargo faltaba algo para que ella pudiera sentir esa chispa restante, de igual manera no iba a apresurar sentimientos dónde aún no habían nacido, ni siquiera podía confirmar si era el sujeto al que buscaba, el de sus sueños y aquel que Mónica le mencionó, era imposible no pensar que también era un grave error, la relación daba muchas expectativas y abría las puertas a imaginar futuros inciertos.

—Hace no mucho soy parte de luzu, no me pareció malo conocer más a mis compañeros, además la única vez que nos vemos es cuando termina tu programa.
En cierto punto tenía razón.
Igualmente había un motivo más del que no tenía confianza tocar, seguramente le tacharía de loca si le mencionaba tarot y destino en una sola frase.

—Me gustó igual, que hayas tomado la iniciativa — terminó de apagar el sonido de la radio por completo — Ya estamos en el lugar, sigamos hablando mientras caminamos.

Camila asintió y salió del auto.
Él estacionó a unas pocas cuadras del lugar, estaba ansiosa por imaginar que alguien los reconozca y se divulgue una relación ficticia, ya tenía suficiente con el que lidiaba constantemente en redes sociales, eso no la limitó a imaginarse en diferentes situaciones y presenciar a los fans del giamila totalmente en contra por repentino encuentro, aunque además de mirarle el lado gracioso estaba ese lado preocupado por el verdadero qué pasaría si se volviese real, de solo ponerlo en su cabeza la piel se le erizaba por completo.
Siguieron hablando con completa normalidad, hasta ahora no hubo ningún momento de silencio incómodo lo cuál era su peor miedo, se llevaban bastante bien y los chistes eran acertados, la noche estaba siendo divertida, se le pasó por completo pensar en terceros y en dar explicaciones a distintos grupos de amigos aunque al final del día sabía que tenía que darlos.
Algo que le llamó la atención fue cuantas personas conocían a Manu, en especial del sexo femenino, de vez en cuando cada veinte minutos se acercaba alguien nuevo a saludar y dedicarle a ella solo una mirada feroz, eso marcaba que no era su primera vez en ese lugar acompañado, en mesas lejanas también reconoció muchas caras, la mayoría en el ámbito de creadores de contenido, ya terminaba de completar su idea de dónde estaban cenando, nada donde alguien pudiese tomar el celular y sacarles una foto desprevenidos, de cierta forma eso la alivió.

romance entre amigos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora