En la blanca cima

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El ruido de los caballos y el sonido del carro que estos acompañaban se aproximaba a la ciudad de hav, una importante ciudad también fronterizas al igual que arrakis. Estos llegaron a la puerta de la ciudad, mientras que miraban un largo camino de carros.

Izuku: me repites una vez más todo?

Duque: si, mira es el cumpleaños de mayoría de edad de la 1ra hija de el duque. Nos invito por eso y por que tenemos buena relación, aunque yo he venido con ka intención de hablar sobre otra cosa y proponer que ambos apoyemos tu territorio que se encuentra justo en la frontera de nuestros territorios.

Izuku: que no soy parte de arrakis?

Duque: obvio no, ese territorio fue entregado a nuestra casa pero como antes pertenecía a la casa real, quedando en el medio de had y midori. En fin, el caso es que ellos te tienen que aceptar por que ka mitad de tu territorio originalmente era suya.

Izuku: esto de la diplomacia no se me da muy bien.

Duque: de nota, no sacaste ese lado de tu madre.

Izuku: mi madre?

Duque: creo que ni hablo mucho contigo tu madre

Izuku: si... (claro que no, en mi anterior vida me odiabas y me mandaste matar. Te he evitado todo lo posible) 

Duque: cuando la conocí en los barrios mientras paseaba me ayudó a resolver un gran dilema. Ves esto?

Izuku miró un anillo con el símbolo de la casa mientras que su padre sonreía y lo veía.

Duque: el símbolo de la casa, ese día me había vuelto amo y señor de todo... mi padre me entregó esto. Obvio habían personas que me querían y otras que no. Tu hermana acababa de nacer y yo no me sentía preparado para nada.

Visite aquellos barrios con la esperanza de perderme en el alcohol y olvidar un poco... en un burdel la camarera y yo comenzamos a hablar, copas y copas mientras yo me perdía... hasta que en dado punto ella me detuvo, la mire y su pelo blanco era hermoso... sus ojos azules casi parecían ser de una princesa.

No se si fue amor a primera vista pero ella, me escucho toda la noche y pareció no importarle lo más mínimo, aun con mi posición ella me envió a casa y me dijo que me cuidara... me sentí bien y comencé a visitarla, poco a poco dejaba la bebida y también la escuchaba, no se trataba solo de mi...

Nos acercamos y paso lo que tenía que pasar, no lo dude más y le pedí fuera mi concubina, ella acepto y ahora no era solo una camarera que me ayudara con mis problemas... nadie ka acepto y comenzó a trabajar desde lo más bajo, una sirvienta y poco a poco tu abuelo le vio el valor y la hizo mi ayudante de finanzas... la madre de tu hermana no lo tomo bien y pidió por todos los medios que ella fuera retirada de ese cargo por ser un un linaje común.

A nadie le importo hasta que la casa real intervino, tu madre fue relegada a estar encerrada en su habitación, cuando la veía me pedía casi llorando que la dejara verte... Al nacer te separaron de ella y casi no la dejaban verte. Es por eso que quizá no tienes recuerdos con ella.

Duque: pero... ella me dio un gran tesoro, siempre me pidió que confiara en ti, que tu aunque fueras el más débil y todos te despreciaron serias como ella, te alzarias en lo más alto... El la blanca cima como su cabello.

El miró a izuku mientras que de sus ojos salían lágrimas... nunca escucho una sola palabra de su madre hasta ahora y no sabía el por qué pero su corazón de sentía acelerado y feliz.

𝔽𝕣í𝕠 𝕔𝕠𝕞𝕠 𝕖𝕝 𝕒𝕔𝕖𝕣𝕠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora