━━━━ 𝗧𝗥𝗘𝗔𝗖𝗛𝗘𝗥𝗢𝗨𝗦. ❛ Esta cuesta es traicionera, este camino es arriesgado... Y me gusta. no puedo decidir si es una elección, esto me dejará desconcertada. Escuché el sonido de mi propia voz pidiéndote que te quedaras. Y no somos más que...
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Invierno del 2029 Salt Lake City.
La luna adornaba el cielo oscuro, lo que significaba una cosa para Erin: su padre llegaría pronto.
Todas las noches lo esperaba con ansias. No le importaba quedarse dormida en el sofá como intento de no conciliar el sueño. Catalogaba su hora feliz cuando él tocaba la puerta y la recibía con los brazos abiertos, junto a una amplia sonrisa que irradiaba un gran amor paternal.
Además, le había prometido un regalo por su décimo cumpleaños y gracias a eso se encontraba sumamente emocionada. Asimismo, en cada aniversario, su madre solía relatarle que, antes de que estallara el brote por el Cordyceps, celebraban a la gente con reuniones donde podías comer tu pastel preferido y recibir muchísimos obsequios por parte de amigos o familiares. En consecuencia a ello, la menor terminaba siendo presa de pensamientos ficticios; un lugar donde no existía tal epidemia.
Afortunadamente, nunca tuvo la oportunidad de estar cara a cara con los infectados, gracias a que su vivienda se encontraba dentro de las instalaciones de FEDRA. Su progenitor servía como militar durante la mayor parte del día, por tanto, eran beneficiarias del labor.
— ¿Y cómo conociste a papá? —preguntó la dulce niña, mirando con entusiasmo a quién le dio la vida.
Emma se avergonzó efímeramente por esa cuestión. Soltó una sinfonía risueña, rememorando aquel encuentro con el susodicho. Durante un par de segundos, permaneció en silencio, tratando de buscar las palabras correctas para que su hija pudiese entender.
— Bueno, cariño. —inhaló profundamente antes de iniciar—. Después de llegar aquí, me asignaron en la sección médica, por mi conocimiento básico. Normalmente, atendía heridas no tan graves y proporcionaba antibióticos a los pacientes. Él sólo asistió una vez, necesitaba una sutura y yo era la única que se encontraba disponible para ayudarlo. Estaba muy nerviosa, no podía ocultarlo. Jamás había hecho eso y al parecer tu padre lo notó. Me sorprendía que se veía más relajado que yo. —carcajeó sutilmente, puesto que, si estuviese en su lugar, no permitiría que alguien inexperto la cosiera. Erin sólo la imitó, independientemente de no entender el motivo de dichas risas—. Supuse que su vida dependía de mí y entonces me concentré. Las manos me temblaban y para calmarme empezó a bromear, pero lo tuve que silenciar debido a que me distraía. —apretó sus labios y lentamente una sonrisa se plasmó en su rostro.
Antes de que pudiera siquiera concluir esa narrativa romántica, fue abruptamente interrumpida por gritos ajenos que derrochaban dolor, entremezclados con sonidos de disparos. Esta situación drástica las alarmó de inmediato, provocando que la mayor escudriñara rápidamente su entorno en busca de algún objeto que pudiera utilizar para defenderse en caso de ser necesario.
