04⃢

8 2 0
                                    


Hyunjin no tenía vida social, y las pocas veces que salía era para ayudar a su madre con las compras, justo como ahora mismo, ya que se encontraba de pie frente a un estante de productos lacteos.

---Veamos... ---observó cuidadosamente---. ¡Ajá!, es esta ---dijo agarrando un cartón de leche de almendras, depositándolo luego en el carrito.

Revisó nuevamente la lista donde estaba escrito todo lo que se debía comprar. Tuvo dificultades para leer algunas letras, por lo que se giró para preguntar a su madre pero esta ya no estaba por allí.

---¿A dónde se fue?

---¿Quién? ---dijo una voz conocida, lo que hizo que Hyunjin volteara a ver hacia el lado contrario. Era él... otra vez. Sonrió y le quitó el trozo de papel al pelinegro de las manos. Hwang lo miraba atónito.

---Atún... en aceite, eso dice. Está por allá ---señaló a la par que le devolvía la hoja.

---Gra-gracias ---habló, ese chico lo hacía tartamudear mucho.

---¡Minho! ---Hyunjin vio a una linda muchacha acercarse y tomar el brazo del castaño---. Ya tengo lo que necesito. Oh, hola ---dijo una vez que se percató de la presencia del otro---. ¿Tú quién eres?

---Lia, Hyunjin. Hyunjin, ella es Lia ---presentó Lee a ambos.

---Encantada de conocerte ---dijo mostrando una sonrisa.

---Igual ---respondió el más alto, con la diferencia de que este tenía una expresión bastante seria, cosa que extrañó a la rubia pues pensó que tal vez le había caido mal al pelinegro.

---Bueno, ya nos tenemos que ir. Adiós ---se despidió tratando de llevarse a Minho pero este último lo impidió.

---Espera Lia. Oye Hyunjin ---lo llamó por su nombre.

---¿Sí? ---esperó intrigado por sus siguientes palabras.

---Debo de hablar contigo ---dijo volviendo a estar cerca de él.

En ese instante apareció la madre del antes mencionado, sorprendida de encontrar a su hijo con dos jovencitos más. Era la primera vez que lo veía interactuando con personas de su edad.

---¿Son tus amigos? ---preguntó ilusionada la mujer.

---No mamá, solo son... ---comenzó a responder pero entonces fue interrumpido por Lee.

---Sí, soy su amigo. Mi nombre es Minho, nos conocemos del instituto.

---¡Ah, que bien! ---dijo la mayor mirando feliz a Hwang mientras este solo negaba con la cabeza---. Me pone tan contenta que mi Jinnie haya hecho amistades, el es un poco complicado para relacionarse.

---Madre, basta con eso por favor ---le dijo al oído---. Ellos ya se iban, ¿verdad? ---Hyunjin miró al castaño y este entendió que ya no quería su presencia en el lugar.

---Claro. Fue un placer conocerla señora, tenga un lindo día.

---Hasta luego ---intervino Lia y ahora sí, por fin se marcharon.

---¿Por qué no me hablaste de él?, parece un buen chico.

---¿Podemos seguir? ---mencionó poniendo ambas manos en el carrito.

La mujer suspiró, sabía que no iba a poder mantener esa clase de conversación con su hijo, así que se dio por vencida e hizo caso a lo de continuar con las compras.

Hyunjin agradeció desde dentro que su madre no hablara en lo que terminaban de llenar el carro con los alimentos faltantes. Minho estaba loco, loquísimo. ¿Amigos?, no, por supuesto que no, quizá conocidos. Lo más raro del caso era el encontrárselo simpre de "casualidad". Primero en el autobús, luego en la azotea y ahora en el super mercado. Tantas tiendas en la ciudad para venir a parar en la misma, el destino tenía que estar obrando para hacerlos coincidir tan seguido. Además, está ese asunto de la pintura, lo cual lo hace dudar aún más de sus creencias previamente establecidas. ¿Será verdad eso de que cada quien, desde que nace, tiene su historia escrita?, ¿acaso está escrito que su camino y el de Minho se crucen? Ya le tocó salvarlo de la muerte, ¿que vendrá después?

═════════•°•⚠️•°•═════════

---Una bolsa de papas, pensé que no te gustaban esas porquerías.

---Son para mi hermanito, y sí me gustan, lo que pasa es que no las como muy seguido porque no son buenas para la salud.

---Lo que sabe mejor resulta ser lo más dañino. Que injusto, ¿no?

---Ese chico... es raro ---dijo Lia mientras lo recordaba.

---¿Hyunjin? ---la rubia asintió y Minho se puso pensativo---. Raro no, es especial...

---¿Mmh?

---Mira, ahí viene un taxi ---el castaño hizo señas al vehículo para que se detuviera.

---Lamento lo de hoy, ya sabes, Seungmin y los demás.

---No tienes la culpa, Lia. Deja de hablar como si fueras la responsable.

---¡Es que no se que les pasa! ---dijo molesta---. Se han vuelto una bola de pesados insoportables.

---Ya, olvidálo. Me avisas cuando llegues a casa, ¿ok?

Lia besó la mejilla del castaño como despidada. No era un secreto para nadie que esta estaba enamorada de Minho, sin ebargo, no se atrevía a confesarle sus sentimientos al chico por miedo. Lee deseaba que en algún momento la fémina dejara de sentir cosas por él, pues tenía clarísimo que nunca la vería de otra forma y no quería romperle el corazón.

Luego de que la más bajita se fuera, Minho le marcó a su padre para que lo recogiera. No quería hacerlo, pero no tenía dinero para tomar un taxti como Lia y tampoco quizo pedírselo a esta última por vergüenza aún sabiendo que se lo daría sin pensarlo dos veces. Pronto lo vio llegar, así que con mala cara se subió al auto mientras esperaba de brazos cruzados a que lo volviera a arrancar.

---Hay un restaurante por aquí cerca--- Minho giró su cabeza para prestarle atención---.  He pensado que podríamos almorzar juntos.

---Lo que sea ---dijo para luego regresar su vista al frente.

---¿Es un sí?

---Solo porque tengo hambre.

Estaba claro que lo del restaurante era una excusa para volver a tener aquella conversación sobre ir al psicólogo y todo el bla bla bla restante. Siendo un sitio público y callado, el señor Lee ha de pensar que Minho va a comportarse como es debido, facilitándole hablar mejor las cosas con él. Y estaba en lo correcto, pues el menor tenía modales y no se veía armando un escándalo delante de todo el mundo.

---¿Cómo la pasaste? ---preguntó antes de comenzar con la verdadera plática seria.

---Mal ---respondió Minho mientras ocultaba su rostro detrás de la carta.

---Ok...  ¿Ya decidiste que vas a pedir?

---Anda papá, suéltalo. No hace falta que disimules con esa falsa amabilidad.

---No estoy siendo falso.

---Bueno, ¡habla!

---No quiero que algo parecido a lo que sucedió esta mañana vuelva a repetirse.

---¿El qué?, ¿la parte en la que casi me rompes la cara? ---el señor Lee suspiró, debía mantener la compostura.

---Sí, y me disculpo por eso. Precisamente no deseo que volvamos a llegar hasta ese punto, por lo que tendrás que poner de tu parte aceptando ir a consulta.

---Sabía que era ahí a donde querías llegar ---mencionó sonriendo y jugando con el tenedor sobre la mesa.

---Ver a la psicóloga te hará bien.

---¡¿Qué sabes tú de lo que es bueno para mí?! ---hablando bajo e inclinando su cuerpo hacia delante lo encaró de frente.

---¡Te cortas los brazos, Minho!, tienes trastornos y estás mal de la cabeza ---la discusión se vio interrumpida por la llegada repentina del mesero, a lo que Minho retomó su posición de antes.

---Disculpen caballeros, ¿están listos para pedir su orden?

---Bistec ---respondió a secas Minho, mirando con toda la rabia del mundo a su padre---, de cordero.

Vous avez atteint le dernier des chapitres publiés.

⏰ Dernière mise à jour : 3 days ago ⏰

Ajoutez cette histoire à votre Bibliothèque pour être informé des nouveaux chapitres !

𝐂𝐢𝐭𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐮𝐧 𝐒𝐮𝐢𝐜🆇𝐝𝐢𝐨!!🩸_HyunhoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant