Entre el infierno y el cielo

10 2 0
                                    

Punto de Rayshift: Alguna zona de Argentina, aproximación a las fronteras con Chile.

Día y hora: 16 de agosto, 05:00 am.

El Master junto a sus acompañantes, Servant Assassin Osakabehime, servant Caster Helena Blavatsky, Servants Caster Merlin y Servant Beast Draco.

Todos ellos estaban en medio de un callejón sin salida, observando a los lados... Pero todo lucia normal, extrañamente normal.

En eso oyeron algo detrás de ellos- Eh Gil, ¿Tene hora?- El grupo Seiba a girar, pero en ese momento Osakabehime y Merlin solo tomaron al master de su camisa, jalandolo hacia atrás mientras Merlin con su baston lo ataco apuntando a su punto debil, los huevos.

-¡Master es hora de correr!- en eso Osakabehime cargando a Ritsuka salió corriendo junto a Merlin. Draco y Helena los miraron confundidas hasta escuchar sonidos de pisadas.

-¡¿Cómo le pudieron hacer esto al Dieguito, soretes hijos de puta?!- las servants observaron hacia atrás a un grupo de hombres con trapos rotos llevando pistolas y cuchillos... Aunque había algo raro ahí, en primer lugar ¿De donde sacaron eso? y en segundo lugar ¿Porque lucen como armamento sumamente avanzado?.

Draco no dió con la respuesta, Pero Blavatsky quien normalmente controlaba a Tesla y Edison comprendió... Edison seguramente estaba en Argentina... Y siguiendo las leyes y conocimientos de su país de origen, seguramente lleno este lugar de armas, armas muy avanzadas para cualquier mente común.

-Draco, debemos correr- la servant observó a la Caster- No estoy segura del todo, pero algo me dice que ese armamento podría matar a un espíritu heroico- Ella asíntio y ambas corrieron con Master.

-¡¿Mal paridos soretes hijos de puta a donde van?!- y el grupo empezo a perseguirlos, apuntando mientras corrian y disparando. Las paredes y suelo golpeados se quebraban al contacto de la bala, la cuál luego reventaba dejando un gran agujero en ese sitio, Draco y Blavatsky se miraron acelerando hasta perderlos.

-¡¿Dónde están esas pelotudas?!- ellos las buscaban luego de ellas ocultarse en una tienda- ¡Malditas mal paridas, conchudas Chupa pijas!- estos fueron caminando con las armas a la vista. Las servants pudieron entender viendo todo que esos seguramente tenían este sitio bajo su mando, ya que podían ir libremente con esas armas o simplemente, eso no era nada para alguien de aquí.

Ambas pensaron más en lo segundo al haber visto sobre como Estados Unidos de había desarollado y el cómo podría haber actuado Edison. Estás miraron a su alrededor notando como todos las observaban, luego se observaron y asintieron levantándose y revisando ropa- Mira que hermoso está esto ¿No?- la gente simplemente decidió no prestarles atención y ya.

-(Debemos ir con Master)- susurro Helena- (Puse un rastreador así que se dónde se lo llevaron Merlin y Osakabehime.... Aunque me sorprende la velocidad que tomaron esos dos apenas encontrar peligro)- Draco suspiro.

-(Siendo ellos, creo que incluso los esperaba más veloces)- Y tras aquello, salieron de la tienda al los asaltantes irse, rumbo a dónde estaban su Master y acompañantes.

Acompañantes que avanzaron alrededor de un kilómetro con los hechizos del mago de las flores, en la carretera a otra ciudad- Fiuu de las que nos salvamos- mencionó Merlin cargando a Ritsuka.

-Si si, casi matan a Ma-chan- mencionó Osakabehime mientras Ritsuka lucia impactado por lo sucedido, incluso con tantas batallas y eventos extraños, habían cosas que lo tomaban por sorpresa como lo fue esa huida tan veloz de los dos más grandes perezosos de Chaldea.

-En fin Master, ¿Cuál es el siguiente paso?- Miro Merlin a Ritsuka con una sonrisa "amable e inocente"

-Si Master, ¿Cuál es el siguiente paso?- Ritsuka supo que ambos intentarian liberarse de el trabajo usando a Ritsuka como su boleto de libertad.

-Eh yo bueno, deberíamos-

-¡¿HMMM HMMM?!- Al momento en que ambos se acercaban más a su Master tratando de manipular su decisión para hacer... Nada, un sonido de galopeos se escuchó.

-¿Eh?- los dos mayores holgazánes de Chaldea se giraron, siendo ambos golpeados por las patas de un corcel en su cara, apartados del Master quien cayo al suelo de trasero.

-¡Auch!- Ritsuka cerro uno de sus ojos debido a la caída, tocándose el trasero antes de observar al frente una figura que era difícil de observar al sol estar justo encima.

Pero lentamente lo observó, cabellos oscuros de color azabache, ojos dorados tan brillantes como el oro, piel tersa con algunas cicatrices de cuchillos o balas.

Sus ropajes eran un uniforme militar muy antiguo, uno que se veía en fotos de libertadores de la época de Simón Bolivar, una figura subida sobre un caballo marron oscuro de pelaje asombroso.

-¡La servant de clase Rider hace acto de presencia!- la figura ahora más visiblemente femenina se pronunció con gran presencia y fortaleza- José de San Martin está aquí para sus servicios, Maestro de Chaldea!- y ante todos, la mujer que se hacía llamar José de San Martin revelaba .. dejando asombrados a todo el mundo.

-¡¿José de San Martin no era hombre?!- por algo que en Chaldea era lo normal.

Fin del capítulo

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 29 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

My Daily Life as an Master, a History Of Pure SaltDonde viven las historias. Descúbrelo ahora