¿Quien es ese toro?

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*Narra Valiente*

Desde pequeño siempre me pregunté por Ferdinand, ¿un toro que no le gustaba pelear?, que clase de toro era el, siempre me irritaba, él era de una raza bastante fuerte y prestigiada, ¿pero la desperdiciaba así?
No lograba entenderlo pero admito que siempre le tuve celos, él tenía algo que yo siempre deseé, amor de un padre, el mío creo que me odiaba, de hecho cuando lo eligieron para ir a la plaza se alegró de por fin alejarse de mi, nunca lo volví a ver, creí que él era débil o que logró ganar e irse muy lejos; en cambio Ferdinand siempre tuvo el amor y comprensión de su padre, a pesar de que él no entendía por que su hijo era así, no le dijo que estaba mal, solo que no era una opción para los toros.
Admito que el día que el papá de Fer no regresó, me sentí mal por el, a pesar de que no lo demostraba, me interesaba genuinamente por Fer, nunca lo odie, solo que no podía mostrar mis verdades intenciones o me vería débil, quise decir algo pero no pude, solo lo vi ahí, triste al borde de las lágrimas y por alguna razón no me gustó ver eso, cuando tomé el valor para decir algo él se escapó corrió de los vigías y no lo volví a ver hasta en unos años, si soy sincero me hizo tanta falta, su sonrisa, su amabilidad, él era el que curaba mis heridas después de entrenar (jugar) y me apoyaba cuando mi padre me regañaba, aunque lo tratara mal, me da vergüenza esto pero desde su ausencia no volví a lastimar una flor.
Por que me recordaban a Ferdinand.

Ver que mi padre nunca volvió me desanimó bastante, no estaba seguro en ir ala plaza de toros, ¿y si no ganaba?
¿Que me pasaba?, ¿por que dudaba?
La verdad es que lo único que me animaba a seguir era poder ver a Fer algún día, quien sabe, tal vez él y yo podríamos ser amigos... o algo más..

No me llevo bien con nadie, ¡todos son unos tontos débiluchos!, además se que no me quieren, los trato mal y estoy consciente de ello, pero no me quiero encariñar con alguien, no quiero sufrir por perder a alguien otra vez, somos toros y estamos destinados a pelear, ellos son débiles, sé que no ganarán.

Me las pase estos 5 años prácticamente solo, entrenando y entrenando, crecí solo un poco más grande que mi papá, que decepción pero almenos soy fuerte, aunque por pelear obtuve algunas cicatrices.

Estaba en mi establo cuando escuché a la loca de la cabra, que no se como se llama, no me interesa su nombre, ella siempre se la pasa gritando, ¡quiero matarla! Pero esta vez fue diferente, ¿estaba feliz? No lo sé, tenía curiosidad y salí para ver pero no espere verlo, era el, estaba seguro, solo que ahora él era más grande, alto, fuerte, musculoso.. ¡¿que demonios le había pasado?! Ese no era el Fer que recuerdo, pero lo admito no se veía nada mal.

El toro floreadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora