CIELO HECHO A MANO - MINSUNG

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Se dio una ducha caliente tan pronto como llegó a casa, esperando sentirse limpio después de horas de estar pegajoso y verse como un desastre. Se puso un par de pantalones cómodos y una camiseta negra. También se aseguró de alimentar a sus gatos antes de salir a fumar un cigarrillo rápido.

Había una pequeña mesa con dos sillas afuera de su apartamento y siempre era muy conveniente usarla cuando necesitaba un poco de aire fresco, pero también se sentía demasiado vago para hacer algo más productivo.

No era un fumador habitual, sólo había momentos en los que le apetecía encender uno o dos cigarrillos. Le gustaba lo tranquilo que era su vecindario por la noche, incluso sus nuevos vecinos no parecían ser tan ruidosos como hace dos días.

Justo cuando exhalaba una bocanada de humo, escuchó una voz familiar.

―¿Minho? ―

Inmediatamente se estremeció y miró a su lado. Allí estaba Jisung, parado a sólo unos metros de él con una mirada confusa en su rostro.

―¿Cómo supiste dónde vivo? ― preguntó y Minho necesitó un momento para procesarlo. Estaba a punto de pedirle a Jisung que le repitiera eso, pero el hombre frente a él comenzó a hablar de nuevo. ―Escucha, no quiero ser un idiota, pero como dije, esto fue algo único, lo siento ―

Minho lo miró desconcertado. ― ¿De qué carajo estás hablando? ―

Jisung parecía igual de confundido. ― Simplemente no entiendo lo que estás haciendo aquí ―

― Vivo aquí, Jisung ― Minho levantó la voz, no para ser malo, sino porque no sabía a dónde iba esto. ― ¿Qué estás haciendo aquí? ―

Jisung pareció darse cuenta antes que él. Miró a Minho de arriba abajo, notando que vestía ropa diferente y más cómoda.

Pensó Jisung por un segundo, conectando los puntos, ― Podríamos ser... ¿vecinos? ―dijo mientras señalaba el apartamento al lado de Minho, exactamente el mismo donde estaban sus nuevos vecinos. ― Éste es mi apartamento. ¿Supongo que ese es el tuyo ―

― Espera ― Minho parpadeó, ―¿vives aquí? ―

Jisung se rió con incredulidad. ―Sí, me acabo de mudar aquí hace dos días ―

Minho estaba teniendo dificultades para procesar todo. ¿Cómo diablos logró ligar con alguien sin darse cuenta de antemano que era su vecino? El tipo que acababa de rechazarlo hace 30 minutos ahora era su vecino. Excelente.

Sólo entonces se dio cuenta de otra cosa. Recordó que escuchó múltiples voces el otro día, no había manera de que fuera solo Jisung quien se había mudado a ese estúpido apartamento, era demasiado grande para una sola persona. Recordó haber oído la risa de un niño. Sus ojos se abrieron al darse cuenta.

― Espera, ¿estás- ―

―¡Papá! ― Una voz desconocida lo interrumpió. Antes de que se diera cuenta, una niña pequeña estaba corriendo escaleras arriba y corrió hacia Jisung con una gran sonrisa en su rostro. ―¡Mira, lo encontré! ― dijo, sosteniendo algo en su mano, Minho realmente no podía decir qué era ya que estaba oscuro afuera, pero definitivamente era rosa.

Miró a Jisung en shock y el hombre frente a él también se quedó sin palabras, como si no quisiera que Minho viera lo que estaba sucediendo frente a él. Sin embargo, sus ojos se iluminaron inmediatamente cuando miró a la chica a su lado.

―Ah, te dije que no estaba perdido ― le sonrió y le dio un suave beso en la mejilla. ―Oye, escucha ― dijo agachándose, ―tu pijama está en la cama, ve a cambiarte de ropa, ¿vale? Te prepararé algo de comer en un minuto, ¿te parece bien?