Juego de Tronos: Pruebas y tribulaciones del guardián del juramento

Capítulo 32: Planes, funerales y reuniones

Edades de los personajes:

- Brynden "El Pez Negro" Tully: 60

-Catelyn Stark: 37

- Edmure Tully: 33

―Missandei : 20

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En la Torre de la Mano...

Tywin Lannister estaba en la sala de reuniones del Pequeño Consejo. Prendida a su pecho, como un premio y un trofeo, estaba la insignia del cargo de la Mano del Rey. Tenía una expresión de suficiencia en su rostro mientras caminaba alrededor de la mesa. Una sola silla en la cabecera ya que seis sillas alineadas en total. Levantó la vista justo a tiempo para ver entrar a su nieto, el rey Daveth I.

"Su Excelencia", saludó Tywin con frialdad.

"Abuelo", saludó Daveth.

Poco después de que terminaron las breves formalidades entre los dos, llegaron Varys, Petyr Baelish, el Gran Maestre Pycelle, con Cersei Lannister y Tyrion Lannister a cuestas. Cada uno se miró mientras Tywin y Daveth tomaban sus respectivos asientos. Tywin se reclinó y tamborileó con los dedos sobre la mesa; Daveth enderezó su postura. A toda prisa, cada concejal tomó asiento mientras Tyrion aparecía detrás de ellos. Pronto, los sólidos pasos de tacón hacen eco en el pasillo y las entradas como se hizo conocida a Cersei; La Reina Madre dejó escapar un suspiro de cansancio y miró hacia una silla. Caminó hacia él, lo recogió y lo llevó al lado derecho de Tywin frente a Daveth mientras Petyr estaba junto al Ciervo Joven. Tywin arqueó una ceja ante las acciones de su hija, ya que últimamente estaba bastante alejada de él.

Todos los ojos se volvieron hacia Tyrion, el diablillo; sosteniendo la barbilla en alto, cerró los ojos y soñó que estaba de regreso en su dormitorio con Shae entre sus piernas. Con un suspiro, caminó hacia la última silla y la arrastró hasta colocarla frente a su padre. Subiendo al asiento, dejó escapar un suspiro.

"Íntimo. Mesa encantadora", comentó Tyrion. "Mejores sillas que la antigua cámara del Pequeño Consejo. Convenientemente cerca de tus propias habitaciones. Me gusta".

'Muy gracioso, tío, pero ahora no es el momento de estar haciendo comentarios sarcásticos como ese', pensó Daveth sin gracia con un dejo de agotamiento mental añadido.

Tywin no prestó atención al cumplido de Tyrion. "¿Qué noticias de Jaime?" preguntó.

Todos miraron a su alrededor, tratando de no mirar al Viejo León a los ojos. El Joven Ciervo, sin embargo, se mantuvo firme y se encontró con la mirada de su abuelo.

"Le complacerá saber que Ser Jaime llegará a la capital al mediodía por el Camino de las Rosas, tan pronto como lo exige el acuerdo de concesión que firmó el propio Señor de Altojardín", habló Daveth. "Él recupera a su heredero y tú recuperas el tuyo".

"Hmmm", Tywin asintió en reconocimiento al informe de Daveth, notando cómo los otros concejales miraban hacia un lado; No estaba seguro de si fue vergüenza o decepción que el le diera la noticia que Tywin quería escuchar pero que ellos mismos no podían darle.

Cersei miró hacia un lado; Tywin le dedicó una mirada y continuó.

"¿Qué otra cosa?"

"Se dice que Robb Stark junto con su madre y sus hermanas se están preparando para abandonar la capital para viajar a Riverrun para el funeral de su abuelo, Lord Hoster Tully", dijo Varys con una sonrisa. "Han pedido permiso al Rey para ir con la promesa de regresar para la boda real".

"Tienen mi permiso", instruyó Daveth. "Y por favor, informe a Edmure que ahora asumirá el papel de su difunto padre como Señor de Aguasdulces y Señor Supremo del Tridente de forma más permanente".