Capitulo 25

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Hola!!! Antes que nada quería agradecerles, se que la historia parece estar por terminar, pero no es así. Intentaré alargarla lo más que pueda para que este ship siga viviendo en este Fanfic y en nuestros corazones que solo piensan en shippers.


Psta: Gracias por los comentarios y los votos. Los quiero mucho!! Espero que lo disfruten.



En el Olimpo.

- ¿Que...?- dijo Zeus consternado, pero no pudo acabar con la pregunta.

- No puede ser- dijo Afrodita enjugándose una lágrima.

- Eso si que no lo esperaba...- replicó Ares.

-¿Como...?- la Diosa Atenea estaba completa y absolutamente atónita. 

Todos los Dioses formulaban sus preguntas sin siquiera terminarlas. Todos veían la imagen de Nico Di Angelo y Will Solace en el Tártaro...


Will.


Will se dio la vuelta para observar a la creadora de esa melódica voz, y cuando la vió se quedó completamente atónito. Una mujer con el cabello castaño oscuro y unos hermosos ojos negros, oscuros...como si guardaran un secreto...esos ojos eran los de Nico. 

Will hacía  bastante tiempo se había decidido por cambiar sus gustos...sexuales... pero la mujer que tenía frente  a él era digna de llevar la medalla del primer puesto en belleza. Si no fuera por el parecido con Nico, Will apostaría a que era hija de Afrodita. 

El chico miró a Nico, que tenía  los ojos sembrados en lágrimas cuando vio a la mujer sonriendo con una sonrisa igual a la de él. 

- Nico- le dijo la mujer extendiendo sus  brazos. Era un alma, claro, pensó Will. 

- Mamma- dijo Nico con su hermoso acento Italiano. La mujer le sonrió y notó las lágrimas en sus ojos también. Nico corrió a abrazarla y Will sintió que los sentimientos se le acumulaban en la garganta.

- Oh, caro mio- respondió la mujer en Italiano, Will, que había aprendido un poco de Italiano con Nico entendió que la mujer le estaba diciendo "Oh, mi querido".

- Mama...no tienes que...- le dijo Nico cuando vio que la mujer los acompañaba hasta la puerta.

Will no la había visto antes pero cuando la vio se quedó paralizado, eran las puertas más grandes que él había visto jamás, y dando por hecho que no las había visto, juraba que habían aparecido en ese mismo instante. Nico tomó su mano y caminó junto a su madre.

- Hijo, ustedes pueden escapar- comenzó la madre de Nico acariciando la mejilla de su hijo. Will le soltó la mano para dejarlos solos un poco. Se apartó y se quedó de pié mientras veía a su novio y a la madre de su novio platicar sentimentalmente. 

Will se preguntó de muchas maneras como era que había muerto la madre de Nico, sabiendo que Nico era de otra época, pues...era difícil especificar las edades.



Nico


Nicoo se quedó paralizado al ver a su madre, Maria Di Angelo sonriendo, estrechando sus brazos para que este corriera hacia ellos...y así lo hizo. No le importó que se viera débil en frente de Will, no le importó siquiera que ella fuera solo un fantasma...estaba allí para ayudarlos, estaba allí para guiarlos.

Nico la miró a los  ojos cuando ella le dijo que escapara con Will.

- Mama, yo... te he echado mucho de menos- le dijo dejando caer las lágrimas que tanto había guardado para ella. 

- Oh, cariño, todo estará bien- le dijo mientras le acariciaba la mejilla. Nico escondió el rostro el la delicada palma de su madre. Esas palabras fueron las últimas que dijo su madre justo antes de dejarlos a él y a Bianca en el Lotto.

- No, no lo estará....- le respondió Nico-. No lo estuvo la última vez que te vi, y ahora jamás estará bien. 

-Nico, ¿esto es por Bianca?- la madre le preguntó a Nico por su amada hermana y el chico sinceramente sintió a su corazón partirse en otro pedazo.

- Ella no pudo lograrlo...yo no pude salvarla...ella- comenzó Nico pero se ahogó en lágrimas.

- No fue tu culpa, amor.

- Era el único momento en toda su vida donde ella necesitó mi ayuda...y yo no estaba para ofrecerla- le respondió Nico. Le dijo todo lo que este tiempo se había estado guardando. La madre de Nico lo miró a los ojos y sonrió con tristeza.

- ¿Recuerdas aquella canción que les cantaba cuando se dormían?- le preguntó María mientras le sonreía a su hijo.

Nico se lo pensó y se dejó llevar por los recuerdos, aquellos días donde todo era feliz, donde todo era normal. Bianca, su madre y él sentados en la fogata un 28 de Enero, su cumpleaños. Maria Di Angelo sonreía mientras cantaba una canción de cuna para ambos.

" A dormir mis pequeños, a dormir y a soñar, 

duerman sin esperar que el sol los despierte

duerman sin mirar atrás.

La mañana llegara, no la esperan ya

papa los oirá soñar en la oscuridad."

Nico se encontró cantándola en conjunto con María. Las lágrimas seguían fluyendo de la misma forma que antes y esta vez se combinaban con las de su madre.

-Vamos, no llores más amor, debemos sacarte a ti y  tu novio de aquí- le dijo María sonriendo con dulzura.

- ¿Como sabías que Will era...?

- Solo lo supuse, amor.

Nico sonrió...su madre aún lo conocía bien.

- Will, ven aquí- lo llamó Nico sacándose las lágrimas de los ojos. Will se acercó corriendo y le sonrió a su madre.

- ¿Nos vamos?- le preguntó Will suspirando. Nico le sonrió y le tomó la mano.

- Nos vamos.

María tomó de la mano a ambos chicos y los guió hasta las puertas. Nico, que aún seguía de la mano con Will, corrió hasta el "puerta-ascensor" que los llevaría hasta la superficie. Nico sentía la adrenalina en sus venas y cuando su madre soltó su mano para apretar el interruptor, se sintió desfallecer.

María Di Angelo sonrió a su hijo por otra última vez. Nico la saludó con la mano y le sonrió con el llanto en la garganta. Su madre presionó el interruptor y el ascensor comenzó a subir lentamente. 

- Ciao, caro mio- le susurró María en un precioso italiano, aunque Nico lo escucho perfectamente.

- Ciao, mamma- le susurró Nico respondiendo. 

Lo último que Nico vio antes de la superficie fue la sonrisa de Will mientras se acercaba a besarlo para calmar su dolor. El ascensor subió y dentro de  poco ya estaban en la superficie, ambos a salvo, ambos sonriendo y con la luz de Apolo en su mochila. Solo quedaba llevarlo al Olimpo y castigar a la Diosa Hera por haberlos metido en este embrollo.

- ¿Estas listo para ir al Empire State?- le preguntó Nico, intentando olvidar la última mirada de su madre. 

- Por supuesto, pero ¿como rayos iremos hasta allí?- preguntó Will tomando su mano y besandole los nudillos. Nico casi se desmaya allí mismo.

- Oh, tu tranquilo ya he llamado al trasporte.


SolangeloWhere stories live. Discover now