– ¿Para qué me quieres? si con él es suficiente – señaló su vientre –
– Pero ¿Cómo? – susurró, el niño sólo se levantó de la mesa de nuevo, en eso su madre le tomó el brazo – no me hagas esto, mamá se pondrá triste, ¿Acaso quieres eso? – preguntó, un poco temerosa de la respuesta –
– Sí.
Aquello no había sido más que una pesadilla que tuvo la chica de apenas 23 años.
Despertó agitada y algo sudorosa, así es, que mejor se levantó y fue a buscar a su hijo.
– Luffy, ¿Dónde estás? ¿No quieres ir al parque? Podemos hacer un picnic o algo, podemos ir a donde tú elijas y hacer lo que tú quieras, ¿Sí peque? – habló lo suficientemente fuerte como para ser escuchada, pero al parecer el niño no la escuchó, o en realidad fingía no hacerlo – Ummmm, ¿Dónde estará metido mi principito? – lo seguía buscando sin obtener resultados –
Mientras tanto, Luffy.
– Pss, Luffy, hey, Luffy
El pequeño solo estaba sentado en el césped del jardín de Umi, cuando escuchó una voz muy bien conocida para él, no se trataba de nadie más que de...
– ¿Ace? – susurró – ¡Ace! – se levantó de un salto –
– Shhh, baja la voz – le oyó decir nuevamente –
– Ah sí, perdón, ¿Dónde estás? – habló en voz baja –
– Voltea arriba
– hizo lo solicitado y al ver a su hermano mayor, lo saludó con la manita, el otro devolvió el gesto – ¿Cómo llegaste ahí? – preguntó –
– hizo una pose "cool – Tengo mis me– ¡Ay! – le calculó mal y cayó al jardín, cabe decir que hizo un esfuerzo sobre humano para no gritar miles de groserías debido al golpe, de puro milagro no se rompió un hueso o algo parecido – Auch...
– ¡Ace! – se apresuró a ayudarlo – ¿Te lastimaste muy feo?
– se seguía quejando en voz baja – No hermanito, tranquilo, como sea, escucha, esto es lo que haremos – observó para adentro de la casa y logró ver que Umi caminaba por ahí gracias a la puerta corrediza, entonces, junto a Luffy se movió un poco para no estar a pleno campo de visión de la chica, para así decirle lo que debía –
– ¿Ajá? – le veía atentamente –
– Escuché que dijo que podía llevarte al parque, entonces, lo que haremos es que irás y le dirás que sí quieres ir, sé incluso amable con ella de ser necesario, de lo demás nos encargamos nosotros ¿Está bien?
– ¿Nosotros? ¿Los demás también vinieron?
– Sí, justo están afuera esperando mi señal
– ¿También Zoro?
– suspiró rodando los ojos – Sí, también él
– ¡Yoshi! Lo haré
– Bien, nos vemos, hermanito, debo irme por ahora – le abrazó fuerte y el niño a pesar de estar sorprendido por esa repentina acción, correspondió –
Cada uno se fue por su lado a hacer lo solicitado, Ace se trepó por la pared que gracias a que tenía una decoración de plantas artificiales, logró usar la misma como escalera y así pudo volver a donde estaban los demás, mientras tanto Luffy.
– ¡Mami! – entró del jardín, llamándola, la encontró rápido y sin más se acercó a ella y la abrazó leve del torso –
– Luffy, corazón, ¿Dónde estabas? – puso sus manos en su espalda –
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¡Tío Buggy!
FanfictionLo que Buggy creyó que sería sólo cosa de un día, terminó convirtiéndose en una rutina, una al inicio "molesta" y después, hasta cierto punto agradable, se había vuelto parte de su vida a tal punto de qué cuando no tenía que pasar por ella en su día...