Capítulo 4-

62 14 12
                                    

-Quiero que sueltes a ___(tn)___ a la cuenta de 3, o romperé tu maldita cabeza de inadaptado contra este barrote de metal. -dijo una voz detrás de nosotros.

Oh mierda. No lo podía creer. ¿Que diablos? ¿Realmente la persona que habló era la persona que yo creía que había hablado? ¡ERA JUSTIN! ¿Cuánto tiempo había estado mirando? Tal vez lo había visto todo, quien sabe. Me quería morir, necesitaba desaparecer, que la tierra me tragara, o que venga una gran ola y me llevara lejos. ¡Dios apiádate de mi! ¡Juro portarme bien! No terminaba de comprender la situación, y a juzgar por la cara de Austin, el estaba consumido por el mismo asombro que yo. Talvez Justin había escuchado mi grito, o me había seguido desde el principio cuando salí de la clase de volley, aunque parecía poco probable. Pase la mirada rápidamente por los dos chicos. Me di cuenta en ese momento que yo aún seguía pegada a Austin, di un salto hacía adelante y me alejé con rapidez. Una sensación de felicidad me recorrió por el cuerpo, y no era por el hecho de que Austin me había soltado de una vez por todas, sino porque Justin, ese chico que nunca imagine que me defendería, ¡lo estaba haciendo!

Austin lo miró fijo y luego me miró a mi. Su cara mostraba confusión y a la vez había un dejo de furia.

-Dile, ___(tn)___, que tu también querías. -insistió Mahone mirándome desesperado, haciendo ademanes con sus ojos para indicar que dijera lo que el quería que dijera. Yo no sabía que responder en absoluto. Si decía que si, que yo había estado de acuerdo con Austin, Justin iba a irse y me habría defendido en vano, y no quería desperdiciar la oportunidad de ser "la damisela en peligro" y él "mi príncipe azul", pero si decía que no, cualquier cosa podía pasar. Además, vale aclarar que yo nunca estuve de acuerdo con lo que quería hacer él, intenté alejar a Austin todo el tiempo, aunque sin mucho esfuerzo ni resultado, pero lo hice.

-¿Qué dices, idiota? -exclamé mirando a Austin. -Tu me toqueteaste, me das asco. -aclaré. Vi como a Justin se le hinchaban las venas del cuello, estaba muerto de rabia.

-Eres un cagón, un maricón. -le gritó Justin acercándose.

-¿Qué te pasa, rubiecito? Tú a mi no me insultas. Yo hago lo que quiero con ___(tn)___. -¡Oh no! Austin no debía haber dicho nada de eso. Justin explotaba de furia, sus ojos mostraban rabia, no había compasión en los movimientos de sus manos. Austin le había hecho perder la cordura- Ahora vete de aquí antes que te... 

Fue un golpe seco. Una trompada de Justin dejó a Austin en el suelo en un abrir y cerrar de ojos. No pude evitar gritar y pegar un salto hacía atrás, estrellando mi espalda con la puerta del galpón, que nunca había abierto, produciendo un ruido sordo con el impacto con la chapa.

Austin intentó levantarse, medio tambaleante y mareado. Justin, sin dejarlo que se ponga de pie, le embocó una patada en las costillas y lo escupió, dejando a Austin sollozando del dolor en el piso.

—¡JUSTIN BASTA, POR FAVOR! -le grité yo entre llanto. Intentaba apartarlo empujándolo hacia atrás con mis manos, pero el oponía resistencia. Jamás lo había visto tan enojado, era una situación de mierda, estaba entrando en crisis. Austin se lo merecía, pero esto era muy cruel e innecesario. Además la culpa no era de él, todo esto lo hizo bajo el efecto de la marihuana o vaya a saber que droga. —Estaba drogado, Justin. ¡Austin estaba drogado! No fue su culpa, déjalo —exclamé antes que Justin vuelva a golpearlo. —Vamos, ya esta.

Justin me miró indiferente, y se acomodó el cabello con la mano que golpeó a Austin. Dirigió la mirada al chico en el suelo, que se retorcía y se agarraba la cara con las manos. Flexionó sus rodillas lo más que pudo hasta llegar casi al nivel del piso. Miró a los ojos a Austin, y musitó:

—La próxima fíjate bien como tratas a una mujer. -se quedó observándolo por unos segundos y se paró, comenzando a caminar hacia el edificio. Me quedé paralizada, no sabía si quedarme con Austin o irme con Justin. Luego de unos segundo de vacilación, Justin vino y me tomó del brazo, llevándome con el a la fuerza. —Vamos, ___(tn)___, estará bien. Apenas lo golpeé, no puede estar herido, es puro show.

✵✵✵✵✵ ✵✵✵✵✵

—¿Qué te pasa, ______? —me preguntó Maya, buscándome los ojos para conectarlos con los suyos. Maya era mi mejor amiga, al igual que Cindy y Luna, pero de todas formas no creía poder contarles lo que había pasado el día anterior en la cancha de soccer, con Austin y Justin. Había pensado en ello toda la noche y resolví en dejarlo en secreto, bueno, si Austin y Justin sellaban su bocazas entonces quedaría en secreto. Además, ¿cuál sería la forma de contarles a ellas la situación? Diciéndoles: "Chicas, no saben lo que pasó ayer: Austin estaba drogado y me intentó violar en la cancha de soccer mientras buscaba las bolas para gimnasia en el galpón; Justin me escuchó gritar y vino a ver que pasaba, luego Justin le pegó una trompada y una patada en las costillas a Austin, Austin sangraba de su nariz y gritaba mucho, pero Justin me dijo que me vaya con él y que los dejáramos en el piso, entonces eso hice, ¿qué les parece?" Creo que si les contaba eso iban a quedar en estado de shock, y una vez que reaccionaran iban a pararse y sentarse en otra mesa del comedor.

Las tres chicas tenían sus ojos clavados en mí. A juzgar por sus rostros me di una idea de como debía estar mi cara, seguramente pálida y sin vida, con los ojos caídos y ojeras hasta el piso debido al insomnio de anoche. Maya comenzó a comer su emparedado y las otras chicas la copiaron. Me sentí menos presionada cuando quitaron sus ojos de mi cara.

Levanté la mirada y, para mi mala suerte, lo primero que vi fue a Austin, sentado en una mesa revolviendo su comida con mala cara. Y la mala cara era tanto por su humor que por su aspecto: un moretón violeta cubría entero su ojo izquierdo y bajaba llegando hasta su pómulo. Más aún, su labio superior estaba hinchado como una morcilla, y estaba morado, como la ciruela que tenía en su plato. No me quería imaginar lo que había sufrido con tantos golpes,¡ y su costilla! Austin me miró, clavó sus ojos en mi con tal rapidez que pienso que ya había notado que lo estaba mirando. Mantuvimos la conexión por unos segundos, se me hizo un nudo en la garganta y estómago. Pasó la mano por su cabello y, a pesar de todo, me sonrió. Pagaría si pudiera ver mi cara, con una mezcla de terror, vergüenza y lástima. Moví mi cabeza a la derecha y localice a Justin, un par de mesas lejos mio. Tenía una venda en su mano, por la fuerza de la piña. Justin me devolvió la mirada al instante, pero a diferencia de Austin, él no hizo gestos, actuó con indiferencia y volvió a concentrarse en lo suyo.

—¿Quieres decirnos algo? —dijo Luna arqueando las cejas. No contesté. Recogió su pelo azul en un rodete y dijo —_______, no sabemos que te pasa. Pero tienes un humor y una cara de mierda, cuéntanos lo que sea.

Las miré a las cuatro, volví a pasar la mirada por Austin y Justin, cada uno en su mesa, absortos en sus pensamientos.

—No me pasa nada chicas, enserio. Un día malo, eso es todo.

—¿Segura? —dijo Cindy.

—Si, Cindy. Enserio. —terminé de comer y me levanté automáticamente.

✵✵✵✵✵ ✵✵✵✵✵ 

 ¡Nuevo capítulo! Gracias a todos/as los que leen, enserio me ayudan.

 Déjenme saber si les gusto en los comentarios, ¡voten y compartan la novela! Su apoyo incentiva mis ganas de seguir escribiendo. 

Hago dedicatorias, solo dejen su nombre! Besos a todos y a todas, dejen los links de sus historias (solo fanfic!), pasaré por todas y comentaré que me parece.

Adioooooooosssssss  

Stepbrother ➸ j.bWhere stories live. Discover now