Capitulo 11

258 19 1
                                    


Pov Carlos

Los chicos y yo empezamos a caminar rumbo a las habitaciones, cuando de repente Ben nos frenó.

Ben: Chicos, en verdad lamento todo esto. Miren, les prometo que una vez pase la coronación, todo estará bien. Pero por el momento, tengo que ir a buscar a ______.

Carlos: Espera, ¿ella está bien? —pregunté preocupado, pues ella siempre venía junto a su hermano Ben para este tipo de cosas. Además, las palabras antes dichas por Chad habían sido simplemente horribles.

Ben: Bueno, pues ella está un poco afectada por lo que dijo Chad y nuestros padres. Espero que no sea nada grave, pero no puedo saberlo del todo bien sin antes encontrarla —dijo con cierto tono de preocupación. En ese momento decidí intervenir. Me había quedado como un completo cobarde mirando cómo Chad la humillaba de esa forma y yo no hice nada para defenderla cuando lo único que ella quería era defendernos a nosotros. Debí haber hecho algo para callar a Chad y que parara de decir esas estupideces sobre una chica tan única y hermosa. Pero tenía que recompensarlo de algún modo. Sabía que a mí no me importaba lo que dijera ese patán sobre mí, pero según lo que dijo Ben, a _______ sí, y no permitiría que ella se sintiera infeliz solo por un idiota.

Carlos: Ben, me preguntaba si yo podría ir a buscarla —este me miró algo dudoso hasta que al fin decidió responder que sí.

Ben: Claro, solo avísame cuando la encuentres, ¿okey? —Asentí con la cabeza y me fui a buscarla. La busqué en distintos sitios, pero no la lograba encontrar. Estaba demasiado preocupado por ella; sabía perfectamente lo sensible que puede llegar a ser algunas veces ______. Seguro todo esto le afectó demasiado, pensaba mientras caminaba aún tratando de encontrarla, hasta que al fin se me prendió el foco. Seguro estaba en su habitación. Reí por lo bajo, pues había buscado en todos lados menos en el lugar más obvio posible. Me dirigí rápidamente a su habitación y estando ahí, toqué la puerta. Escuchaba sus sollozos aun cuando estaba fuera de la habitación. Volví a tocar, pues la primera vez no hubo respuesta. Sin embargo, de nuevo no hubo respuesta, por lo que decidí tratar de hablar con ella.

Carlos: Vamos, bonita, soy yo. Abre, por favor, realmente estoy preocupado por ti. —De nuevo no hubo respuesta, pero no pensaba rendirme. Estaba pensando en qué hacer cuando escuché cómo el cerrojo de la puerta se abría para posteriormente ver cómo ella estaba parada en el borde de la puerta. Lucía mal; tenía toda la cara roja y empapada, y sus ojos estaban bastante hinchados. Me quedé unos segundos mirándola, y lo único que pude hacer fue abrazarla, abrazarla lo más fuerte que pude, mientras acariciaba suavemente su cabeza.

Carlos: Tranquila, princesa, no llores. Todo está bien. No escuches al idiota de Chad; todo lo que dijo es mentira, te lo aseguro.

______: Es que yo lo único que no quería era decepcionarlos, a mis padres, a mi hermano y a ti.

Carlos: ¿A mí? Jamás podrías decepcionarme, bonita. ¿Por qué piensas eso?

______: Pues todo salió simplemente mal y yo no pude defenderte de las cosas tan horribles que te dijo Chad. Tal vez él tiene razón sobre mí. Tal vez sí soy solo el mal chiste de la familia —dijo con la voz quebrada.

Carlos: Claro que no, bonita. Quien te decepcionó fui yo. Fui un completo cobarde. Debí haberte defendido, debí confrontar a Chad, pero no lo hice y solo me quedé parado como un tonto. En verdad lo siento, ______ —dije de la manera más sincera que pude. En su rostro se empezó a formar una cálida y linda sonrisa para posteriormente abrazarme de nuevo. —No decepcionaste a nadie hoy. Después de todo, lo que pasó no fue tu culpa, fue solo un malentendido. No tienes por qué sentirte culpable de lo que pasó, ¿okay? —dije limpiando suavemente sus mejillas con mis manos. Ella estaba recargada en mí y yo la abrazaba protectoramente. Todo era tan mágico, hasta que unas simples palabras lo cambiaron todo y hicieron que mi corazón empezara a latir a mil por hora.

______: Te amo con todo mi corazón, pecas —dijo aún entre mis brazos.

Carlos: Y yo a ti, tomatito. Te amo con cada fibra de mi ser, nunca lo dudes —dije dándole un corto beso en la coronilla de la cabeza. Sabía que ella no sentía eso por mí. Es más, tal vez una vez le quite el hechizo de amor, lo más probable era que me odiaría. Últimamente pensaba en decirle lo que habíamos planeado, enfrentarme a Mal, pues en verdad no quería hacer esto. Quería quedarme con _______, con el amor de mi vida y con Chico. Nada me esperaba en la isla con mi madre; en cambio, aquí al menos estaría con la persona que siempre amaré, aunque por desgracia ella no a mí. Decidí dejar de pensar en eso, pues si iba a acabar, ¿qué me impedía disfrutarlo al máximo mientras pudiera? Estuvimos abrazados por un rato, simplemente disfrutando de la presencia del otro. Ella estaba más tranquila, por ende yo también. Estábamos empezando a quedarnos dormidos cuando una llamada se hizo presente. Era Ben. Diablos, lo había olvidado completamente. Nunca le avisé que ya estaba con ______. Contesté rápidamente sin hacer demasiado ruido, pues ella ya estaba completamente dormida.

Ben: Hola, Carlos. Quería saber si de casualidad ya has encontrado a mi hermana.

Carlos: De verdad lo siento, Ben. Sí, ya estoy con ella desde hace un rato, solo que me olvidé de decírtelo —dije apenado para después escuchar una sonora risa del otro lado del teléfono.

Ben: Okey, amigo, está bien. Bueno, te dejo porque tengo que arreglar unos asuntos. Adiós, cuñado —dijo y colgó. Las últimas palabras que mencionó hicieron que instantáneamente me sonrojara, aunque para ser honesto, creo que me agradaba que me dijera así, estuve pensando en aquellas palabras por un rato mas hasta que el sueño empezó a ganarme y al fin pude quedarme completamente dormido .

¿Verdadero amor? (Carlos De Vil y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora