Fukushu Kin
Después de dos días de exámenes, nos encontrábamos nuevamente en el aula.
—Muy bien, clase. Acaban de llegarme sus calificaciones de todas las asignaturas —informó el objetivo y varios se tensaron—. La primera de la clase E y de la clasificación general... Fukushu Kin.
En un microsegundo ya tenía mis exámenes en mis manos.
Después de terminar de decir cada mejor puntaje de cada asignatura mientras Isogai y Kataoka anotaran los puntos contra la clase A, nos dimos cuenta de que ganamos la apuesta.
—¡Eso quiere decir que podemos pedir lo que sea! —gritó festejando Kimura.
○○○
Salí a caminar durante la charla, no serviría de mucho yo ahí dando en cuenta que soy la mejor sin estudiar. Vi a Akabane apoyado en el árbol; no terminó en primer lugar en varias asignaturas.
—Eso le pasa por idiota —susurré y seguí caminando.
—Vi la cara que pusiste —dijo él, apretando fuertemente sus exámenes.
¿Si me hubiera escuchado, qué hubiera hecho?
—¿Aún no te parezco lo suficientemente fuerte, no es así? —preguntó. Giré mi cuerpo hacia él.
Estaba frustrado; él fue el único que destruyó su propio lugar y lastimó su propio ego. Apretaba con fuerza los exámenes y tenía la mirada desorientada.
—Eres fuerte, Akabane —confesé, y la sorpresa de mi declaración lo hizo relajarse visiblemente. Sus hombros se soltaron un poco y sus manos, que antes estaban tensas, empezaron a relajarse. Mi voz, cargada de sinceridad, parecía haberle sorprendido de una manera inesperada.
—No eres débil por confiarte y perder por eso. Confiar en ti mismo solo funciona en mentes fuertes y difíciles de derrumbar. Tal vez te confiaste de más... pero.
En cuanto pronuncié esas palabras, noté cómo su expresión se volvió a tensar. Su rostro, que había mostrado un atisbo de calma, volvió a endurecerse, y pude ver que mis palabras habían tocado una fibra sensible. La tensión en el aire se hizo palpable, y su postura rígida indicaba que, a pesar de su relajación momentánea, estaba lidiando con una oleada de emociones.
—Pero es una buena manera de dejarte en claro a ti mismo que necesitas reforzar tu arma que obtiene la confianza en ti mismo —dije, tratando de ofrecerle una perspectiva constructiva.
Bajó la mirada, sumido en sus pensamientos, mientras procesaba mis palabras. Su silencio indicaba que estaba reflexionando sobre lo que acababa de decir.
Finalmente, levantó la vista y una sonrisa sincera apareció en su rostro.
—Tienes razón. Por eso eres la mejor de la escuela —dijo, aceptando las consecuencias de sus acciones y reconociendo la validez de mi consejo.
—....
Blanqueé los ojos junto con un bufido de fastidio y me fui del lugar.
—Sigue igual de engreída. —Logré escucharlo.
○○○
—En este trimestre hicieron buen uso de los conocimientos básicos que han adquirido —alzó los brazos el pulpo—. Las vacaciones de verano son una época para divertirnos mucho, estudiar mucho y asesinar mucho. Así ponemos fin a este primer trimestre.
Mis compañeros festejaron por fin librarse de la escuela y con buenas calificaciones. Guardé mis cosas y salí del aula.
—¿Otra vez tú? —pregunté al ver a Asano en el patio trasero del edificio principal que conecta la entrada a la montaña.
—Quiero hablar contigo, así que escúchame —dijo con firmeza y yo accedí—. Felicidades por terminar en el primer puesto.
—Felicidades por estar en el segundo.
Respondió con una ligera risa.
—Supondré que te estás burlando.
—Supones bien.
Hubo un silencio incómodo que parecía alargarse eternamente. Pude percibir, a través de sus gestos y la tensión en su rostro, que él quería decir algo. Sus ojos buscaban los míos, como si intentara encontrar la manera correcta de expresarse sin palabras. Estaba claro que lo que tenía que decir no era fácil para él, y la anticipación de sus próximas palabras hizo que el tiempo se sintiera detenido.
—Tengo que confesar... —dijo, y miré sus ojos; parecía honesto en lo que fuera a decir—. Desde el primer día que supe de tu existencia quedé fascinado por tu espíritu inalcanzable.
Sus palabras resonaron en el aire, cargadas de una sinceridad que me sorprendió. Por alguna razón, me quedé ahí, inmóvil, escuchando atentamente. Mi curiosidad por saber más de él y entender lo que realmente quería decir me mantuvo anclada en ese momento.
—Tienes razón cuando dijiste que te analizo, en cómo interactúas con los demás, cómo piensas y resuelves problemas —sonrió, su sonrisa no era burlona ni de superioridad, sino una sonrisa que está preparada para aceptar las indiferencias de la vida—. Eres brillante, y creo que me gustaría pasar más tiempo contigo.
Sus confesiones despertaban en mí un interés que no había sentido antes, una necesidad de descubrir más sobre esa persona que ahora se estaba abriendo de una manera tan genuina y vulnerable. Mi corazón palpitó más fuerte de lo normal y mi piel se erizó. ¿Qué era esto? Una mezcla de sorpresa, emoción y algo más que no podía identificar del todo. Sentía que, en ese instante, algo había cambiado entre nosotros, y ese desconocido sentimiento me intrigaba y asustaba a la vez.
—Me gustas, Shu-san, y me encantaría descubrir más sobre ti, así como resuelvo un examen —se acercó más, de modo que pude ver su iris con más precisión—: con paciencia, análisis y dedicación.
Me quedé sin palabras, procesando lo que Asano acababa de decir. Su cercanía y la intensidad de su mirada me desconcertaron. Luego, una sonrisa suave se dibujó en mi rostro, iluminando sus ojos. Era una sonrisa que no podía evitar, una respuesta natural a la sinceridad y el valor que él mostraba en ese momento.
—Eso no cambiará el hecho de que seas un rival digno —respondí a su confesión. Reafirmé el agarre de mi bolso y caminé hacia la puerta principal.
—Comprendo —sonrió ligeramente, pero con aire de victoria—. Gracias por la oportunidad.
—Adiós, Asano-kun —sonreí, regresando la mirada atrás para despedirme. Acto seguido, continué caminando.
○○○
Eran las vacaciones de verano y yo no salía de mi habitación a menos que fuera para ir a otro cuarto a hacerme más pruebas.
Mis brazos parecían cada vez más lastimados, ya no eran solo las cicatrices de la aguja; parecían estarse pudriendo por dentro.
—Ya sé por qué ocurre eso, Fukushu —entró Shiro a mi habitación. Atrás de él se cerró la puerta.
—Estoy muriendo, ¿verdad?
—Me sigue sorprendiendo tu intuición cada día más —confesó y me pasó unos papeles que supuse eran los resultados de mis análisis.
Los empecé a leer detalladamente y suspiré, aceptándolo.
—Efectivamente, los tentáculos invadieron todo tu cuerpo, aunque físicamente solo se manifiestan en tu espalda —empezó a explicar y liberé los tentáculos rojos para aliviar el dolor de ocultarlos—. A consecuencia de esto, tu cuerpo se está pudriendo desde adentro ya que las sustancias de los tentáculos son tóxicas para tu cuerpo.
En resumen, el resto de mi cuerpo y todo mi cuerpo, de un día para otro dejó de aceptar los tentáculos y las sustancias son tóxicas para mi piel.
—¿Quieres que retire los tentáculos?
—No —lo miré con firmeza—. Es la única forma que conozco de vivir y si esto me hará morir, acepto mi destino.

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¿LA HERMANA DE KARMA? [Asano Y Oc]
FanfictionUna estudiante nueva es idéntica a Karma Akabane. Y como si no fuera poco, Asano tiene sentimientos encontrados hacía ella. Inicio: 25 junio 2024 Termino: 25 Diciembre 2024 4 diciembre 2024 2.84K vistas 1# Karma 25/SEP/24