Hoy conocería a mi suegra dios que nervios me da esto.
—Estas bien?—pregunto el al ver mi pierna moverse demasiado.
—Si no te preocupes.—dije tranquila.
No les puedo mentir esto me daba pánico escénico.
Me moriría en cualquier momento.
Íbamos en su auto mientras el manejaba.
Dios se veía tan rico cuando manejaba.
Este hombre sacaba mis pensamientos más sucios.
Bueno en fin estábamos afuera de la casa de su mamá.
Respire hondo y el entrelanzo nuestras manos tranquilizandome.
Entremos y Vi a su mamá.
—Hola mi niña.—dijo ella dándome un beso en la mejilla.
—Hola tía!—dije con una sonrisa.
—Pasen,sientense.—dijo ella y con el Jairo nos sentamos en el sillón grande.
—Alan Ignacio vengan a saludar!—grito ella a los dos hermanitos del Jairo.
Ellos llegaron al comedor y me miraron sonriendo.
—Y como te fuiste a fijar en esta cochina?—pregunto el más alto.
—Yaa!—dijo el Jairo.
—Le digo a ella,ella es linda tu no.—dijo el y no evite sonreír.
—So pesao enano.—dijo el Jairo y los dos se rieron.
El más bajito me fue a saludar con un abrazo y beso en la mejilla.
—Le gusta la lasaña?—pregunto la tía y yo asentí sonriendo.
—Vamos a jugar play po' jairo—dijo el Ignacio y el Alan asintió más atrás.
—Voy,no lloren si les ganó si po'—dijo este parándose persiguiendolos a los dos.
—Y como se llama usted mi niña?—pregunto ella.
—Emily palacios.—respondi y ella sonrió.
—Que lindo,igual que tú.—dijo y solo sonreí.
—Se nota que mi niñito está enamorado de ti.—
—Encerio por qué?—dije.
—Sus ojitos,nunca lo había visto así de feliz,es como si tú le hubieras devuelto ese brillo...—
—Yo también lo amo,llegó a mi vída cuando estaba en mi punto más bajo.—me confesé y ella sonrió.
—Ire a sacar la lasaña del horno.—dijo ella y me pare detrás de ella.
—La ayudo a poner la mesa?—le pregunte y ella asintió sonriendo.
Saque los platos después que me señaló dónde estaban.
Los puse en la mesa y me sonrió.
—Dile a los chiquillos que vengan.—pidio ella y fui a dónde estaban.
—Su mamá dice que vallan a sentarse para comer.—dije entrando.
—Estamos a medio partido.—dijo el Jairo y palmeo un lado de la cama para sentarme.
Fui y me senté a su ladito.
—Te ganaron nacho?—le pregunte a el que estaba a mi lado y el asintió.
—Aaa te gane!—dijo el Jairo burlándose del Alan.
—Eri pesao'—dije.
—Ya perdón.—dijo el abrazándome.
