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Los días siguientes a la actividad en Casa-Kairo, una atmósfera tensa y oscura comenzó a envolver la hermandad. Sunghoon, decidido a vengarse de Jake por la traición que había presenciado, comenzó a mover sus influencias discretamente. Las notas de Jake comenzaron a bajar inexplicablemente en el instituto "Nightingale".

Jake, aunque desconcertado, no podía probar nada, y la frustración empezó a afectarlo. Heeseung observaba todo esto con una frialdad calculada; su objetivo principal siempre había sido claro, y las pequeñas venganzas de Sunghoon eran solo distracciones en su camino hacia la verdad.

Una tarde, mientras revisaba antiguos documentos en la biblioteca de Casa-Kairo, Heeseung hizo un descubrimiento sorprendente. Encontró antiguos registros que revelaban que su padre había sido un líder carismático en la hermandad, conocido por sus fiestas y su amor por el alcohol. Esta revelación solo añadió más preguntas a las que ya tenía.

Esa misma noche, mientras todos los demás se entretenían en sus habitaciones, Heeseung se encontró a solas con Sunghoon en la sala. La tensión entre ellos era palpable, y las emociones reprimidas finalmente encontraron una salida.

—¿Qué es lo que realmente quieres, Heeseung? —preguntó Sunghoon, su voz cargada de frustración.

—Quiero saber la verdad sobre mi padre —respondió Heeseung, sus ojos avellana brillando con determinación—. Quiero saber por qué Casa-Kairo lo cambió tanto. ¿Es esto lo que haces aquí? ¿Manipulas y destruyes vidas?

Sunghoon se enfureció, sintiendo cómo las palabras de Heeseung tocaban heridas profundas. 
—¡No tienes idea de lo que hablas! —gritó—. No soy yo quien convierte a la gente en lo que son. ¡Zorra, perra! Siempre he sido así, y siempre lo seré. Y si tu padre era un idiota, es porque él lo eligió, no porque yo lo obligara.

Heeseung se acercó, su rostro a centímetros del de Sunghoon. 
—Eres exactamente como él, Sunghoon. Mismo carisma, misma arrogancia. Tal vez tú también termines arruinando la vida de alguien más.

Las lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Sunghoon, quien se abrazó a sí mismo, temblando de rabia y dolor. 
—¡No soy como él! —gritó, golpeando su propio pecho—. Soy una zorra, una perra, sí, pero no soy responsable de lo que otros hacen con sus vidas.

La visión de Sunghoon quebrándose ante él fue más de lo que Heeseung había esperado. Con un suspiro, se acercó y lo envolvió en un abrazo, sintiendo el cuerpo tembloroso de Sunghoon contra el suyo. 
—Lo siento, Sunghoon —susurró—. No era mi intención culparte. Es solo que... estoy tan perdido.

Sunghoon se dejó caer en los brazos de Heeseung, sollozando abiertamente. Por primera vez, Heeseung sintió una profunda culpa por haberle puesto la responsabilidad de las acciones de su padre a Sunghoon, sabiendo que no era justo.

Desde las sombras, Jake observaba la escena, su corazón pesado por lo que estaba presenciando. Sabía que Heeseung y Sunghoon compartían algo más profundo de lo que él había imaginado. Sin decir una palabra, se retiró a la oscuridad, sus pensamientos en conflicto.

Después de un tiempo, Sunghoon se separó de Heeseung, limpiándose las lágrimas y tratando de recuperar su compostura. 
—Subiré a descansar —dijo en voz baja, su voz quebrada.

Heeseung asintió, observando cómo Sunghoon se alejaba. Mientras Sunghoon subía las escaleras, se dio cuenta de que Jake estaba parado en la oscuridad del pasillo, sus ojos llenos de furia y dolor.

—¿Jake? —preguntó Sunghoon, deteniéndose en seco.

Jake avanzó, su expresión dura. 
—¿Qué crees que estás haciendo, Sunghoon? ¿Vas a seguir jugando con todos nosotros?

Sunghoon, aún vulnerable por la discusión con Heeseung, sintió el peligro en la voz de Jake. 
— No tengo mucho que decir y estoy completamente seguro de que mis palabras enriquecerán tu miserable, patética e innecesaria existencia, no me molestes, no te estoy haciendo ningún daño, perra.

Jake no lo dejó terminar. 
—Tú ya lo has hecho. No sé cómo, pero lo has hecho. Y te lo haré pagar.

Sunghoon, sintiendo el peligro inminente, retrocedió un paso. 
— Oh Dios, ¿por qué te permitiste crear un ser tan insufrible y con un nivel de grasa corporal por encima de la media? prostituto, ¡Déjame tranquilo!

Por odio, Jake lanzó hacia Sunghoon con el puño en alto, pero antes de que pudiera alcanzarlo, Sunghoon dio un paso atrás, sus ojos brillando con una mezcla de desdén y desafío.

—Oh, por favor, ¿en serio? —dijo Sunghoon con una sonrisa irónica—. ¿Es esto lo que llamas valentía? ¡Qué adorable! Si estás intentando intimidarme, permíteme darte un consejo, cariño: ni siquiera estás a mi altura, perra.

Jake, furioso, intentó nuevamente, pero Sunghoon lo esquivó con agilidad. 
—¡Tú no tienes idea de con quién estás tratando! —gritó Jake, su frustración a punto de explotar.

Sunghoon se rió, con una risa llena de burla. 
—Oh, por favor. ¡Dame un respiro! Eres como una perra molesta que no sabe cuándo detenerse. ¿De verdad crees que puedes hacerme daño? ¿Con tus patéticos intentos de ataque? ¡Qué triste!

Jake, exhausto y derrotado, se detuvo, su rostro rojo de rabia. 
—¡Deja de actuar como si fueras el rey de todo, Sunghoon!

Sunghoon lo miró con una mezcla de desprecio y diversión. 
—¿Rey? No, cariño. Soy mucho más que eso. Soy una deidad en este lugar. Y tú, simplemente, no estás a mi nivel. Así que ahórrate el drama y vuelve a tu rincón, antes de que decida hacer de tu vida un infierno.

Sunghoon se volvió con gracia, su actitud imponente contrastando con la furia descontrolada de Jake. Mientras caminaba por los pasillos, no pudo evitar sentir una leve satisfacción por la forma en que había manejado la confrontación.

Jake, derrotado, se quedó en el pasillo, mirando cómo Sunghoon se alejaba con una mezcla de ira y humillación. Sabía que había perdido esa batalla, pero la guerra estaba lejos de terminar..

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¿Me esperan al siguiente capítulo? :3