Capitulo 1: Clases Extra

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Advertencia

La historia tendrá partes subidas de tono, si eres sensible o no te gusta ese tipo de historias, te pido con mucho respeto que busques otra historia diferente. 

Y para los que no entendieron de la manera gentil, se los vuelvo a decir que por favor busquen otra historia! y guarden sus comentarios criticando o quejándose!.

Riley tendrá 18 años y Val tendrá 26

El aula estaba iluminada por la luz natural que entraba a través de las amplias ventanas. El zumbido de la conversación estudiantil llenaba el aire mientras los alumnos de la clase de matemáticas se acomodaban en sus asientos, preparándose para el inicio de la lección. Val, la maestra, se encontraba en su escritorio, revisando algunos papeles con una sonrisa en los labios. Su cabello negro y ondulado caía en cascada sobre sus hombros, con un mechón rojo destacándose, complementando sus ojos color café que parecían siempre llenos de una chispa especial. Llevaba una blusa ajustada y una falda lápiz que acentuaban su figura esbelta y elegante.

Riley, una joven estudiante con cabello rubio y levemente desordenado, ocupaba su asiento habitual en la segunda fila, donde podía observar a Val sin que fuera demasiado evidente. Sus notas en matemáticas no eran las mejores, pero la verdadera razón por la que Riley se dedicaba a la clase era por Val. Cada vez que Val pasaba cerca, Riley sentía un nudo en el estómago y su corazón latir con una intensidad que parecía fuera de control. Val siempre le devolvía la mirada con una sonrisa, a veces levantando una ceja de manera juguetona, lo que hacía que Riley se sonrojara y su mente se llenara de confusión y deseo.

Durante la clase, Val caminaba por el aula, explicando conceptos de matemáticas con una claridad y entusiasmo que contrastaban con la ansiedad que Riley sentía. Cada vez que Val se acercaba a su fila, la atmósfera parecía cargarse de electricidad. Riley intentaba concentrarse en el cuaderno abierto frente a ella, pero sus ojos inevitablemente volvían a Val, admirando la forma en que sus labios se movían al hablar, la gracia con la que se movía y la confianza que irradiaba.

Val, consciente de la atención de Riley, disfrutaba jugando con la situación. Mientras escribía en la pizarra, se giraba ligeramente para mirar a Riley por encima del hombro, lanzándole una sonrisa coqueta. Riley sentía un calor en su rostro que se extendía por su cuello y sus mejillas, y aunque intentaba controlar su nerviosismo, el temblor en sus manos la traicionaba.

Después de la clase, mientras los estudiantes guardaban sus cosas y se preparaban para salir, Riley se quedó en su asiento, luchando contra la timidez que le impedía moverse. Finalmente, respiró hondo y se levantó, caminando hacia el escritorio de Val. La maestra levantó la vista, sus ojos brillando con una mezcla de curiosidad y diversión.

—Hola, Riley—dijo Val, apoyándose en su escritorio con una elegancia casual que hacía que su figura se viera aún más atractiva—¿En qué puedo ayudarte?

Riley tragó saliva, sintiendo que su boca se secaba—Yo... no estoy entendiendo bien estos temas—admitió, su voz temblorosa y apenas audible—Y... quería pedirle ayuda, si no es molestia.

Val sonrió, su mirada fija en los ojos de Riley con una mezcla de ternura y picardía—Claro, Riley. Estoy aquí para ayudarte. Pero tengo que admitir que he notado algo. Parece que, a veces, estás más concentrada en otras cosas que en las matemáticas.

Riley abrió los ojos, sintiéndose atrapada y avergonzada—Yo... lo siento. No quería... es que...

Val levantó una mano para detenerla, su sonrisa volviéndose un poco más traviesa y seductora—Está bien, Riley. No te preocupes. Todos tenemos nuestras distracciones. Pero si realmente quieres mejorar en matemáticas, tendrás que esforzarte más. Y, tal vez, dejar de lado algunas distracciones.

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