XIX

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Camino de cerezos. Capítulo XIX Final 3/3

Cada día sin falta, estuve al lado de Keishi en todo el proceso del hospital. El que haya despertado estando en estado de coma me sorprendió bastante, incluso el médico dijo que era imposible que algo así sucediera y al final la conclusión fue que despertó por la razón de que su subconsciente logró escucharme e hizo que despertará por algunos segundos tratando de expresar que todo estaba bien.

—Tiene sentido lo que dijo el médico —opinó Scarlette—, Darío siempre se preocupo por ti en todas las situaciones posibles.

—Dímelo a mí que lo escuchaba por horas hablarme de Lumi —bostezó al decirlo—, solo espero que despierte de una buena vez.

Yo estaba pensativo, ya era el noveno día que seguía durmiendo, Keyla, Scarlette y yo nos encargábamos de sus cuidados diarios.

—¿A que hora debemos pasarle el medicamento del asma? —preguntó Keyla viendo su reloj.

—A las cinco —respondí.

—Falta una hora, iré a comprarlo a la farmacia entonces.

—Te acompañó sí quieres Keyla, me toca comprarlo a mí —me alcé de la silla—, vamos.

—Puedes acompañarme por supuesto, pero yo lo compraré pequeñín —puso su mano encima de mi cabeza dando ligeras palmaditas—, ya escuché los problemas económicos que tienes y la verdad...

Keyla se quedó en silencio negando con su cabeza varias veces y al final me regaló una tierna sonrisa.

—Cuentas con todo mi apoyo moral —alzó su dedo pulgar mientras sonreía.

—Gracias por preocuparte por mi Keyla —sonreí—, pero de igual forma tengo que salir delante de todo esto.

—Eres demasiado bueno para este mundo Lumi —musitó—, podemos ir a comer aprovechando que saldremos a la farmacia.

—Gracias, pero debo cuidarlo —dije refiriéndome a Keishi—, no quiero dejarles tanta carga a mis tíos, suficiente tienen con eso del juzgado...

—Por cierto, ¿Cómo va todo eso? La última vez escuché que Rosy-san mencionó que Estefany estaba presa junto a Mateo.

Yo asentí.

—Elizabeth-san aún sigue bajo supervisión —suspiré—, todo por ser cómplice de ellos, al parecer Estefany y Mateo eran hermanos y ambos odiaban a Darío por mi culpa.

—Entiendo —llevó su mano a su mentón—, pero sí los harán pagar por esto, ¿no es así?

—Mateo estará como mínimo veinte años y Estefany quince años, intento de asesinato y privación de la libertad.

—Me impresionas Lumi —dijo riendo—, sabes mucho de eso, debería llamarte Lic.

No puede evitar sonreír al escuchar sus palabras, justo iba a darle mi opinión sobre ello, pero su móvil sonó y por su rostro al ver quien llamaba supuse que era alguien importante.

—Sí me disculpas Lumi —dijo antes de llevarse el móvil a su oído.

Él se giró dándome la espalda, escuché que su tono de voz alegre cambió a uno más serio mientras hablaba por el móvil. Yo sonreí un poco y desvíe mi mirada para ver como Keishi seguía durmiendo tan pacíficamente cuando el grito de Keyla nos erizo la piel.

—¡¿Qué?! —espetó—. ¡Carajo!, ¡¿Qué mamada me estás diciendo?!

—Keyla, ¿qué sucedió? —preguntó Scarlette preocupada.

For you: Viviendo en tu pasado ||En Edición||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora