Epílogo especial: YeoBin

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Soobin confirmó la veracidad de todas y cada una de las maravillas que Taehyun les había hablado de sus divertidos vecinos traviesos. Y si bien ya había tenido la oportunidad de conocerlos aquella vez que celebraron en compañía de sus amigos y familiares su graduación, ahora podía pasar una tarde junto a los pequeños hermanitos Huening mientras cuidaba de ellos.

—Hyung, mira, este peluche es mi favorito— comentó el pequeño Kai mientras le mostraba al rubio un peluche de pingüino. —No, esperé, es esté de aquí... Mmm no, es este, mejor lo son todos— bufó indeciso.

Soobin sonrió enternecido. Bahiyyih y Kai eran un amor de niños, además de que ambos irradiaban ternura por dónde fuera, cosa que no era buena para el pobre corazón del mayor, pues esté podría estallar por tanta lindura en cualquier momento; por otro lado tampoco era tan bueno para la poca cordura y paciencia de Yeonjun, quien fingía —y fingía muy bien— ante la pequeña Bahiyyih disfrutar de seguir jugando al té con ella, pues su pobre y adolorido trasero no aguantaba un segundo más dentro de esa diminuta sillita para niños, ¡Por amor santo, era un adulto sentado en una estrecha e incómoda silla para niños!. Incluso había tenido que maniobrar, abriéndose pasó con su trasero para no romper la sillita o quedarse atorado ahí —cosa que comenzaba a sospechar—. Aún así, la pequeña rubia disfrutaba de su compañía, sin notar los gestos de incomodidad que el mayor hacia al no poder moverse.

—Oh oh, olvidé invitar al señor tigre a acompañarnos— jadeó preocupada, llevándose ambas manitas a la cabeza, como si hubiera hecho algo tan grave como olvidar apagar la estufa a los frijoles —Ya vuelvo Oppa, no me tardó

Ni siquiera espero por una respuesta, pues salió disparada hacia su habitación, en busca de dicho peluche. Yeonjun suspiró cansado, esperando que por arte de magia la pequeña rubia se cansará y decidiera ir a dormir, porque eso hacían los niños, ¿No?, jugaban un rato, luego dormían. Pero los hermanitos Huening no. Yeonjun lloriqueaba intentando descifrar de dónde se apagaban esos niños.

—Taehyun me debe un gran favor, me las va a pagar— tensó la mandíbula.

Luchaba por salir de la pequeña sillita que lo tenía preso antes de que regresará la infante, mientras que por otro lado; un entusiasmado Kai le mostraba a Soobin toda su colección de peluches, honestamente el rubio mayor no tenía ni idea de dónde el pequeño sacaba tantos peluches, pues cada vez regresaba con más.

—¡Soobin necesito ayuda!

Rodó los ojos, ante el grito de ayuda de su novio. Dudaba de que fuera realmente importante, pero sabía que si lo ignoraba solo se volvería más molestó. Se excusó con el pequeño Kai, este solo asintió mientras continuaba llendo por más peluches. ¡Dios santo!, ¿De dónde sacaba tantos peluches ese niño?.  Iba de caminó a la sala donde Yeonjun jugaba con la pequeña rubia, cuando se topó con está, quién venía corriendo en su dirección, abrazando un tigre de peluche entre sus brazos. Él rubio alcanzó a tomar a la pequeña cuando está se tambaleó por haber chocado con sus piernas.

—¡Cuidado Yiyi!, ¿Estás bien?, ¿Por qué venías corriendo?, y ¿De dónde sacan tantos peluches ustedes dos?

La pequeña en número las preguntas que le había hecho el mayor con los dedos, haciendo una lista mental.

—Sip, estoy bien, gracias. Venía a buscarte, necesitamos ayuda. Lea tiene una habitación repleta de peluches, los nuestros no saben ahí por eso los guarda Unnie en su cuarto...

Soobin parpadeó analizando la información. Luego sonrió divertido, Bahiyyih había respondido a cada una de sus preguntas tal y cómo el las había hecho. ¡Chica lista!. Después reparó en lo que había dicho la pequeña, recordando a que venía.

 ੈ✩𝓣𝓔𝓓𝓓𝓨 𝓑𝓔𝓐𝓡 ✩┃  ཻུ⌑𝓣𝓐𝓔𝓖𝓨𝓤 ೃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora