La mano del albino subia y bajaba por el miembro de su lindo novio azabache mientras daba embestidas lentas pero que tocaban el puto dulce de Giyuu.
Y para este estaba más que sumergido en el placer sexual que le otorgaba su pareja, podia sentir la mano de Sanemi moviendose por su miembro masturbandolo y las embestidas lentas que le daba undiendo su gran falo de carne en su interior dando justo a su prostata.
Sanemi debe de admitir que no es fan de tener sexo lento y amoroso como a Giyuu le gusta, pero ese día el azabache habia tenido un mal día en la universidad comenzando con que la noche anterior no habia podido dormir bien causando que en clase sientiera sus parpados pesados y que se cerraran involuntariamente. El no dormir lo ponia de un humor insoportable (más de lo que ya es, segun Sanemi) y que por cualquier cosa se enojara o molestaba haci que Sanemi decidió consentirlo.
Saliendo de la universidad le compro varios de sus dulces favoritos y llegando a su departamento se cambiaron de ropa por una más comoda y se echaron en la cama, Giyuu en el pecho se Sanemi mientras este le acariciaba el pelo y le hacia piojito creando un hambiente comodo para los dos haciendo que Giyuu quedara dormido.
Al despertar se percato que no estaba el albino a su lado y en su busqueda lo encontro sirviendo la comida para despues colocar los platos en la mesa.
Tiempo paso despues de la comida que empezaron a ponerse cariñosos el uno con el otro llevándolos a una ronda rapida de sexo.
Giyuu se sentia tan bien, amaba esa sensación de se penetrado y masturbado a la vez y tener que curvear su espalada por los empasmos. No lo negaria pero le gusta cuando Sanemi lo masturba y más si le esta dando por detrás eso si, nunca se lo confesaria.
Volvio al mundo sintio cosquillas en su vientre y una desesperación por querer masturbarse más rapido para alivianar el dolor de su glande pero de eso Sanemi ya se encargaria.
El de cicatrices penetraba más rapido al azabache y de igual manera aumento la velocidad de su mano. Un gemido ronco salio del más alto al venirse sacando su pene del agujero de su novio dejando caer unos hilos de su semen en la cama, nada que pueda limpiar rapido.
Por parte del pelinegro, sintio un alivio al sentir el espeso semen de Sanemi salir y quedarse dentro de el tambien al expulsar su propio semen que cayo en su abdomen.
No lo negaria, Sanemi le hizo el día y se lo agradecería otro día de la misma manera.
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Algo corto lose 😥 pero siendo sincero para este capitulo no se me ocurro mucho, talvez el siguiente sea más largo.
Chao.
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