Amor Por Casualidad©

Capítulo 21.

Dejo caer todo el peso de mi cuerpo sobre la silla y trato de poner atención a la clase que tengo frente a mi y sin embargó no logro hacerlo a causa de una persona que no a dejado de mirarme desde que puse un pie en el instituto, mandando a la borda mis buenas energías de hoy.

Marcus.

Siento que el puñetazo que le di no fue suficiente que incluso me están temblando las manos de volver a darle otros más, aún teniendo mis nudillos inchados valdría la pena.

—Olvídate de eso, Francine.

La voz suave de Joshua, me hace volver a la realidad.

—¿Olvidarme de que?

—No vas a golpearlo.

Giré mi cabeza aturdida a donde este estaba sentado mirándome fijamente, ¿como lo supo?

—¿Eres brujo? —solté con ironía.

—Tus manos están temblando. —señala mi mano con su dedo medio. —Y no has parado de mirarlo desde que llegaste.

—Joshua, quien no a dejado de mirarme es él..

—¿Y por eso tienes que mirarlo tú también?

Tragué saliva.

—Es que..

—¡Es que nada! —me susurra casi gritando. —Olvídate de él y si es posible hasta de su existencia, concéntrate en la clase que..¡somos los únicos que nos llevamos esta materia!

Lo miré boquiabierta y sorprendida por sus palabras.

¿Este es el mismo Joshua, o me lo cambiaron mientras dormía?

Aúnque todo lo que a dicho tiene sentido. Es la única clase que ambos no podemos sobrellevar a causa de ciertas personas.

—¿Estás bien? —pregunté abrumada.

—Si, y termina de juntar tus cosas que ya nos vamos.

Dicho eso la profesora dicta por finalizado la clase. Y me maldigo mentalmente porque no e escrito nada desde que llegué.

Agarre mis cosas y me puse en marcha detrás de él que salió casi corriendo del salón. Y cuando estoy por cruzar la puerta siento un golpe fuerte sobre mi brazo que me detiene y una figura pasa corriendo a mi lado, no tengo que decir nada más cuando sólo me mira con odio.

Desaparece en la multitud y suelto un suspiró.

—¡Muévete, Anderson!

De repente siento como Joshua estira de mi brazo para seguirlo.

—¡Porqué tienes tanta prisa hoy! —grité con suerte de que me escuchara.

No me responde y a cambio logro responderme por mi sola minutos después cuando salimos del edificio y veo a Jake esperando sobre su coche.

Bajamos las escaleras y me suelto del agarre de Joshua para luego cruzar mis brazos.

—Jacob, quería verte y yo.. —viró los ojos cuando del otro lado sale el rubio.

—Josh, no me dejes con..

—¡Nos vemos en la casa, Anderson!

Me ignora completamente.

Ya e perdido la cuenta de las tantas veces qué me a dejado tirada a causa de su novio y de hecho ya me estoy acostumbrando a estas cosas.

—¿Vendrás conmigo hoy?

Entrecierro los ojos, y lo miró.

—¿No te cansas?

—¿De qué? —pregunta confundido.