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Episodio 16. Este cobarde fanfarrón era más romántico de lo que pensaba.



"¿A dónde se escapó tu futura novia?"

Una sonrisa apareció en el rostro de Bordeaux mientras decía eso.

Parecía feliz de que su novia se hubiera escapado.

'No hay forma de que este hombre extraño y pervertido sea el príncipe'.

Tenía que ser así.

Incluso para el futuro del Imperio Ramsey.

"La boda fracasó y la novia se escapó. ¿Por qué estás tan feliz? ¿No te gustaba?"

"Me gusta esa señorita."

Bordeaux habló una vez más como para enfatizarlo.

"Me gusta desde hace mucho tiempo. No creo que me guste nadie más que ella".

"..."

Me quedé sin palabras porque sentí sinceridad hacia él por primera vez.

Había sinceridad en sus palabras de que le gustaba esa mujer.

"No importa si se escapó. Porque planeamos encontrarnos de nuevo".

"¿Sabes adónde se escapó?"

"Hay una manera de averiguarlo si quieres saberlo".

Di en el clavo en Bordeaux.

"¿No se escapó porque no le agradabas?"

De lo contrario, no habría necesidad de huir antes de la boda.

Cuanto odio a mi marido... Tsk.

Fue entonces cuando el cuerpo de Bordeaux, que miraba hacia adelante, se movió hacia mí.

Me dio un golpe en el hombro y me hizo mirarlo.

"Renée, mira con atención. Soy guapo."

La pregunta era extraña, pero no estaba mal, así que asentí.

Además, yo no era el tipo de persona tan vanidosa como para no admitir que era guapo.

"Y también soy un hombre de negocios que gana mucho dinero".

"Dijiste eso, así que confiaré en ti por ahora".

Los ojos de Bordeaux se entrecerraron cuando le di una pizca de incredulidad.

Sin embargo, no me molesté en cuestionar ese punto y continué con mis palabras.

"¿Por qué me odiarías porque soy perfecto?"

Volví a dar en el clavo.

"Pero te falta algo".

Bordeaux ladeó la cabeza como si preguntara qué era eso.

Respondí de inmediato.

"Tenacidad."

"¡...!"

Bordeaux, sorprendido, parpadeó como si no pudiera creerlo.

En lugar de consolarlo, que estaba avergonzado, seguí hablando.

"Si sigues mintiendo, es posible que tu nariz crezca más".

"Oye, cariño, no, Renée. Creo que entendiste mal algo..."

Bordeaux, que había dicho eso, parecía avergonzado y gimió.

Mi hijo murió.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora