Capítulo 41

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Almendra

Llegamos a la playa, no puedo explicar con palabras lo hermoso que es el lugar. La arena blanca, el agua por demás cristalina, los acantilados, la fachada de los edificios que se ven costeándola... Estoy fascinada con cada rincón, me siento en la arena y sigo disfrutando el paisaje, con los dedos de mis pies juego con la arena y sonrío cuando el sol me da en la cara, hace mucho no me sentía así, además jamás en la vida había podido estar en un lugar como este, Jackson siguió caminando y cuando se percató que no lo seguía, se dio vuelta y se me quedó mirando con cara de circunstancia.

Almendra- ¿Qué?

Jackson- ¿Qué hacés sentada allí?

Almendra- Me senté. ¿No vinimos a eso?

Jackson- Si y no. Tenemos que seguir caminando. Dale, Almendra.

Almendra- ¡Ay, Jackson! Quedémosnos un ratito más. ¿Dale? -hago el gesto con la mano, para que se siente. -Siéntate vamos. -bufa con fastidio y se para al lado mio, no atina a sentarse, por ende, lo agarro de la mano y lo tiro para abajo, haciendo que caiga de cola y me mire con esos ojitos celestes furiosos. -Tendrías que apreciar más el paisaje, no puedes ser tan ...

Jackson- ¿Tan qué?... Termina la frase que comenzaste...

Almendra- idii lis pirsinis qui ni tirminin li frisi...

Jackson- Yo no hablo así.

Almendra- No es porque hablas así es porque sé qué vas a decir "Odio a las personas que no terminan la frase" Es un cliché tuyo.

Jackson- Qué molesta que eres...

Almendra- Mentira. En fin ¿Qué tenemos para hacer hoy?.

Jackson- Quiero llevarte a que conozcas un lugar y que veas a alguien.

Almendra- ¿A quién?

Jackson- Es una sorpresa.

Almendra- Bueno, no puedo esperar más. Podemos irnos. -digo levantándome de la arena y sacándome la arena de las piernas- Vamos, Jackson- lo apuro pero él mira para otro lado.- ¡JACKSON!

Jax- Ahora soy yo el que no quiere...

Almendra- Ok - digo y comienzo a caminar en con mi bikini y mi pareo moviendo mi cuerpo seductor. Rogando que alguien en la playa me mire y que le llegue al ego. Y así fue...

Hice unos pasos y unos hombres que jugaban a la pelota, la tiran para mi lado, dejo que siga de largo y uno de ellos comienza a trotar hacia donde se fue la pelota para ir a buscarla. Pasa por atrás mio y me sonrie, me dice algo porque no paré la pelota y me río fuerte. Doy vuelta la cara y Jax sólo mira de lejos. El hombre pasa por adelante mio con la pelota en la mano y se detiene para preguntar mi nombre, detengo mi paso y le respondo.

Almendra- Almendra, mi nombre es Almendra. ¿El tuyo?

Hombre- ¿Quizás te lo pueda decir hoy a la noche en la cena? ¿Te parece? -siento una mano grande en mi cintura y sonrío porque sé que es Jackson y además la cara del hombre es un poema.

Jackson- La única cena que podrás tener es con mi mano si no te vas en cinco segundos de aquí.

Hombre-  Bueno, reina. Llegó el ogro. Te dejo, ojalá nos volvamos a encontrar. -me guiña un ojo y Jax amaga con acercarse a él, inmediatamente el chico desaparece.

Almendra- ¡No sabía que existía un Jackson celoso! ¡Me encanta!

Jackson- Esto no es un Jackson celoso, no te gustaría conocerlo, así que no lo busques. 

Almendra- Bien, trataré de no hacerlo.

Jackson- Vamos que llegaremos tarde. 

Horas más tarde...

Luego de un largo viaje la joven pareja volvió al hotel. Almendra decidió irse a bañar, se sentía muy cansada y no lograba recuperar la energía de haber paseado tanto y de haber caminado por grandes caminos de piedra y playa. Jackson tomó su ordenador y se sentó en el escritorio para poder chequear algunos mails y entrar en la plataforma de la empresa. Hacía varios días que no hacía nada relacionado al trabajo, por primera vez en años. Estaba muy concentrado hasta que el ruido de la puerta del baño llamó su atención.

Almendra- He dormitado un poco mientras me bañaba, creo que me acostaré directamente, no comeré nada.

Jackson- Debes comer, Miller. -dijo y su esposa lo miró asombrada, todavía era difícil comprender el lugar que ocupa ectualmente en su vida.- No dejaré que te acuestes y que no comas. Puedes acostarte y más tarde te despertaré. Pediré servicio al cuarto.

Almendra- Bien, Jackson. Como quieras. 

Almendra se acostó en el sillón del living y quedó dormida inmediatamente. Jackson quitó sus ojos de la pantalla de la computadora y los puso sobre el cuerpo de la joven. Sintió cómo de repente todo dejaba de tener sentido y su corazón latía más fuerte. Una sensación que no había experimentado antes. Se levantó luego de unos largos minutos y fue directo a ella. La levantó en sus brazos, estaba completamente dormida y la llevó hasta la cama. La acomodó, la tapó y se acostó junto a ella. No quería pasar su tiempo en otro lugar.

El sonido de un celular se escuchaba a lo lejos, Almendra se encontraba profundamente dormida pero lo escuchaba en sus sueños. Estaba en una casa antigua, el lugar estaba oscuro, no había nadie alrededor, parecía una casa conocida pero, en realidad, jamás había estado allí. Escucha que alguien llora y se acerca a una habitación, es su madre que se encuentra sentada en la cama llorando. Ella se acerca, le pregunta qué sucede y su madre no contesta. Clava su mirada en la de Almendra y sonríe, acaricia su mejilla y balbucea un "Sólo trataba de protegerte" siente como de la nada comienza a zamarrearla. Se despierta y quien la zamarrea es Jax, deja de hacerlo en cuanto l ve despierta.

Jackson- ¿Estás bien?

Almendra- ¿Qué te ocurre? ¿Qué pasó? -dice al tocarse la mejilla mojada. Había estado llorando.

Jackson- No sé qué soñaste pero, estabas llorando desconsoladamente. - él dice eso y ella se acurruca entre sus brazos.

Almendra- Sólo fue un sueño. Uno que nisiquiera comprendo.

Contrato, matrimonio y algo más.Where stories live. Discover now