¿Antes de la creación viene la destrucción? No lo creo. "GokuxOC" |EDITANDO|

■04■

Llegamos a las montañas. Lejos de la ciudad, una pequeña casa estaba situada, todos aterrizamos fuera. Goku entró a esa casa primero, luego el niño. Piccolo y yo nos quedamos afuera, yo no quería entrar como si nada, hasta que escuché el grito de una mujer.

—¡Hasta cuando vas a molestar a mi querido Gohan!—grita esa mujer. Asomo mi cabeza para observar a una linda mujer que... esperen, ¿quién es ella?— Gohan tiene que estudiar.

Goku se veía nervioso.

—¿Por qué no entrenas solamente con Piccolo?—pregunta la mujer.

—Necesitamos a Gohan para entrenar...—dice Goku.— Dentro de tres años la tierra estará en grave peligro.

—¡Nunca has trabajado!—le reclama la mujer.— Ni siquiera has traído dinero a esta casa...

La mujer comienza a llorar exageradamente. Pongo los ojos en blanco y observo como Goku se incomoda. ¿Es que ella no lo ve? Goku quiere proteger la tierra... Si no entrena, no habrá trabajo en el que Goku pueda estar ya que todos morirán.

—No me digas eso, por favor. Además, no creo que te importen más los estudios de Gohan que la tierra.

—¡Así es! Me importa más el futuro de nuestro hijo...

¡Hijo! ¡Mierda! Goku tiene esposa y un hijo, ¿Pero qué...? Diantres. ¿En qué estaba pensando antes?

—¿Sorprendida?—pregunta Piccolo, yo lo miro mal.

—No.—digo seca.

—¡Vamos Milk! No seas tan bromista.—dice Goku e intenta darle un suave golpe a Milk pero ésta sale volando de tan grave golpe. Yo me tapo la cara de vergüenza. ¡Ay Goku!

—No sabía que los Saiyajin tenían un punto débil.—dice Piccolo. Yo me muevo incómoda en mi lugar.

—Tal vez deba irme.—digo en voz baja. Piccolo me mira.

—Goku te espera, no sería correcto que te fueras así sin decirle nada.—dice él. Yo asiento con la cabeza y me quedo donde estoy.— Veo que eres una persona con grandes modales, ¿quién eres?

Yo lo miro. No quiero decirle, no debo decirle.

—No creo que sea conveniente.—le comento. Piccolo me mira curioso.— Aunque sé que si lo supieras, dejarías de desconfiar en mí como lo haces ahora.

Piccolo sonríe de lado.

—No lo creo.

Pongo los ojos en blanco y me limito a estar callada, pero Piccolo no se conforma con mi respuesta.

—¿Eres algún extraterrestre?—pregunta. Yo lo miro divertida.

—No.

—¿Qué eres?

Hago una mueca de disgusto al escuchar esa pregunta. "Qué" y no "Quién" como si fuera un monstruo.

Solo soy un dios exiliado.

—No te lo diré, por si quieres comenzar a investigarme pero solo te advierto una cosa, no te metas en mi terreno o realmente lo lamentarás.

Piccolo me mira con odio, una gota de sudor recorrió su frente y así dejó de hablar para esperar a Goku, que llegó después de unos minutos.

—¡Chicos! Ya regresé.—dice Goku contento.— Podemos entrenar.

—Yo no... —intento decir algo pero no sé qué.

—No creo que sea conveniente entrenar con ella.—dice Piccolo disgustado con mi presencia.

—¿Por qué?—pregunta Goku.