ghost | song mingi

007

"Parque Seongchon"

Esas palabras resonaban en la cabeza de Choi Sujin, quien durante todo el camino se sintió ansiosa. Recordaba con exactitud aquel reportaje en las noticias de hace un par de semanas, la reportera mencionó aquella locación como el último lugar en donde se había visto al joven desaparecido.

Wooyoung aparcó su auto en el estacionamiento de aquella residencia privada y el grupo se dirijo a la entrada principal.

—¿Te encuentras bien? —Preguntó Mingi en voz baja a la chica.

—Descuida, solo estoy algo nerviosa de ver a tanta gente desconocida.

—Si te sientes incómoda, házmelo saber y volveremos a casa.

Aunque no recordaba, Sujin siempre asistía a ese tipo de eventos, provenía de una familia prestigiosa, la cual todo el tiempo tenía fiestas en lujosas residencias. La mayoría de veces terminaba huyendo de aquellos lugares y volviendo a casa por su cuenta, en algunas otras ocasiones salía a pasear por la ciudad con su hermano menor. Sus padres jamás notaron su ausencia, no hasta su muerte.

•

Al entrar al lugar, fueron inmediatamente recibidos por su anfitrión, Cho Hyeonseok, al igual que por varios de los compañeros de la universidad que se encontraban en aquel lugar. Song Mingi era el centro de atención, nadie esperaba su aparición tan repentina después de un año sin asistir a fiestas.

—Vaya, Mingi es muy popular. —Comentó Sujin al verlo permanecer tranquilo entre tanta gente.

—Solíamos salir a fiestas cada semana hace algunos años, no se perdían una sola. —Respondió Yeosang.

—Woah, debe ser muy cansado. Tú eres introvertido, ¿no es así?

El mayor asintió como respuesta. —Estoy aquí por Wooyoung, él realmente quería venir.

—Ustedes dos son muy lindos juntos. —La chica río.

—¿Quieres ir por algo de beber? —Preguntó con las mejillas sonrojadas, evadiendo el comentario.

Había pasado cerca de una hora y el par de jóvenes seguía en la barra tomando diferentes bebidas, esperando alguna señal de sus amigos, quienes se habían perdido entre la multitud.

—¿Podría darme otros dos de estos? —El mayor llamó a uno de los camareros de aquel lugar. —Esta fiesta comienza a aburrirme.

La chica asintió sin decir más. Mientras tomaban sus respectivos tragos, Yeosang trataba de formular una forma de interrogar a la chica sin parecer extraño.

—Sujin-ah.

—¿Mmh? —Tomó un sorbo nuevamente.

—¿Has logrado recordar algo sobre tu vida?

Sintió un escalofrío al escuchar aquellas palabras. Antes de siquiera poder formular algo, una alta figura se posicionó junto a ellos.

—Wooyoung te busca como loco, está en la pista. —Mingi se dirigió a su amigo. —Ve con él, yo me quedaré con Sujin.

El chico obedeció, dejándolos solos.

—Perdón por dejarlos solos, no fue mi intención.

—Descuida, sé que eres muy popular.

—No lo soy. —Respondió tímido. —Vamos, te mostraré el lugar.

Le ofreció su mano, ella la tomó y caminaron por el lugar hasta llegar al salón principal. Había música a un volumen excesivo y luces por todos lados. Se dirigieron a uno de los balcones del ligar, el cual tenía una hermosa vista del río Han.

—Sujin, ¿cuánto bebieron Yeosang y tú?

—No mucho... creo. —Bajó la mirada y se sorprendió al notar que aún sostenía la mano del chico. —Lo siento.

Él rió ante su acción.

—¡Vaya! Song Mingi realmente volvió a las fiestas. —Dos figuras conocidas se acercaron. Jo Yoona y Kwon Minju, sus compañeras de clase.

—Jo Yoona, parece que estás en todos lados.

—En realidad, buscábamos a Wooyoung, ¿sabes dónde está?

—Me parece que se fue a la pista junto con Hyeonseok y Yeosang.

—Gracias... —Hizo una pequeña pausa, miró a la chica de vestido blanco y de volvió a dirigir al peliazul. —¿No nos vas a presentar a tu amiga?

—Oh, lo siento, que tonto. Yoona, Minju, ella es Choi Sujin. —Tomó a la chica de la cintura con delicadeza y la acercó a sus compañeras. —Sujin, ellas son Jo Yoona y Kwon Minji, estudiamos juntos.

—Mucho gusto. —La más joven hizo una reverencia, ambas la correspondieron.

—Woah, eres muy bonita. —Dijo Minju en un tono sincero, provocando que se cohibiera.

—Oh, miren, allá está Wooyoung. —El chico señaló a un cuerpo entre la multitud dentro del salón. El dúo agradeció y se despidieron antes de volver al interior del edificio.

Sujin tenía su cuerpo apoyado contra el gran barandal de aquel balcón, con su mejilla apoyada en su mano izquierda. Su mirada vacía parecía iluminarse por un momento ante el reflejo de la luna sobre aquel gran río, tenía un brillo de tristeza en sus ojos oscuros.

Mingi la observaba intrigado, quería saberlo todo sobre ella, lo que pasaba por su mente, de dónde provenía, quién era su familia, pero no sabía por dónde empezar. Se posicionó junto a ella y tomó el valor para hacer una pregunta.

—¿Realmente no recuerdas nada sobre tu vida?

—Hay algo que ha estado viniendo a mi mente estos días. —Dijo sin dejar de mirar por el horizonte. —Pero no sé si es real.