Sign Of Love - James Potter

10.We are (not) just friends

James y Lottie se encontraban en uno de los pasillos menos transitados de Hogwarts, un lugar que habían descubierto en sus paseos secretos después de clases. Ambos se miraban con una sonrisa en el rostro y sus manos jugando mientras sus cuerpos permanecían cerca.

—¿Sabes que hoy vi a Peeves intentando meter un sapo en la sopa del almuerzo? —comentó Lottie riendo al recordar la escena.

James respondió con una expresión divertida. —Ese poltergeist no sabe cuándo detenerse. Aunque, ¿sabes? No me importaría comer sopa de sapo si significa estar contigo en el comedor.

La rubia rodó los ojos, pero su sonrisa traicionó lo que realmente sentía. Cada momento con él era especial, y le encantaba la forma en que él lograba hacerla reír, incluso cuando intentaba actuar serio.

—Eres un idiota—le respondió, dándole un ligero empujón en el hombro, pero sus ojos brillaban con afecto.

—Lo sé—se inclinó un poco más cerca—. Pero soy tu idiota, ¿no?

Antes de que  pudiera responder, el de gafas ya había acortado la distancia y la besó. Sus labios se encontraron con suavidad, como si cada vez que lo hicieran fuera la primera. Lottie se perdió en el momento, sus manos subiendo para enredarse en el cabello de James, mientras él la rodeaba con sus brazos, atrayéndola más cerca.

El pasillo estaba en silencio, salvo por el susurro de sus respiraciones y el eco lejano de las risas de algunos estudiantes que pasaban cerca. Se separaron solo un instante, ella aprovechó para tocar su nariz con la del másalto, en un gesto tierno que lo hizo sonreír.

—Deberíamos volver antes de que alguien nos vea —dijo ella, pero no se movió, disfrutando del exquisito aroma del perfume del contrario

—¿Volver? ¿Y perderme estar contigo aquí sin interrupciones? —James hizo un puchero exagerado—. No, gracias.

Rió en silencio, su mirada fija en él. —Eres imposible.

—Y tú eres preciosa—respondió sin dudar, inclinándose para darle otro beso rápido

Pasaron varios minutos más así, robando besos en la intimidad de su rincón secreto, compartiendo historias y risas. Hablaban de cosas sin importancia: del próximo partido de quidditch, de cómo McGonagall los había sorprendido en clase esa mañana, o de los sueños que tenían para cuando se graduaran. Pero para ambos, cada palabra era significativa, porque la compañía del otro hacía que todo lo demás pareciera perfecto.

Cuando finalmente decidieron regresar, tomaron caminos separados, pero no sin que James le robara un último beso: —Nos vemos esta noche, en el mismo lugar.

✨️🌊✨️

En la habitación de Cameron y Severus el ambiente estaba relajado. Los libros y pergaminos estaban esparcidos sobre las camas y el suelo y todos se concentraban en sus deberes. Lottie revisaba un libro de encantamientos mientras Marlene y Dorcas intercambiaban miradas cómplices.

De repente, Marlene alzó la voz con una sonrisa traviesa mientras llamaba la atenciónde la rubia. —A ver, Lotts, ya basta de deberes. Lo que realmente quiero saber es... ¿qué pasa entre tú y James?

Lottie sorprendida por la pregunta se sonrojó. Dorcas, que estaba sentada al lado de Marlene, asintió con entusiasmo. —Sí, porque de amigos, ya no parecen mucho, pero tampoco lo han hecho oficial. ¿Qué son entonces?

La atención de todos en la habitación se centró en la Hufflepuff, y ella sintió sus mejillas arder aún más. No sabía cómo responder. James y ella habían pasado mucho tiempo juntos, pero no habían puesto un nombre a lo que eran. No eran exactamente novios, pero tampoco solo amigos.