Capitulo 24

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—Nunca subestimen a su enemigo, incluso si creen que son mas débiles que ustedes

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—Nunca subestimen a su enemigo, incluso si creen que son mas débiles que ustedes. Siempre deben ir un paso adelante—Kreese dio inicio a su clase con aquellas palabras.— Esa es la unica forma de garantizar una victoria ¿Esta entendido?

—¡Si, sensei— Confirmaron todos sus estudiantes

John Kreese asintió sin mostrar emoción en su rostro—Bien. Ahora veamos si de verdad entendieron la lección—El camino hacia el tronco que estaba en medio del dojo, la cual tenia un bonsái en la parte superior—Quiero que derriben esa planta de arriba. Rojo tu empiezas.

El chico pelirrojo asintió y se puso en posición de combate. Trato de arrojarlo, lanzando una patada, solamente logrando caer al suelo.

—Patético—Kreese lo observo con desagrado—Rickenberger, enséñale—Ordeno al chico de cabello castaño.

El asintió y también lanzo una patada, la cual estuvo aun mas cerca de lograr su objetivo. Aun así, la planta se mantuvo intacta en su lugar.

El chico se levanto del suelo, quejándose por el dolor de su brazo.

—Deja de quejarte—Hablo con irritación.

—Esa patada fue genial—Le susurro Halcón a la chica de ojos verdes que observaba todo en silencio.—¿Cómo eso no fue suficiente para derribar el árbol?

Emma no respondió, en cambio dio un paso adelante con seguridad. Llevándose la atenta y curiosa mirada de su sensei.—Yo lo derribare, sensei

—Bueno ¿Qué esperas?

Ambos chicos tenían algo en común, quisieron derribar directamente el árbol. Pero para obtener su meta, era necesario derribar lo que se interponía en su objetivo.

Emma avanzo con seguridad, quedando a solo centímetros del gran tronco.

—¿No quieres tomar impulso?—Pregunto el mayor, posicionando sus manos en el cinturón de su Gi.

—No lo necesito—Contesto con un leve tono de arrogancia en su voz.

Ella volteo su mirada al árbol y le proporciono una patada en la base del tronco. Lo que hizo que se tambaleara y derribara en la colchoneta. Haciendo que la maceta en donde se encontraba el bonsái cayera y se separa de la planta.

Por un leve segundo lo único que se escucho en el dojo, fue el sonido de la maseta girando en el suelo.

El sonido fue interrumpido por la risa de John Kreese—Nada mal—La felicito.—No esta nada mal.

Emma sonrió orgullosa, mientras volvía a su lugar.

—Pero hizo trampa—Se quejo el chico que seguía sosteniendo su brazo.

—No. No lo hice—Corrigió la rubia de mala gana—El sensei nunca dijo que debíamos golpear directamente al árbol. 

—Es cierto. No hizo trampa.—Apoyo Kreese mientras le daba una mirada de advertencia al chico para que cerrara la boca— A diferencia de ti hizo exactamente lo que le pedí que hiciera—El hombre empezó a caminar por el dojo—Si tu mente es ágil, tu también. Esa es la mejor manera de vencer al enemigo. —Aclaro mientras observaba a cada uno de sus alumnos— No solo con fuerza bruta. Debes luchar con inteligencia.—El observo fijamente a Emma, quien lo observaba con una leve sonrisa en sus labios—Haz eso y siempre estarás en la cima

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