- Edward? - no lo podía creer parado frente a mi se encontraba mi ex-esposo, llevaba una camisa de manga corta y vaqueros y esa mirada de "voy a acabar contigo" no dejaba sus ojos - Edward - repetí más segura, poniendo los hombros rectos y una mirada lo suficientemente seria para demostrar que no tenía miedo, aunque eso no era del todo cierto.
A mí cabeza llegaron todas las imágenes de los momentos que viví junto a mi ex- esposo y no eran para nada agradables sino más bien todo lo contrario y todo parecía indicar q podría empeorar.- Que estás haciendo viva? - fue su primera frase luego de unos interminables minutos de silencio - Qué demonios haces viva?!
- No es necesario q grites - intente tranquilizarlo.
- Que cara...?!- se interrumpió a mitad de frase, al parecer estaba aún mas molesto que antes - Sabía q eras una maldita mentirosa pero no esperé tanto de ti - y ahí estaba el Edward q conocía, el Edward que nunca había podido ser algo mejor que un idiota conmigo - fingiste tu propia muerte - comenzó a reír de manera irónica - eso es demasiado incluso para ti jajaja - ahí está otra vez esa risa irritante.
- Puedes por favor dejar de armar un escándalo en la puerta de mi apartamento, tengo vecinos.
- Vecinos?! Acaso ellos saben una mierda de ti. Saben que eres una mentirosa con tendencias psicópatas. Q te gusta ir cortando los frenos de los autos, que secuestras niños e intentas hacer al resto de las personas tan miserables como tú.Estaba bien! Esa había sido la gota que derramo el vaso, es cierto que durante gran parte de mi vida había sido miserable pero también era verdad q gran parte de mi sufrimiento lo había provocando él.
Él, con sus mentiras, con sus palabras, con sus acciones y sus desplantes, el había sido el causante de algunos de mis mayores males y aún asi tenía el valor de hablar así de mi.- Tu eres la persona menos indicada para hablar de mi. Es cierto que no soy perfecta pero tú... Tu dejas mucho q desear. Eres un misógino de mierda q cree q las mujeres somos su juguete, un desconsiderado que no muestra arrepentimiento jamás, jugaste conmigo desde que tengo memoria pero aun así yo soy quien está mal. No puedo creer lo que dices.
- Jugar contigo...? Tu ni siquiera me agradabas.
- Ese era exactamente el problema, si no te agradaba por qué me besaste, porque me dijiste que te gustaba, porque apostaste con mis sentimientos. - hice una pausa mientras veía su cara de confundido. - ni siquiera sabes la mitad del daño que me hiciste, no sabes nada de mi - trague saliva, el nudo en mi garganta se hacía más pesado - en todo el tiempo que estuvimos casados no te importo conocerme o siquiera intentar tolerarme, para ti siempre fue más fácil ir por tu cuenta y dejarme de lado - para ese punto las lágrimas corrían por mis mejillas, estaba llorando de rencor y rabia contenida, estaba dirigiendo mis emociones negativas hacia la persona correcta por primera vez en años y eso me hacia sentí liberada de una carga que habia cargado durante demasiado tiempo.Entonces lo escuché, maletas callendo al suelo y la voz de Jacques diciendo mi nombre con su característico tono profundo y calmado.
- ¿Any? - no podía ser cierto, podía pasar de todo menos eso, que hacía él aquí, que tanto había escuchado de la conversación con Edward, que tanto sabía de la antigua Any?...
- Any? - la expresión en el rostro de Edward no presagiaba nada bueno - cierto, es así como te haces llamar ahora... Y este quien es? La próxima víctima? - hizo una pausa, mientras yo sentía q todo lo que había construido en los últimos años se desmoronaba y caía en pedazos.
- Any, quien es este hombre? - por cosas como está amaba a Jacques, el esperaba mi respuesta, quería una explicación de mi parte pero yo apenas y podía hablar, las palabras se atoraron en mi boca, estaba en shock y aunque quería explicarle todo no podía emitir más que pequeños sonidos inentendibles.
- Soy su exesposo - respondió Edward en mi lugar - o su esposo aún no se bien, dado el caso de que ella murió hace algunos años - terminó la frase con una expresión cargada de ironía.
- No te conozco, pero creo q te equivocas de persona.
- No me equivoco para nada, eres tú quien no la conoce verdaderamente, y si quieres un buen consejo, alejate de ella, amigo - hizo una pausa como si dudará en dar la estocada final, que acabaría con mi nueva vida para siempre - Amelia Bustamante nunca ha sido y nunca será una buena persona, pero te aseguro que tampoco le interesa mucho serlo, y a está ¿Any? No creo que merezca la pena conocerla siquiera, después de todo, no es más que una psicópata obsesiva y eso no es algo que se pueda cambiar - eso fue lo último que dijo antes de irse, y para cuando quise levantar la mirada y decirle algo a Jacques el también había desaparecido del pasillo que conducía a mi apartamento, había desaparecido como si nunca hubiese estado allí, quizás mi mente me jugaba una mala pasada, quizas todo era una gran mentira, quizas una pesadilla...tenía esa falsa esperanza.Corrí al teléfono e intenté llamas a Jacq pero fue en vano, me envió a buzón de voy unas diez veces antes de que llegaste un mensaje de texto a mi móvil.
" Any... necesito tiempo para pensar"
Pensar?... Pensar el que?...Que más necesitaba pensar?
Con una simple frase había hecho de mi mente un laberinto sin salida. Todo a mi alrededor dejo de importar, deje de escuchar más allá de los latidos de mi propio corazón y el profundo silencio que envolvía mi apartamento.
Esas preguntas no dejaron de repetirse en mi mente durante horas y horas.
En la lejanía escuché a Isabella tocar mi puerta, la escuché hablar algo sobre Edward, escuché voces en el pasillo, mi vecino recibiendo un paquete.
Escuché todo lo que sucedió fuera durante segundos que se volvieron minutos y luego horas escuché incluso el silencio cada vez más profundo que se volvió insoportable y en la madrugada sin saber exactamente a qué hora no lo soporte más.
Salí a la calle fui a un bar de mala muerte en el centro, solo llevaba en mi cartera algo de dinero, mi identificación y mi movil, con eso era más que suficiente, solo queria emborracharme.
Beber y olvidar la mierda que era mi vida, las cosas que había querido olvidar y aún asi habían regresado a mi, quería olvidar todo y caer borracha y sin dolor.
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-M-La ví salir de su casa, eran casi las tres de la madrugada y aunque siempre estaba vigilando, esperando por el momento oportuno no espere q resultaría tan facil, que caminaría directo a la boca del lobo.
No había tenido que presionar para que viniese a mi ella sola había salido. Así que solo debía seguirla, pronto cumpliría con mi trabajo, la haría pagar por todo el daño que había provocado. Por cómo había arruinado mi vida, estoy seguro que nadie podría extrañar a una escoria como Amelia Bustamante.
Cuando entre al bar detrás de ella, la oscuridad del lugar me molesta al comienzo no estaba acostumbrado a estos lugares con tantas personas y el ruido, pero por esta vez lo utilizaría a mi favor.
Estaba en la barra, había estado contado, iba por su quinto trago en menos de media hora, era el momento perfecto para acercarme. Camine despacio, me acerque a su nuca y susurré lo suficientemente alto para q solo ella me escuchase.
- Al fin nos vemos en persona...
- Qué...? - no había terminado la frase cuando la dejé inconsciente y la saqué del bar entre el bullicio y las personas. Era el momento perfecto para ajustar cuentas antes de encargarme de ella debidamente...

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Fantasmas del pasado
RandomTodos hemos cometido errores alguna vez, todos nos hemos equivocado en algún momento y todos nos hemos arrepentido de algo. A mí como a todos me ha sucedido, y como todos he querido ser una mejor persona y dejar el pasado atrás, pero, que se ha de...