"Espadas de la libertad" (one shot)

Cap 1: "Un objetivo claro"

*Verus se encontraba sentado en un tronco caído en medio del bosque, pero su mente desde luego que no se encontraba allí. Sus pensamientos eran difusos, recordando aquella carta que le había dado su padre antes de morir misteriosamente: "de seguro tendrás muchas preguntas en este momento, y no puedo respondertelas en esta carta, es demasiado peligroso para tí. Lo único que debes saber ahora es que, aunque no tengas ojos, tú podrás ver la verdad." La carta seguía con vagas explicaciones, pero está parte es la que más hacía resonar la mente del chico.*

Verus: ¿Ver la verdad...? ¿A qué se refiere con eso? No te entiendo papá.

???: ¡Oye niño! Ya estás preparado? *Se escuchó a lo lejos una voz ronca que interrumpió sus nublados pensamientos.*

Verus: Oh, s-sí señor Gergan, ¡estoy listo! *Dijo levantándose de golpe y mirando en dirección de dónde escucho el grito.*

Gergan: Te tardaste demasiado, así jamás dominaras tu arma mágica, ni mucho menos te convertirás en un caballero. *Decía en forma de reproche hacia el joven.*

Verus: Lo siento, es que...

Gergan: ¡¡No te disculpes!! Un verdadero caballero debe aceptar las consecuencias de sus acciones. *Interrumpió a Verus, y el enojo se notaba en el tono tan grave de su voz.*

Gergan: Pero basta de charla, comencemos con tu entrenamiento. Recuerda que solo acepte entrenarte porque tú padre era un gran amigo para mí... *En su voz se pudo sentir un toque algo melancólico, recordando por unos instantes lo valioso que era el padre de Verus para él. Luego, volviendo a la realidad, le lanzo repentinamente una espada a las manos del chico, pero como este no se lo esperaba, y tampoco podía ver, termino golpeando sus manos.*

Verus: ¡Auch! *Se coloco en cuchillas, resentido ante el intenso dolor*

Gergan: ¡Verus! ¿Estás bien? Perdóname niño... *Se acercó a él muy preocupado por su bienestar.*

Verus: ¡Ja! ¡Te engañe! ¿No dijiste que un verdadero caballero no debería disculparse? *Dijo con una sonrisa burlona en su rostro, mientras el hombre gruñía por haber caído en su engaño.*

Gergan: Ya olvídalo, concentrémonos en lo importante: si quieres dominar el poder de esa espada magica que te dí, el primer paso es tener un objetivo claro para usarla. ¿Sabes a lo que me refiero?

Verus: ¿Un objetivo claro? *Se quedó analizando esas palabras por unos cuantos segundos, los que se sintieron como un eterno silencio.*

Gergan: Sí, tú de seguro también lo notaste en ti mismo. No tienes un objetivo de verdad. Dices que quieres ser un caballero, pero también quieres descubrir lo que le ocurrió a tu padre, ¿No es así?

Verus: Supongo que tienes razón. *Dijo en un tono depresivo, como si la realidad lo hubiese golpeado de repente. "¿Qué quiero en verdad?" Pensó, mientras muchas respuestas se le venían a su desordenada y confundida mente. "Ser un caballero" le decía ese niño valiente que fue él hace unos años. Pero había otra voz, una más fuerte que casi lo obligaba a escucharlo, aunque este se negara: "Encontrar al asesino de mi padre".*

Verus: Yo quiero... *La espada que sostenía en sus manos comenzó a activarse, se volvía de un tono rojo oscuro, como el vino. Sin embargo, esto solo duró un par de segundos, antes de apagarse por completo.*

Gergan: Ahora lo ves, no sabes lo que quieres, y sin eso jamás podrás controlar la magia de tu espada. Piensa en tu arma como una herramienta, si no sabes para que la vas a usar no tiene ninguna utilidad.

Verus: Lo entiendo, pero no es tan sencillo. *Dejaba caer sus brazos en señal de derrota, algo que le ocurría muy a menudo cuando encontraba un problema que no sabía cómo superar. Al ver esto, Gergan supo que debía hacer algo para que saliera de ese estado, y le lanzo una piedra a su hombro, lastimando al chico.*