Epílogo

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El olor a medicamentos seguía invadiendo las fosas nasales de Rosaline que respiraba con pesadez. Pues el dolor que estaba experimentando era de otro mundo, sentía cómo si algo dentro de ella se moviera brutalmente. Pero se negaba a dar a luz sin Luke, habían hablado sobre este momento varias veces y él prometió estar a su lado.
-¡Necesitamos que nos colabores, Rosaline! ¡Tu bebé puede estarse ahorcando en tu vientre, intenta pujar!-gritó el medico encargado.
-¡Primero dejen pasar a Luke!
-¡No estas entendiendo, él no puede entrar!
-¡Claro que puede, doctor!-contestó con furia, ellos no podían hacerle eso.
Fue criada únicamente por su madre y eso le daba aquella característica de valentía, venía en la sangre.
-¡Sólo puja, mujer de Dios, es tú hijo!
Rosaline no se dio por vencida, dirigió una mirada a su madre quien le sostenía la mano en muestra de apoyo.
-Mamá... Permite que entre Luke, lo necesito.
Ella asintió y le habló con sutileza al doctor quien no dudó en aceptar. Para él todo era mejor con paz.
Su madre levantó los pulgares hacia Rosaline y ella soltó un suspiro tremendo al ver entrar a Luke por aquellas dos puertas, tenia algo colorido en sus manos pero no le prestó atención a lo que depositó en aquella mesilla. Sólo se concentro en su presencia.
Luke tomó la mano contraria a la que sostenía la señora Russó y presiono sus labios contra los de Rosaline.
-Lo harás muy bien, princesa.
Ella suspiro y lentamente se dejó inducir por los doctores y enfermeros.
El dolor era inmenso y terriblemente desgarrador, pero sabia que valdría la pena.
Pujaba con fuerza y gemía de dolor valdrá la pena, se decía una y otra vez...
Y entonces después de tanto dolor escuchó el llanto, era la cosa más hermosa que pudo haberle pasado, Soy madre.
-Felicitaciones, princesa-susurró Luke. Ella finalmente abrió los ojos y percibió lágrimas en el rostro de Luke y su madre.
-¡Soy abuela!-celebró su madre.
Rosaline sonrió mientras que una de las enfermeras después de limpiar algo de sangre de su rostro y calmarlo parcialmente; se acerco hasta ella para depositar en sus brazos aquella cría.
-Felicitaciones, es una niña. Y se parece a su padre...-susurró a Rosaline una vez que lo puso en sus brazos.
Santa mierda.
No podía creerlo.
Era imposible.
Dios santo.
No era rubia...
¡ERA CASTAÑA!
No era ojos verdes o azules...
¡ERAN CASTAÑOS!

-Tienes que ver esto, Luke...

Y por supuesto que él tampoco creyó lo que vio.
Era hermosa se veía tan tierna y delicada, pequeña y frágil, sencilla y perfecta...

Es hija, son mis princesas ahora.

Pero aún así... ¿Por qué no era rubia?

Unpopular Ross (#2)Место, где живут истории. Откройте их для себя