capitulo 6

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El calor del aire me golpeaba el rostro mientras me quedaba allí, inmóvil, escuchando los disparos a lo lejos. Nick estaba aprendiendo a disparar y Jeremiah, el padre de Troy, le enseñaba. De alguna manera, esos balazos de fondo me resultaban reconfortantes, una especie de música de rutina en un mundo que hace mucho había dejado de ser normal.

Pero, para ser sincera, mi mente estaba lejos de todo eso. Desde que sucedió lo del beso, no he dejado de pensar en él. Troy.

No sé si lo que pasó entre nosotros significó algo para él. Lo que más me aterra es que ese beso no haya significado nada, que para él solo haya sido un momento impulsivo, sin peso alguno. Pero para mí... Para mí fue diferente. Lo siento en la piel cada vez que lo recuerdo, y me carcome el miedo de que, cuando lo vea, me diga que fue solo un error, que no hay nada entre nosotros. Eso es lo que más me asusta.

Intento apartar esos pensamientos, enfocarme en algo más, en las risas de los niños que juegan no muy lejos. Mi hermana está entre ellos, rodeada de sus nuevas amigas. Eso debería tranquilizarme, ¿no? Pero ni siquiera eso logra calmar este nudo en mi estómago.

De repente, algo a lo lejos me saca de mis pensamientos. Siluetas. Caminan lento, arrastrando los pies. Mi corazón se acelera. Mi primer instinto fue pensar en los muertos. Pero algo no cuadra. Varios empiezan a correr hacia ellos, Nick entre ellos. Yo también me muevo sin pensarlo, agarrando una botella de agua, y corro hacia la multitud con Alicia a mi lado.

Cuando llegamos, veo a Madison en el suelo. Está con Nick, y sus pies están cubiertos de sangre. Pero mis ojos lo buscan a él. A Troy.

Lo veo de pie, imperturbable. Como siempre, él se queda al margen, observando. No muestra nada. Es imposible saber qué siente, si es que siente algo. Esa actitud de no dejar que nadie lo lea me vuelve loca.

Me acerco a él. No sé por qué lo hago, pero siento que debo hacerlo. Le tiendo la botella de agua, buscando su mirada. Al principio, me ignora, y por un momento me siento estúpida. Pero luego, nuestros ojos se encuentran. Su mirada es intensa, siempre lo ha sido. Me quedo atrapada en ella por lo que parecen segundos interminables. Entonces, él toma la botella de mis manos. El roce de sus dedos con los míos me quema, como una chispa que electriza todo mi cuerpo. Lo veo beber, sin apartar la vista de mí. Luego me devuelve la botella sin decir una sola palabra.

Justo en ese momento, Jeremiah llega con una actitud defensiva.

—¿Qué rayos pasó aquí? —pregunta, agitando los brazos.

Troy, siempre tan calculador, baja la voz al responderle. Casi no puedo escucharlo.

—Hablemos en privado —dice, pero Vernon, como siempre, no lo deja pasar.

—¿En privado? ¿Te escuché bien? —dice, su tono cargado de sospecha.

Jeremiah intenta calmar la situación, señalando a algunos chicos para hablar con ellos. Mientras tanto, yo me quedo allí, parada al lado de Troy, intentando no parecer afectada por todo lo que siento en este momento. Él, por supuesto, sigue como si nada. No sé cómo lo hace, cómo mantiene esa fachada todo el tiempo.

—No lo creo, Jeremiah. Todos queremos saber qué pasó —insiste Vernon, su tono aumentando en intensidad.

—No te excedas —le responde Jeremiah con firmeza, pero Vernon no se detiene.

—Tenemos derecho a saber lo que pasó. Saber cómo defendernos. Tenemos que saber —dice Vernon, alzando la voz.

Un chico, claramente exhausto y destrozado por lo que había visto, finalmente rompe el silencio.

—Eran indios —dice, con la voz rota.

El murmullo en la multitud crece rápidamente. Las preguntas empiezan a volar de todas partes. No dejo de notar cómo el cuerpo de Troy se tensa a mi lado, como si estuviera a punto de estallar.

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⏰ Última actualización: Sep 11 ⏰

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"𝐢𝐦𝐦𝐨𝐫𝐭𝐚𝐥 𝐡𝐞𝐚𝐫𝐭" Fear the walkin dead Donde viven las historias. Descúbrelo ahora