Capítulo 68 El delirio que se vuelve real

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Después de un viaje exprés nuestra flota llego al sistema XZL-39, extraoficialmente conocido como el Enclave, ante nosotros se podía ver el planeta capital de este sistema un planeta en proceso de terraformación al que llame Thalassia

Thalassia poseía enormes reservas de hielo por lo que una vez la terraformación estuviera completa la masa continental cubriría menos del 20% del planeta, podía sonar poco pero si uno recordaba como la tierra poseía menos del 30% de tierra firme no parecía una cantidad tan desproporcionada

La razón de enfatizar la superficie acuática de Thalassia se debió en parte a mi obsesión con la fantasía

Mucha de la tierra estaba concentrada en un punto del planeta dejando al resto completamente cubierto por océanos, mientras que su profundidad podría no ser mucha, por ahora cumplían con dar la sensación de que solo había agua en el planeta

Sobrevolando este mar infinito se encontraba la nave de la primordial Eilara, no pude evitar imaginar una nave con el aspecto de isla flotante navegando pacíficamente por un mar hasta donde alcanzara la vista con otras islas similares como única compañía

A pesar de que me hubiera gustado prolongar mis delirios era momento de desplazarnos

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Tras abordar una pequeña nave de transporte pusimos rumbo al palacio de Eilara ubicado en el centro de la nave-isla, ya fuera por sus preferencias culturales o simplemente por la limitación de espacio los edificios no eran muy altos, de apenas una o 2 docenas de pisos, esto hizo que la residencia de Eilara destacara al ser el edificio más alto alcanzando una altura que apenas llegaba a la mitad de la altura de la cúpula protectora

Tras solicitar permiso para abordar una operadora con una voz hermosa y relajante nos respondió

-Sean bienvenidos, por favor sigan a las naves escolta, la Primordial espera su encuentro (Operadora)

Ingresamos a la nave a través de una compuerta apenas más grande que nuestra nave, la cual se encontraba a escasos metros del "suelo", esto nos permitió tener una vista panorámica tanto de la ciudad a la entrada como del complejo natural entre las ciudades

En lugar de vehículos el medio de transporte dominante parecía ser algo similar al tren, estos fluían a gran velocidad por una serie de carriles distribuidos en todas las direcciones, al final llegamos a un gran jardín al frente del palacio

Al descender pudimos notar la presencia de un grupo que acudió a nuestro encuentro, la raza de los Abbys sin duda era bastante hermosa, las mujeres emanaban un aura de encanto suave e incluso tranquilizador como si de espíritus del bosque se trataran, los hombres incluso si tenían expresiones rígidas como si de rocas se trataran emanaba aires andróginos bastante fuertes

Afortunadamente la ropa de los hombres eran túnicas cuadradas mientras que las mujeres exhibían sus cuerpos bien dotados a través de túnicas modificadas que se ajustaban a las siluetas de sus cuerpos o de lo contrario tuve miedo de llegar a confundir sus géneros

La representante del grupo se inclinó y nos saludo

-Princesa Raciel, Margrave Liam, los estábamos esperando (Representante)

A pesar de estar en mi territorio Raciel era técnicamente mi superiora por lo que tomó la iniciativa en la conversación

-Estamos muy agradecidos por esta bienvenida y hablo en nombre de mi nación cuando digo que deseamos desarrollar una próspera relación por muy fugaz que pudiera ser, de ser posible me gustaría tener la oportunidad de entregar personalmente algunos regalos de bienvenida a nuestra nación (Raciel)

Mi nueva vida como lord espacialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora