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Tú y Tom Riddle habían estado saliendo por un tiempo y es posible que le hubieras estado ocultando algunos sentimientos durante bastante tiempo. Nunca pensaste realmente en tener algo más con él hasta que las reuniones nocturnas se volvieron más frecuentes. Habías estado cayendo en él cada vez más cada vez que tenías relaciones sexuales.
Realmente nunca pensaste en que Tom te viera como algo más que un amigo con beneficio porque seguramente tenía más chicas en su pene, así que comenzaste a dejar tus sentimientos a un lado sin querer hacerte ilusiones. Llegó un punto en el que se volvió tan difícil que querías dejar de verlo.
No sabías que Tom había estado compartiendo sentimientos mutuos sobre su relación...
Después de lo que se suponía que llamarías "tu último polvo", ambos estaban acostados en su cama jadeando.
Te sentaste, queriendo alcanzar tu ropa interior para no hacerlo más cuando de repente sentiste la suave voz de Tom.
"¿Puedes quedarte esta noche, por favor?"
Te volviste hacia él, mirando sus agradables ojos a los que no pudiste resistirte. Asintiendo mientras sonríes suavemente, te recuestas junto a él.
Tom te abrazó de repente. Aprovechando la ocasión, te acurrucaste en sus brazos, sintiendo los dedos del chico girar un mechón de tu cabello entre ellos, alcanzando un cigarrillo y un encendedor con la otra mano.
“¿Cuál es tu lenguaje de amor?” - Preguntando apenas en un susurro, miraste a Tom esperando que él captara la indirecta sobre tus sentimientos porque sabías que ninguno de los dos quería terminar con lo que tenían.
Tom te miró, sonriendo mientras daba una larga bocanada al cigarrillo antes de pasártelo.
"Mmm. Estoy bastante seguro que compartir y tocar físicamente…”
Le devolviste el cigarrillo después de darle un par de caladas y tarareaste.
Sintiendo que tus ojos se cerraban lentamente, te diste cuenta.
