CAPITULO 33

5.3K 288 29
                                    


GRAYSON:


— ¿nena, puedo hablar contigo?

Meredith asintió con una de sus dulces sonrisas e inmediatamente se separó del grupo de chicas con las se encontraba hablando anteriormente. Aceptó mi mano y caminamos por el campus del instituto mientras me preparaba mentalmente para hablar.

— ¿Qué sucede, Gray? —Preguntó con voz cantarina y alegre. Amaba su forma de ser, siempre tan animada y llena de energía positiva —, pareces nervioso.

Me encogí ligeramente de hombros—: en realidad, no es la gran cosa —comencé, restándole importancia con la intención de no provocar tensión entre los dos —. Lo que sucede es que...bueno, mi madre me ha dicho que planea organizar una cena para que conozcas un poco más mi familia. No sé si te sientes cómoda con asistir, personalmente creo que es algo innecesario, ya todos en mi casa saben que estás conmigo.

Al escuchar mis palabras su expresión fue un tanto enfadada, lo cual ciertamente me desconcertó mucho—: ¿por qué tienes esa cara?

—Grayson, te conozco —advirtió mientras me miraba directamente a los ojos— ¿Por qué no quieres que vaya a tu casa? ¿Hay algún problema con tus padres?

«Diablos, ¿y ahora que se supone que debo decir?»

— ¡no, por supuesto que no! —Conteste sincero—lo que sucede es que... bueno, tú ya conoces a mi padre. Te he hablado de él y hasta tú misma lo has comprobado. No quiero que te haga sentir mal o que se meta contigo.

Su mirada se suavizo notablemente y supe que por ahora, estaba fuera de peligro. Mamá y yo hablamos con mi padre sobre Meredith y creo que terminé dejándole muy claro que no permitiría ningún tipo de rechazo contra ella. Al parecer, aceptó conocerla y accedió con que la idea de la cena sería algo útil para conocerla. Parecía convencido, pero yo seguía teniendo mis dudas.

—Gray —acarició mi mejilla cariñosamente —si tú quieres que vaya, lo hare. No tengo miedo de que tu padre no acepte que debe dejarte elegir a quien amar y si eso influye hacia la manera en la que decida tratarme, no me importa. Yo estaré ahí para ti, para que defiendas tus derechos y para que le dejes bien claro que él no tiene poder sobre ti, no en ese aspecto.

«Wow...»

— ¿Por qué haces esa cara? —preguntó, risueña.

—Yo... es que me sorprendiste —admití mientras enrollaba mis brazos en su cintura —. Nunca pensé que me dirías eso, quiero decir...cualquier chica estaría preocupada como el infierno. Pero tú, nena tú... siempre te subestimo.

Escondió su rostro ruborizado entre sus mechones castaños y no pude pensar en nada más que no fuese besar esos lindos labios. Tenía tanta suerte de tener a una chica tan hermosa por dentro y por fuera.

—eres hermosa. —murmure en su cuello. Respiré su perfume, olía delicioso —no tienes por qué esconderte.

—Yo solo quiero que estés bien —contestó —. No me gusta que tu padre se interponga en tu felicidad, no me gusta que sea de la manera que es contigo.

—No tienes de que preocuparte, Meredith —me acerque a sus labios y los acaricie con los míos, ella cerró los ojos—. Si tú estás conmigo, puedo luchar contra él y contra el que sea. No me importa, nada importa...

—Es tu padre.

—Lo es —concordé —pero también sé que entre tú y yo, entre esto que tenemos, nadie tiene el suficiente poder como para afectarnos.

SIEMPRE FUISTE TÚ / GRAYSON DOLANWhere stories live. Discover now