TRES

20 3 3
                                    

No sé cómo pasó, pero poco a poco comenzamos a quitar toda la incomodidad que nos parecía rodear. Fuiste tú y fui yo, lo estábamos intentando los dos.

Volvieron las pláticas normales, me contabas de tu día, yo del mío, los buenos días y buenas noches no faltaban jamás.

Para el día tres todo parecía comenzar a ir bien.

Volvías a estar conmigo todo el tiempo en la universidad, seguiste acompañándome a mi casa cuando salía tarde y todo parecía avanzar.

Íbamos bien...

Hasta que llegó la pregunta que me hizo levemente temblar.

— ¿Cuándo vienes a mi casa?

Creo que fue durante una llamada, y no supe qué responder.

Era de noche, en mi casa no se escuchaba nada más que el sonido de mi corazón latiendo demasiado rápido.

Sé que ese era el trato, sé que acordamos que iría varias veces a la semana a tu casa simplemente...tenía miedo. ¿Por qué tenía miedo?

La última vez terminamos justo por eso, lo que pasó ese día en tu casa fue el detonante de la bola de nieve que se había agrandado con el tiempo y me dio miedo que se repitiera una vez más.

Tenía miedo que me volvieras a tocar. 

Pero no porque te tuviera miedo...creo. Si no porque la última vez me traía malos recuerdos ¿y si no estaba lista para ir a más? no quería ir a más y yo sabía que tú eras consiente de ello.

—Pero solo vamos a dormir ¿verdad?

El silencio se hizo nuevamente a través del teléfono.

—Si es lo que quieres sí.

—Cristian...

—Dime.

—No sé si quiero ir.

Porque yo sabía que iba a pasar más que solo dormir y no estaba lista para volver a eso, de verdad tenía miedo.

—Prometiste venir ¿ya vas a comenzar a romper tus promesas?

—No es eso...

—Lo prometiste.

—Yo sé pero...

—De verdad lo prometiste... —tu voz comenzó a hacerse más y más baja, era entre reproche y dolor, puedo decir que hasta se agudizó tal cual niño chiquito al que le han negado algo.

Aquella voz me dolió.

Lo siento, mi amor. De verdad no te quiero volver a fallar...

—Cris...

Amor ¿puedes venir a mi casa? lo necesito.

El nudo creció en mi garganta.

No quería ir debido al miedo que tenía, lo sentía demasiado pronto y creí que estaríamos un poco más sin tener algún acercamiento íntimo o algo pero no es así. Me volví a sentir presionada. Y si no te daba lo que querías ¿todo terminaría?

Y si me volvía a negar a esa intimidad...¿me ibas a dejar?

No, por favor no. Estábamos juntos de nuevo, yo me tenía que esforzar más.

Dijiste que solo íbamos a dormir, no tiene por qué pasar nada.

Si yo no hago nada...

Si tú tampoco...

Pero no quiero. Tengo miedo. 

¿Y si mi mamá me atrapa?

Mi respiración se comenzó a agitar. 

Cuando lo Volvemos a Intentar (CNDA #2)Where stories live. Discover now