Luego de la decisión de sus padres, Hannah debe mudarse a Londres donde terminará sus estudios en St. Elena. Ahí conocerá a Blake, un chico misterioso de quien se enamora sin saber lo que es en realidad.
Su mejor amigo, un hechicero, piensa que es u...
La expulsión de Tara creó gran conmoción entre todos, el chisme se esparció como pólvora pues algunos que observaron la escena lo contaron a otros y el rumor lo sabía cada alumno de segundo año; las chicas me interrogaron durante la cena soltando lo que ocurrió, Rox estaba alegre por finalmente ver que le dieron un castigo justo y miramos hacia la mesa donde solía sentarse con las superficiales de Elizabeth y Kate... hablando de miradas que matan, les devolví la mirada cuando se acercaron a nuestra mesa. Me puse de pie.
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- Así que, hiciste que expulsaran a Tara -habló la primera.
- Sí vienen a decirme que lo pagaré, ahorrense sus amenazas -me crucé de brazos, las chicas estaban mirando la escena.
- Yo no se lo que Liz quiera hacer -habló Kate- Pero yo... vengo a agradecer que la hayas echado de aquí.
Tanto las chicas como yo nos asombró lo que había dicho, especialmente esas dos, que estuvieron con Tara tanto tiempo.. las intimidaba para que actuaran como ella; volví a hablar.
- Pudieron haberle hecho frente, para no soportar todo lo que Tara les decía.
- Esa chica es una manipuladora, la necesidad de ser popular fue mayor que aceptamos los tratos que recibíamos de Miller.
- ¿Y entonces, a qué vienen? -habló Rox.
- Aunque no lo crean... venimos a disculparnos con ustedes.
- ¿Ahora que ya no está esa perra? -exclamó de nuevo- Durante dos años fastidiaron a todos por órdenes de su líder. ¿Qué piensas tú, roomie?
Todas me miraron. En realidad yo no conocía a fondo a esas dos chicas, pero por meses me di cuenta que actuaban para no ser despreciadas por los populares; se les hizo fácil seguir a Miller que ser víctimas, me han enseñado que jamás debes juzgar un libro por su portada. Volví a mirar a esas dos chicas.
- A la que le deben pedir disculpas no es a mi... sino a Paige -había salvado a Collins de una golpiza de ambas- Disculpense con ella por lo que le hicieron.
Ellas también sabían que habían actuado mal y que se fueron suspendidas unos días, Paige las miró con duda mientras la miraron.
- Disculpanos Collins, ni fue nuestra intención -dijeron.
- Eso queda en el pasado -habló la ojiazul- Empecemos de cero.
- Gracias -habló Kate con un alivio y paseó la mirada a las demás- Y disculpenos también ustedes, por todo lo que les hicimos.
Las chicas estaban sorprendidas por lo que estaban escuchando pero aceptaron sus disculpas y les permitieron sentarse con nosotras, creo que jamás es tarde para arrepentirse y lo estaba comprobando con ellas... cuando hay una oportunidad las cosas se vuelven a tu favor y gracias al cielo que así fue: ahora teníamos a dos nuevas amigas... creo; miré al extremo del comedor hacia la mesa donde encontré a mi hermano junto con Bastian y ... ¿Blake? ¡Whoa! Eso era novedad, era la primera ocasión que lo miraba con los chicos y charlando con ellos, me puso contenta al ver que comenzaba a adaptarse al grupo. Cuando captó mi mirada me dedicó una sonrisa a medias tal parece que aún le cuesta mostrar sus sentimientos frente a otros.
Durante el resto de la cena mantuvimos la charla con las nuevas del grupo por un momento agradable, al terminar nos dirigimos a nuestro dormitorio; me separé por un momento para localizar a Blake a la salida.
- ¿Esperas a alguien? -dijo una voz a mis espaldas, volteé un poco sorprendida y miré a Blake con una sonrisa en los labios.
- No te vi salir -le dje, tomando su mano- Me sorprendió verte con mi hermano y su amigo, te adaptas a ello.
- Digamos que necesitaba preguntarle unas cuantas cosas de las que afortunadamente, pudo darme las respuestas.
- Me alegro que se lleven bien -dije sonriendo- Bueno, debo regresar a mi dormitorio. Hablamos por la mañana.
Le di un beso en la mejilla antes de subir a mi habitación con una sonrisa en los labios.
Los días transcurrieron, y con ello se dejaban ver los preparativos para San Valetín, varios de los chicos se mostraban enamorados y las chicas cuchicheando entre sí... en este sitio se vuelven locos en cuanto a eso; días anteriores todos estaban haciendo tarjetas para dar a sus amigos y mis amigas eran un claro ejemplo, reía por verlas alborotadas, y por mi parte estaba tranquila pues había hecho aquello durante las vacaciones.
Y cuando menos lo esperamos San Valentín llegó. Ese día fue largo:
Durante cada clase había murmuros por parte de todos quienes usaban algo rojo (pulseras, chaquetas, bolsas, libretas), Rox había elegido una bolsa roja mientras yo opté por una chaqueta roja; mirando en el pasillo a varias chicas dando pequeños gritos de emoción hablando sobre quien era su san valentín, los confesiones comenzaban...
- ¿Siempre es así? -pregunté a Rox durante la clase de Lengua y Literatura al ver a todos, ella rió.
- Todos se vuelven loquitos por amor, no te sorprendas tanto roomie.
- Confesiones por todos lados -levanté las manos- La escuela es invadida por Cúpido.
Reímos antes de regresar a la clase, y el día entero se podía ver a las chicas entregando tarjetas o en espera de que apareciera algún admirador secreto, durante la comida se pudo apreciar la decoración en la cafetería y al Comite escolar repartiendo algunos dulces por parte de Adam; las chicas y yo nos sentamos en la misma mesa habitual mientras eché la vista al otro lado del comedor donde estaban de nuevo aquellos tres, James no parara de hablar me había comentado antes que había hecho algo que a Shelly le gustaría y por el rostro de ella le había encantado el ramo de rosas que dejó en su habitación (con un poco de mi ayuda) durante un cambio de turno se lo agradeció con una manualidad bastante increíble.
- Aquí se toman San Valentín muy serio -dije a Paige.
- Es el único día en el que puedes expresate con él o ella.. Durante el baile de esta noche lo verás.
- Se tornan super románticos todos -habló Kya- Sobretodo las chicas.
Todas asintieron y tomó palabra Kate.
- Música por todo lo alto, baile hasta morir y el número especial de la banda... -noté un cambio en su voz y su mirada, ella era una chica demasiado dulce.
- ¿Crees que te regale algo, Hannah? -cuestionó Shell, me encogí de hombros.
- No estoy segura -confesé, sabía que Blake no era de esos chicos que regalasen algo en esta fecha- Pero nunca se sabe.
- Verás que si lo hará -habló Rox- Debes estar feliz roomie.
Miré hacia la mesa de nuevo, mi corazón palpitaba rápido; en el fondo sabía que algo había hecho para la ocasión.
