Capitulo 19

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Era el mediodía, pero ella no hacía más que pensar en lo que había pasado al amanecer. Su camisón estaba tirado en la alfombra como prueba acusadora de ello. Suspiró de pena ante la evidencia del horror.
Él la había despertado en medio de la noche, para que no supiese lo que estaba haciendo. Se duchó con fricción, pero no pudo borrar las huellas del íntimo contacto con él.
¿Por qué le echaba las culpas? Se preguntaba. ¿Por qué se engañaba pensando que él era el único responsable de lo que pasaba cada vez que la tocaba? La verdad era que cuando Harry la tocaba ella se derretía, perdía el control, algo obvio para ______, y que seguramente no se le escaparía a él. Sin ningún esfuerzo, él le había enseñado a necesitarlo, sin saber bien de qué manera lo necesitaba.
Cinco años atrás el instintivo deseo de ella la había incomodado en presencia de él. No había estado preparada para semejante intensidad. Y cuando Harry había decidido que durmieran separados, había sido un alivio olvidarse de esas sensaciones que la habían afligido en presencia de él. Pero cuando Harry había decidido romper esa pared que los separaba, la pasión había emergido en toda su magnitud.
Pero ahora se daba cuenta de que no lo había dejado de desear, igual que no había dejado de comprar sus calcetines. Era tan penoso aceptarlo... No le extrañaba que se hubiera reído de ella.
Y los arreglos florales que colocaba en el ala de la casa que ocupaba él, tal vez querían recordarle que ella existía... Se había aferrado a ello como a la compra de sus calcetines.
Tampoco se había transformado de sencilla adolescente a una de las mujeres más elegantes de Londres por casualidad. Probablemente lo había hecho para él. Era patético amar a un hombre tan ciegamente...
Porque ella lo amaba. Había querido derrotar a ese amor con el arma de la relación con Liam y negarle su existencia luchando inconscientemente por conseguir la libertad que su dignidad le pedía. Pero nada había cambiado. Harry no la amaba, ni la amaría jamás. Sólo se veía unido a ella sin remedio. Por otra parte, para él el sexo era algo fisiológico casi. Se despertaba junto a un cuerpo de mujer y ya se sabía qué iba a pasar, lo único predecible en Harry . Así que no debía creerse que de pronto se había convertido en una tentación para Harry . Él era un hombre muy viril y sólo buscaba la satisfacción de sus instintos.
Pero no la dejaría marchar hasta que ese certificado no apareciera. De pronto sintió deseos de saber más. ¿Era un certificado de matrimonio? ¿Un certificado de nacimiento? ¿Un certificado de propiedad de acciones? Siguió enumerando posibilidades. Las dos primeras le parecieron poco posibles. Harry había dicho que estaba protegiendo a su familia. Nunca había hablado de él directamente. ¿Habría cometido algún tipo de delito su familia? ¿Desfalco? ¿Malversación de fondos?
Se puso un vestido azul y fue hacia la terraza que dejaba ver a lo lejos el mar y los acantilados. En otras circunstancias hubiera querido sacar la foto de la vista espectacular desde allí, explorar la casa, pero sólo ansiaba encontrar a Harry. Él estaba en la terraza, y cuando la oyó llegar se dio la vuelta.
Ella dudó ante sus ojos verdes que parecían penetrarla, y se sintió tan desorientada que no sabía si acercarse a él o no.
No podía desviar la vista de sus facciones doradas e inmediatamente recordó cómo se había sentido horas antes.
Harry le dedicó una sonrisa y fue a su encuentro.
- ¿Cómo te sientes?
- Bien...
- ¿Sólo bien? Se te ve esplendida – él la miró recorriendo su cuerpo con una mirada posesiva. Se demoró en el cabello rubio ceniza, en la delicada perfección de su cara. La recorrió de arriba abajo, con descaro -. Estupenda... – agregó tomándole las manos.
Las palabras de Harry pusieron en alerta a su corazón.
- Harry...
- Y mía – él completó la frase con satisfacción.
Las palabras de él parecían frenar lo que estaba a punto de decir.
- ¿Interrumpo algo? – les sobresaltó la voz de Vale.
- No, en absoluto – sonrió Harry, soltando las manos de ______.
- El personal está preparando el almuerzo – explicó Vale, observando cómo Harry acercaba una silla a la mesa y hacía sentar a ______ en ella.
______ era consciente de que sus manos temblaban. Harry parecía comportarse con calidez. Pero seguramente era su comportamiento normal con una nueva amante. Porque ése era ahora su papel. Aunque bien distinta de las otras mujeres a las que él se llevaría a la cama. Pero el encanto se desvanecía enseguida. Harry se aburría de las mujeres fácilmente. Ella lo había sabido siempre.
Les sirvieron el almuerzo.
Harry no le quitaba la vista de encima, algo que inquietaba a ______, y que le hacía levantar la copa de vino más de la cuenta.
De pronto sonó el teléfono móvil de Harry. Harry atendió la llamaba a unos metros de distancia, donde se encontraba el aparato.
- ¡Me muero de ganas de que el resto de la familia te vea!
- ¿Cómo? – ______ desvió la mirada del rostro de Harry, que le dedicaba una sonrisa desde donde hablaba por teléfono.
- Si parecen recién casados en su luna de miel. Cuando decidí venir a verlos, no me lo imaginé – dijo Vale -. Me voy a nadar ahora. Os veré más tarde.
______ bajó la cabeza, y volvió a sorber el vino.
Había decidido hablar con Harry seriamente. Pero entonces la había desafiado un Harry que la trataba atentamente, y que la hacía sentir una mujer muy deseable.
En ese momento, Harry se acercó a ella y la rodeó por detrás, sorprendiéndola una vez más. Y nuevamente comprobó que su corazón la traicionaba cuando sintió el calor del cuerpo vigoroso y masculino de Harry.
- ¿Qué ocurre? – preguntó él.
- Hay algo que tenemos que discutir...
- Olvídalo. Si la discusión tiene algo que ver con el divorcio, la separación, el celibato, o Payne, es mejor que te mantengas callada.
______ sintió una sensación absolutamente inesperada: en cierto modo se alegró de las palabras de Harry.
- No se trata de eso.
- Entonces no es importante.
Y antes de que ella pudiera responderle, él posó su boca sobre la de ella, dándole al beso un sabor aún más dulce con el aroma del vino.
- Te deseo nuevamente.
Y ella lo deseaba tanto. De pronto se encontró imaginando escenas eróticas que la invadía sin poder evitarlo, una experiencia nueva para ella. Él le evocaba sin el menor esfuerzo la pasión vivida la noche anterior. Ni siquiera le tenía que decir palabras bonitas ni cumplidos. Unos pocos besos, y ella se transformaba en su juguete sexual, en una muñeca capaz de atender todas las demandas. Esa imagen le dio fuerzas para apartarlo de ella.
- Tengo que hablar contigo. Y pienso que es mejor que vayamos adentro.
- Podemos hablar en la cama – la miró él con descaro.
- ¡Si te acabas de levantar de la cama!
- Pero estoy deseoso de volver allí.
Y ______ se daba cuenta de que ella también lo deseaba. Que sus pezones se habían endurecido, que el calor volvía a su cuerpo.
Y que si bajaba la guardia un segundo, él se aprovecharía de su debilidad.
- Me parece que eres demasiado adicto al sexo.
- ¿Te estás quejando? – dijo él sonriendo.
______ se hundió en el sofá.
- ¡Dios mío! ¡Tus pies no tocan el suelo! – se rió Harry, sentándose frente a ella -. Habla, entonces.
- He estado pensando...
- ¡Peligroso! Es una costumbre que debes cambiar, ésa de pensar – interrumpió Harry burlonamente.
- Acerca de ese certificado...
- ¿Y qué tenemos que hablar acerca de ese certificado?
- Debemos encontrarlo. Y he pensado que tal vez puedas darme alguna idea del contenido de ese certificado.
- ¡No! – dijo él cambiando totalmente el humor.- Cuanta menos gente lo sepa, más segura está mi familia.
Por lo que se veía ella no formaba parte de su familia.
- No confías en mí.
- La confianza no juega ningún papel en este caso.
- Y la persona en la que menos confiarías es en la hija de Simón, ________.
- No he dicho eso.
- No hace falta. Me has tratado como si fuera una leprosa durante mucho tiempo.
- El pasado es pasado ya.
- ¿Cómo puedes decir eso si estás dispuesto a que yo conviva con él? Pensé que tal vez si supiera algo podría ayudarte a encontrar ese certificado – dijo ella apenada.
- ¡Ah! Ahora lo entiendo. Lo quieres como pasaporte a tu libertad. Crees que con ese certificado en mi poder te dejaré marchar.
- ¿No es eso lo que quieres tu también?
- ¡Lo quería desesperadamente hace cinco años! Y hace una semana pensé que tenía ese certificado. Pero algo ha cambiado en mí desde que descubrí que esa caja no lo contenía. Pensé que era el final de un asunto. No quiero perder el tiempo en una búsqueda infructuosa. ¡Se terminó todo!
- No – dijo ella reprimiendo las lágrimas -. No ha terminado, mientras aún estemos juntos.
- Eso no era lo que pensabas mientras hacíamos el amor. O cuando te morías de placer en mis brazos.
- Por favor... – dijo indefensa ante la acusación.
Harry se acercó a ______ y le rodeó los hombros con las manos.
- Cuando estás en la cama conmigo eres caliente como el mismo fuego. Te gusta todo lo que te hago. Te gusta todo lo que te doy. Y lo que te hago sentir. Conmigo te abandonas, pierdes el control, te mueres de deseo...
- ¿Cómo puedes hablarme de ese modo? – ______ se estremeció ante sus palabras.
- ¡Puedes ser una prostituta en mi cama, y no me importa nada cómo eres en la cocina o en el salón! – dijo con énfasis a la vez que la miraba profundamente -. Pero quítate de encima esas fantasías adolescentes de amor verdadero con Payne. No ocurrirá jamás mientras yo esté vivo. Eres mi mujer. ¡Hazte a la idea antes de que pierda la paciencia!
Harry dio un portazo. Ella entonces respiró.
_______ pensó entonces que tal vez sería mejor decirle la verdad a Harry acerca de Liam. Pero la idea, después de las duras palabras de Harry, no la convencía.
"Caliente como el fuego", "abandonada", "una prostituta..." Tenía razón. Se había rebajado a un nivel absolutamente primitivo, se había dejado quitar sus principios, su decencia, su inhibición. Y entre esos principios figuraba el principal: para ella no podía haber sexo sin amor.
Bueno, Harry podía volver a sus chicas guapas. A ella le daba igual. ¡No era cierto! La idea de Harry con otra mujer le resultaba intolerable.
Con un sollozo ahogado, ______ abandonó la habitación.

My Demons Hide - Harry Styles *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora