ՏOᑕIᗩᒪ ᗰᗴᗪIᗩ | ᗩTTᗩᑕK Oᑎ TITᗩᑎ

48. | THERE GOES MY BABYYY!

Cada viernes en la noche los padres de Mikasa salen. Es como su día de pareja donde salen a cenar, a lugares bonitos o tal vez solo sentarse juntos y descansar de sus hijas.

Historia aprovecha para salir con Ymir, pero Mikasa en sus tiempos de soltería solía quedarse en casa, pedir una pizza o tacos al pastor y ver por milésima vez Chicas Pesadas, pero ahora es distinto.
Ahora tiene a Eren, su guapo y sexy novio que parece estar tan obsesionada con ella como Mikasa de él.
No han tenido tiempo de verse últimamente gracias a que están a finales de parcial y Mikasa apenas y podía ver a su novio.

Ahora sabe que tiene una perforación  y no puede evitar querer saber más de ello.
Mikasa se encontraba sentada en su sofá con su instagram abierto. Desplazándose por el dándole like a las publicaciones de Eren. Unos golpes en su puerta la hicieron saltar de su sofá hacia la puerta.

Al abrirla pudo ver a su novio en la puerta con un ramo de flores en sus manos. Mikasa se lanzó a sus brazos y enterró su cara en el cuello.

—Te extrañé mucho, amor —susurró ella. Eren la abrazó de vuelta solo colocando una mano en su cintura y besando su frente.

—Y yo a ti, mi amor precioso.  Ten preciosa —le tendió más flores y ella las acepto encantada.

—Ven, entra —lo jaló y cerró la puerta detrás de ella—. Las pondré en agua, espérame aquí.

Mikasa fue corriendo a la cocina para poner sus flores en un jarrón, pero Eren no pensaba quedarse ahí. Había extrañado demasiado a la azabache, sus ensayos eran mayores y Eren estaba lleno de trabajos pues él vendía arte en su página de instagram donde le iba bastante bien.

Llegó por detrás de ella y la abrazó acorralándola en la barra.

—Te extrañé, bonita —susurró en su oreja haciendo estremecer a Mikasa quien cerró sus ojos—. Te ves preciosa.

—Yo también te extrañé mucho, mi amor —se volteó dejando de lado su trabajo con las flores. Colocó sus manos alrededor del cuello de Eren y dijo—. Abre la boca, quiero ver tu nuevo accesorio.

Eren rió levemente por el comentario. La hinchazón había bajado y por consecuencia ya hablaba normal. No quería visitar a su novia y verse patético.
Abrí la boca sacando la lengua y Mikasa sonrió.

—¿cuanto tiene que te la hiciste? —preguntó Mikasa.

—No me creerás si te digo.

—Dime.

—Dos semanas.

—¡¿Y yo no me había dado cuenta?! —hizo un puchero y pasó las manos por la mejilla de Eren.

—No quería que me vieras con la lengua hinchada y hablando sin que me entendieras.

Mikasa lo miró por debajo de sus pestañas y él la atrajo más cerca colocando sus manos en la cintura descubierta de ella.

—Te necesito demasiado, Mimi —comenzó a bajar sus labios hasta el cuello de ella sintiéndola estremecerse.

—Yo también... yo también te necesito —susurró aferrándose a la cabellera de Eren.

—Tan preciosa para mi. Dime, mí amor ¿volviste a usar tu ropa interior a juego? —metió sus manos por debajo de su tipo llegando a su espalda.

—Ujum...

—Planeabas que te follara hoy, ¿no es así? —ella asintió. Eren se separó de su cuello y la tomó de la mandíbula y dejó un piquito en sus labios.

Ella necesitaba más, necesitaba sentir su lengua dentro de su boca, saber la sensación de la pequeña bola de metal.

—Bésame.