Capítulo Ocho

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No llores, no llores, no llores

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No llores, no llores, no llores.

Repito una y otra vez aquellas palabras mientras camino hacia mi próxima clase. Siento un poco de alivio cuando no me encuentro con miradas llenas de intriga y sonrisas falsas tras la entrevista de mi progenitor. Dudé muchas veces en asistir a la escuela y decidí hacerlo porque no puedo permitir que las decisiones de mi padre repercutan en mi vida. No más.

Nuevamente llego tarde a clase y me pregunto si finalmente el profesor cumplirá con su advertencia y me impedirá la entrada a su clase.

Ni siquiera tengo tiempo de probarlo, pues una persona se interpone en mi camino y me detiene.

— ¡Sam! —exclama Jacob, sobresaltándome. Nuestra última conversación cruza por mi mente y me maldigo por haber olvidado la promesa que le hice—. Caminas muy rápido —jadea, recostándose sobre la pared más cercana mientras recupera el aliento.

Formulo una pequeña sonrisa al verlo, es diminuta e involuntaria, pero me hace bien.

—Hola, Jacob —Sostengo su mano cuando me la ofrece y me río del saludo formal que emplea.

—Te estaba esperando.

Asiento, comprendiendo el motivo.

—Quieres tu chaqueta y cinturón, lo sé. Probablemente piensas que soy una mentirosa, pero te aseguro que tenía un motivo para no asistir. Si me das unos minutos puedo pedirle a...

—Está bien, Sam, no estoy aquí por mis cosas. Si todavía las necesitas puedes quedártelas.

—Te juro que mañana las traeré, me he estado mudando y...

—No me tienes que dar explicaciones —Él corta mis palabras con suavidad—. De hecho, quería entregarte esto.

Abre su mochila y me entrega una caja azul. Asombro y emoción recorren mi interior, no puedo contener la sonrisa que nace en mi rostro ni la serie de preguntas que comienzan a surgir en mi cabeza.

—Son hilos y agujas —mi voz suena conmocionada, tal como yo me siento.

—Un amigo me contó que te vio comprando de esos en el centro comercial —menciona, señalando los objetos—. No es que te esté espiando ni nada parecido. Fue una coincidencia descubrirlo y yo... pensé que te gustaría tener más.

Verdad, reto o beso (Mejores Amigos libro #1.5)Where stories live. Discover now