Amores de universidad. (Ezria)

Ángel

Este cap tiene contenido M

Todos nos sentamos alrededor de la mesa y empezamos a hablar de la universidad y de nuestra vida.

-Ezra nos ha contado lo que pasó.- Empezó su abuela.- Queremos deciros, que si necesitáis algo podéis ir a vernos. No importa cuando.- Ella terminó.

-Gracias.- Dije incómoda.

Ezra POV

Cuando llegamos al hotel, Aria estaba cabizbaja. Me acerqué a ella y la abracé por detrás.

-¿Qué pasa? ¿Por qué estás triste?- La pregunté.

-Es que... es que pensar en Caroline me pone triste. Ojalá estuviera aquí aún.- Dijo ella abrazándome.

-Yo también lo quisiera, pero sé que ahora está en un mundo mejor. Aria, mis padres también perdieron a un hijo y me acuerdo de cuando llegaron a casa del hospital, estaban muy tristes y yo no sabía que los pasaba, era muy pequeño. Mi abuelo se acercó a mi y me dijo una cosa. Me dijo que tenía un hermano en el cielo, un ángel y todos los días ellos salían a dar un paseo con una vela encendida, pero el nunca la tenía encendida porque las lágrimas de mis padres se la apagaban.- Ella me sonrió en medio del mar de lágrimas y me dio un beso.

-Yo no quiero apagar la vela de Caroline.- Ella susurró.

-Está bien llorar, pero recuerda que es un ángel ahora y que si lloras mucho ella estará triste también.- Le expliqué.

-Gracias, siempre sabes que decir.- Ella me sonrió.

-Te quiero, no puedo soportar verte tan triste.- La dije.- ¿Quieres que hagamos algo?- Pregunté.

-¿El qué?- Preguntó.

-Hay un pub cerca, podemos ir a tomar algo y luego coger la moto y bajar a la playa, un baño nocturno.- Le dije.

-¿Un baño nocturno? Buena idea.- Dijo corriendo a ponerse el bañador.

Yo cogí mi cartera y la mochila con las toallas y fui a ponerme mi bañador.

-Buen culo, Fitz.- Ella dijo riéndose cuando salió del baño.

-El tuyo es mejor.- La respondí agarrándola de el. Ella gimió y me besó con fiereza.

-Si sigues así me da a mi que nuestros planes se van a cancelar y no vamos a salir de esa cama.- Le dije riéndome.

-No me importaría, pero me apetece salir. Aun que Dios sabe lo que podemos hacer en la playa en la noche, cuando no hay nadie.- Ella susurró.

-Eres insaciable.- Reí.

-Te encanta.- Ella me contestó.

-Lo se.- Respondí.

Ella se puso la mochila a la espalda y los dos bajamos hasta la moto.

Cuando llegamos al pub ella me agarró la mano y me sonrió. Los dos caminamos hasta una mesa alejada pero al lado del billar para jugar un poco y fui a pedir nuestras bebidas. No podía beber alcohol para poder conducir la moto, si fuera solo no pasaría nada. Pero no quería que le pasase nada a Aria.

-Tu coca cola.- Dije dándosela.

-Gracias.- Dijo sonriéndome.

-¿Vamos a jugar al billar?- Le pregunté.

-Claro, pero tenemos un problema.- Ella me dijo.

-¿Cuál?- Pregunté.

-No se jugar.- Ella se rió.