Capítulo 33. ¿Qué me pasa?

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Pvo. Hermione Granger.

-Bueno-le dije a Brown-¿Ya hemos acabado?


-¡Sí!-soltó con un suspiro, luego se tiró a la hierva seguida de mi. Hacía un calor inaguantable.

Ya era Mayo, si, hacían siete meses que estaba con Draco y lo habíamos celebrado a lo grande. La felicidad que teníamos no se comparaba con la de nadie. En dos días había que presentar el trabajo de DCAO... Brown y yo acabábamos de terminarlo... creo que éramos las últimas ya que en vez de trabajar como todo el mundo pues... hablábamos de cosas sin importancia y chismes de los nuestros. 

-¿Sabes que somos unas gandulas?


-¡¿No me digas?!-le die enfatizando la ironía. Elal se rió.


-Me parece que podríamos haberlo acabado hace tiempo pero... el gandulismo no nos deja.


-Pasado mañana hay que presentar esto a Marcus.


-Esperemos que esté bien...

Me despedí de Brown y comencé a caminar para volver a mi habitación. Cuando llegué, estaban Regina y Sol, la primera escribiendo una carta y la segunda escuchando música.

-¿Qué, ya habéis acabado los trabajos?


-¡Uff! Hace mucho cariño-me dijo Sol.- Longbottom parece tonto pero tiene potencial.
-Por algo sus padres fueron aurores-dijo Regina.-Theo y yo lo acabamos hace unas semanas.


-Hablando de Theo.-les comenté-¿No veis que está algo raro?


-Ahora que lo dices-dijo Gaia entrando por la puerta-hace tiempo que no veo a mi hermano ligotear con nadie por ningún lado y eso es muy extraño.


-Uhh... ¿Qué le pasará?-pregunté.


-No tengo ni idea-se encogió de hombros Gaia.

Los dos días pasaron y la exposición tocaba. Brown y yo nos ofrecimos voluntarias para salir las primeras. Marcus nos puso un ocho, no nos quejamos y todo bien, nadie salió herido. Excepto que Brown... buneo, la tiré hacia atrás con un Desmaius pero... nada grave en todo caso. Los demás también expusieron sus trabajos y la verdad es que todos se lo habían currado.


Pvo. Pansy Parkinson

Weasley y yo tardamos solo dos semanas en preparar el trabajo y acabarlo. Sentada en mi habitación, recordé, no supe el por qué, una charla que tuve con él cuando lo terminamos. 


-Venga, ya está, acabado-le dije cansada, pues estaba sudando y no me gustaba sudar.


-Menos mal..-me dijo-Creí que este trabajo nbo se acabaría nuca.

Si yo estaba sudada, él no parecía haberse movido. se notaba que estaba en buena forma física. Se apoyó en un árbol sentado en el césped y suspiró. La verdad era que su pelo (a pesar de ser taaan rojo), su cuerpo y sus ojso hacían de él un chico algo... guapo , no em había fijado nunca pero Rose tenía razón... ¡Pansy Parkinson de qué coño estás hablando por Merlín, que es Weasley!

-Entonces... ya está, no nos veremos más hasta dentro de unos meses para representar esto-dijo él.


-Emm... bueno, tampoco es que vayamos a estar el uno en Londres y el otro en Australia, ¿Sabes?...-Ok, ¿Por qué estoy diciendo esto?


-Ya... al fin y al cabo, vivimos en el mismo lugar...


-¡Ron!-le llamó alguine, distinguí a lo lejos a su hermana que le decía por señas que se acercase.


-Veo que te tienes que ir-le dije.


-Sí-se levantó y se comenzó a sacudir los pantalones por la parte de atrás, mi mirada se posó justo donde se estaba sacudiendo; en el trasero. ¡Pansy joder qué estás mirandooo!-Bueno, hasta... cuando nos veamos entonces-me dijo.

Antes de irse, desde su posición vi que hacía algo que hacía mucho tiempo no le veía hacer; sacar una sonrisa, pequeña, pero sonrisa al fin. Se la devolví lo mejor que pude mientras dos pelirrojos que ya no me prestaban atención se fueron andando hacia dentro del castillo.



¡¿Me pueden decir por qué carajo dije "no vivimos lejos" cuando él me dijo "no nos veremos más"?! en fin... ni yo misma me entiendo. Sumida todavía en mis pensamientos, salí de mi cuarto con la conciencia de que esa tarde daría un paseo relajante por la orilla del Lago Negro. Cuando llegué allí, comencé a caminar por las piedras de la orilla con cuidado de no caerme. Pero un paso en falso me hizo descender hasta el agua helada. ¡Por todos los calzones y gallumbos de Merlín! ¡Qué fría joder! Estaab demasiado fría... ¡UN MOMENTO! ... mi mente recordó algo. ¡NO SÉ NADAR!

-¡Socorro!-grité intentando mantenerme a flote, pero fue inútil. Me hundí como una piedra, chapoteé cuando lelgué a la superficie-¡Soco...!-no acabé de hablar, pues me hundí de nuevo. 

Después de otros intentos me sentía desesperabda, ¡Joder que no sabía nadar! Me hundí, coenzaba a tragar agua, no podía emerger. Mis ojos comenzaron acerrarse lentamente. El agua inundó mis pulmones como fuego abrasador, sentí que era mi fin.

***

No sé cuanto tiempo pasó, pero noté unos labios sobre los míos, luego una presión por el pecho. Tuve la necesidad de expulsar algo por la boca, mi cuerpo se arqueó y una mano se posó en mi espalda para mantenerme. Los oídos me pitaban y escuché murmullos a mi alrededor que hacían que me doliese la cabeza.

-¿Estás bien?-preguntó una voz que reconocí al instante, abrí los ojos después de toser agua y la luz me deslumbró.-¡Venga! ¡A desalojar! ¡Aquí no hay nada que ver!-dijo él algo enfadado.

El murmullo se fue apagando poco a poco y me di cuenta de que estaba congelada. Comencé a temblar y él me pasó una capa por los hombros.

-Gracias-quise decirle al menos, pero sólo salió un murmullo casi inaudible y ronco. 

SoberbiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora