HOLA, QUERÍA COMUNICAR QUE ESTARÉ FUERA UNA SEMANA Y SE ME SERA IMPOSIBLE SUBIR CAPÍTULOS, LES DEJO ESTE MIENTRAS TANTO LOS AMO A TODOS, BESOS.
-¿Hablaste con la chica?.- pregunto Tywin.
-Si, es bastante difícil de coger, si no lo supiera, ni por asomo pensaría que tiene relación con mi familia.-
-Lo bueno de nuestra sangre es que somos muy cuidadosos a la hora de elegir nuestros aliados.-
-¿Puedo preguntar de que te sirve Camille?.-
-Mantenerla cerca, puede sernos mas útil de lo que crees.-
-¿Pretendes que ella acabe con todos?.-
-El tiempo pasa y yo debo volver al mundo ancestral... y dado que no avanzamos en tus procesos, deberíamos tener a Camille como segunda opción.-
-¿Que no aprendo?, controlo la magia ahora mejor que antes.-
-Tus progresos son demasiados lentos, Finn.-
-¿Pretendes que este todas las horas del reloj sin un descanso entrenando?, la excesiva magia me hace daño y por no hablar de ti, desde que viniste no has parado de estar sentado en esa maldita silla mirando a la nada.-
-Te sorprendería lo mucho que hago, mientras tu aprendes un hechizo patético cada cuatro horas.-
Finn se cabreó y, usando su magia, destrozó un jarrón que estaba al lado de su abuelo, el Rey Ancestral ni se inmutó, pero miro a Finn dando un resoplido de cansancio.
-¿Esperabas que eso me asustara?.- pregunto este.
Finn se cabreo por la chulería y la superioridad de las palabras de su abuelo. El Mikaelson intento hacerle daño a base de hechizos, pero, Tywin, con leves manotazos al aire, rompía los conjuros de su nieto.
Después de otros intentos mas fallidos, Tywin se hartó y apuntó al pecho de Finn y de la palma de su mano, salieron unos rayos morados que golpearon al brujo y voló hasta estrellarse contra la pared y quedar tendido dolorido en el suelo.
Tywin se acerco y lo levantó con una mano enredada en su camisa, aunque fuera viejo, a Tywin no le faltaba fuerza. Tywin quedo muy cerca de Finn echándole una mirada llena de irritación.
-No subestimes mi poder, chico. Podría haberte dejado morir en ese lago ahogado, sin embargo, te salve... me debes tu vida.- dijo Tywin.
-Me es indiferente, Tywin. No te pedí que me salvaras, al igual que nadie te pidió que volvieras. No te temo.-
Tywin sonrió.
-¿Sabes?, eres el primero en mucho tiempo que me dice eso.- lo soltó.
Finn tosió un poco y le miro.
-Tenemos que estar juntos en esto, muestra tu brazo.- pidió mientras se remangaba un brazo.
Este lo hizo.
-Voy a darte mas de mi magia, veras imágenes de mi pasado. Espero que te gusten.- dijo Tywin.
Tywin sujetó su brazo y Finn hizo lo mismo, el Rey Ancestral cerró los ojos, al igual que Finn, y comenzó a pronunciar palabras en latín. Finn comenzó a sudar y a sentirse cansado y dolorido. Y de pronto, una escena comenzó a verse en sus ojos.
Tywin estaba sentado en un inmenso castillo, disfrutaba de una increíble comida a solas, se comió el último trozo de pollo asado cuando llamaron a la puerta, una mujer joven apareció, parecía ser una criada, esta se acerco a Tywin con miedo.
