Ambas estábamos en el viejo lugar donde alguna vez aquellos mocosos se habían ocultado para esconderse de los vigilantes. Yo estaba sentada observando cono a Jinx se le había derretido el corazón por Sevika y le construía un brazo que parecía máquina de casino.
Yo más bien hacía un buen trabajo sentada en una esquina cercana, observándola con una mezcla de admiración y ternura.
— Sabes, podrías tomarte un descanso —dije suavemente, con la intención de no interrumpir demasiado su flujo y obra maestra.
Jinx no levantó la vista, pero su sonrisa torcida se hizo evidente — ¿Descanso? ¿Qué es eso? ¿Se come?
Solté una risa breve, me levante de la esquina en la que estaba y me acerqué a ella. Me detuvo detrás de Jinx y pasé sus manos con cuidado por las trenzas de su cabello, apartándolas de su rostro.
— Estoy hablando en serio, Jinx. Has estado aquí por horas. Sevika puede esperar un poco más. Ya parece que te agrada la "ogro".
— Oh, claro, porque Sevika es conocida por su infinita paciencia, ¿verdad? —respondió Jinx con sarcasmo, aunque había un deje de humor en su tono —. No tiene brazo y está desesperada por uno, al menos le haré el favor y me deberá una muy grande.
Me atreví a inclinarme para mirar más de cerca lo que estaba haciendo. El diseño del brazo era caótico y detallado, con un toque inconfundiblemente "Jinx". Había luces en miniatura incrustadas en los paneles, un sistema de cableado expuesto que parecía tan funcional como estético, y un compartimento secreto que sospechaba tenía algún tipo de explosivo.
— ¿Eso es... un lanzagranadas? —pregunté, señalando una de las secciones inferiores del brazo.
— No exactamente... bueno, tal vez un poco —respondió Jinx con una risita, finalmente deteniéndose para mirarla—. Vamos, Hazel, ¿qué sería de un brazo sin un toque de pum?
Sacudí la cabeza, pero no pude evitar sonreír. Sabía que intentar hacer que Jinx cambiara de idea era inútil. En su caos, había una lógica que solo yo entendía.
— Solo espero que esta cosa no acabe con el otro brazo de Sevika. Aunque, pensándolo bien, quizás sería divertido verla enfadada contigo otra vez.
Jinx dejó el destornillador y giró en su sitio aún sentada para mirarme directamente, sus ojos morados brillando con una mezcla de travesura y cariño — ¿Sabes qué? Creo que me gusta más cuando te ríes conmigo, no de mí.
La miré arqueado una ceja, inclinándome hacia Jinx con una sonrisa juguetona — ¿Ah, sí? ¿Y qué vas a hacer al respecto?
En un movimiento rápido y torpe, Jinx envolvió sus brazos alrededor de mi cintura y me jaló hacia ella, casi haciéndome perder el equilibrio. Nos rieron mientras Jinx enterraba su rostro en mi cuello.
— Lo que sea necesario para que nunca te aburras de mí —murmuró Jinx, su tono más suave, casi vulnerable.
Acaricie su cabello con ternura, dejando un beso en su frente — Nunca podría aburrirme de ti, Jinx. Aunque a veces me preocupo por lo que se te ocurre.
Jinx alzó la vista, su sonrisa traviesa reapareciendo — Eso es parte del encanto, ¿no?
Asentí y me incline para besarla suavemente. Dejándonos solo a las dos en ese pequeño rincón de paz que habían encontrado juntas.
— Bueno, ya que estoy aquí, ¿quieres que te ayude con algo? —pregunté, volviendo a incorporarme.
Jinx me miró con una expresión pensativa, con el rostro sonrojado, pero luego me tendió una llave inglesa — Solo si prometes no arruinar mi obra maestra.
— Prometo intentar no sabotearla... mucho — respondí coon una sonrisa antes de unirme a su obra maestra laboral.
Luego de unos minutos habíamos terminado, Jinx le dio su típico toque "Jinx" al brazo con pinturas de rosado y azul, lo envolvió en una bolsa y puso un listón para regalos. Se levantó del suelo y sacudió sus manos mientras miraba su obra maestra con orgullo.
Aún que ese orgullo duró por unos segundos cuando ella me escuchó toser — ¿Qué mierda...? — las raras comenzaron a entrar en el lugar mientras yo sostenía mi garganta y veía a Jinx intentar respirar.
Con la fuera que tenía, agarre a Jinx de la mano y ma oblique a subirse a unas vigas, saque el chip de mi máscara mientras la veía asfixiada. Ella al ver mis intenciones negó y señaló mi rostro. Pero simplemente coloqué mi palma en su rostro y mi máscara se activó cubriéndole muy poco de la nariz.
— No hables — murmuré mientras ponía un dedo en mi boca y veía a unas personas entrar. Piltillos —. Si antes el aire era tóxico... ahora lo es más...
Los guardas entraron mientras lo que parecía ser su líder, cual traía unos guantes extremadamente enormes, señalaba lugares. Al inmediato la reconocí. Al igual que aquella chica que tenía un rifle entre sus manos.
Violet.
Y por supuesto que Caitlyn.
Jinx abrazaba el brazo con fuerzas y miraba con rabia a Violet, gruñía pero sostuve su hombre y le recordé el no abrir la boca al menos que quiera asfixiarse a morir. Violet se acercó hasta la máquina de pelea con cuidado, mientras veía algunas piezas en el suelo y los lentes que Jinx usaba algunas veces para hacer sus experimentos.
De momento sentí una punzada, Jinx había sacado su arma y parecía tener una batalla contra ella misma y aquella arma. Se mordió los labios con fuerza mientras una lágrima se resbalaba por su mejilla.
Pero su lagrima cayó en los lentes que sostenía Violet, rápidamente agarre a Jinx y la escondí detrás de mi, donde una pared nos cubría a ambas. A pesar de mi máscara cubriéndola, su respiración era errática, se limpió las lágrimas, mientras que le señalaba el suelo. Ambas decidimos bajar, de un salto Jinx se escondió en otra pared mientras yo la seguía de cerca con un mareo.
Comencé a toser, agarrando mi garganta para amortiguar el ruido, podía sentir mis ojos secos y como mis defensas bajaban a pesar de que yo fuera un demonio. Jinx lo noto, se apresuró hasta llegar a la parte trasera de unos juegos y lo activó. Ambas corrimos con prisa, yo cojeando y tosiendo. De momento escuché un disparo y casi suelto un grito.
Salimos por la puerta trasera, yo me caí de rodillas mientras tosía con más fuerza y escuchaba a Jinx respirar agitadamente. Me levanté y quité la máscara de su rostro y la coloqué en la mía.
— Vamos — le dije mientras tomaba de su brazo y la hacía correr con rapidez.

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Survivor || Jinx Arcane
FanfictionHazel era parte de un club de demonios, como aún en el distrito suburbano les llamaba. Se encargaban de eliminar a cualquier persona que arriba que intentara bajar, o incluso. algun idiota que se pasara de listo. Portada by: @EditorialSalem @swftv