07. there ain't no heroes here.

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capítulo siete
'no hay ni un héroe aquí'




















Negan Smith siempre se creyó superior.

          Desde pequeño, viendo como su padre hacía menos a su hermana por el simple hecho de ser mujer, él supo que era mejor que ella. O bueno, eso creía.

           Al momento en el que ambos se convirtieron en adultos, sus caminos fueron tan distintos como iguales. Negan encontró a una hermosa mujer, cuyo nombre era Lucille. Ella le puso los pies en la tierra, haciéndole saber que él y su hermana eran iguales y que no dejara que la mente retorcida de su padre los separara. Así que después de no haberse hablado por años, Negan toca la puerta de la supuesta casa de su hermana para ser recibido por un hombre. Era alto, su cabello era café, tenía barba, apenas estaba asomándose en su rostro pero igual era barba, sus ojos eran café como si estuvieras viendo el tronco de un árbol y tenía a una pequeña bebé en sus brazos. El Smith asumió que era niña debido a que estaba vestida de rosa y otros colores pasteles. Estaba a nada de disculparse creyendo que estaba en el lugar equivocado hasta que una voz lo hizo cambiar de opinión.

— Amor... — su voz era casi idéntica a cuando eran niños, no había cambiado ni un poco. — ¿Quién es?

            Negan sintió que su corazón estaba a nada de salir por su pecho. Era ella. Era su hermana. Era Kennedy. Ella igual paró en seco al ver quién estaba en su puerta. Su esposo habló; — No lo sé, parece que es mudo. — bromeó con su típica sonrisa, la cual se desvaneció al ver que su mujer estaba más blanca de lo normal. — ¿Kenny...?

           Kenny.

           Sólo eso pasaba por la mente de Negan. Como era posible que alguien más que no fuera él la llamara 'Kenny', el apodo que él había creado para ella desde niños. Pero recordando las palabras de su esposa decidió respirar hondo y relajarse para por fin poder hablar. — Ha pasado tiempo, kenny.

Eso fue hace años, años antes de que los hermanos Smith se fueran a la mierda.

Kennedy sonreía con dolor al recordar aquel momento, la memoria de su esposo e hija era lo que la mantenía con vida. Pero al mismo tiempo la destrozaba, la destrozaba el hecho de que unos simples recuerdos en su mente eran lo único que tenía de aquellas personas que tanto amó.

            La puerta se abrió bruscamente sacándola de sus pensamientos, el lugar estaba tan oscuro que la luz que entraba por la puerta la cegó. No podía ver, simplemente sintió como dos brazos la sujetaban fuertemente levantándola del suelo y sacándola de aquel lugar. La mujer caminada con dificultad. Después de estar tirada por días sin haber comido y sin siquiera haber tomado agua, sus piernas se encontraban débiles. La mujer apretaba sus ojos intentando cobrar la vista de nuevo, pero era en vano, la luz la golpeaba fuertemente.

            Escuchó como otra puerta se abría y sintió como la arrojaron bruscamente al suelo. Kennedy no se quejó, no lloró, no gritó, no hizo ruido. Ella sabía que lo merecía. Merecía todo tipo de sufrimiento por haberse permitido perder a su hija, ella debió de haberla cuidado mejor. Si ella hubiera estado ahí, tal vez Alice nunca hubiera muerto, tal vez hubiera sido Kennedy quien hubiese muerto. Pero el hubiera no existe, la mujer lo sabe perfectamente. También sabía que merecía todo tipo de sufrimiento por todas las atrocidades que había cometido, había matado a aquel pelirrojo de una manera horrible. Vió como su hermano mataba a un hombre frente a la esposa de este y no hizo absolutamente nada para detenerlo. Amenazó a un padre con arrebatarle a su hijo, ¿como era posible eso?

           Kennedy se estaba convirtiendo en aquello que ella juró destruir. Así que ella estaba de acuerdo con que su hermano la torturara de esa manera. Estaba de acuerdo con no comer por días, estaba de acuerdo con ser golpeada hasta sangrar, es lo mínimo que debería de sufrir. Ella estaba de a cuerdo con todo eso. Con lo que no estaba de acuerdo era que estaban haciéndole lo mismo a aquel hombre de la ballesta, quien se encontraba al lado de ella mirándola con un odio inexplicable.

            Kennedy sabía muy bien porque su hermano la había mandado a la celda de Daryl Dixon. Aquel hombre se abalanzó contra ella, golpeándola repetidamente en su estómago, en su rostro, en todo su cuerpo. La mujer no se movió, no se defendió, no se alejó. Mierda, ni siquiera emitía un solo gemido de dolor. En su rostro se veía que le dolía, pero aún así ella no hizo nada para detenerlo, porque a Kennedy le dolía más el hecho de que no volverá a ver a su hija.

            Daryl se detuvo al notar que la mujer no hacía nada por defenderse. Se alejó de ella mientras que su respiración agitada era lo único que se escuchaba. La mujer se sentó y se recargó en la pared, ambos estaban viéndose fijamente. Dixon observó detalladamente el estado de la mujer, esta se veía peor que el, solo que ella si traía la ropa con la que la vio por última vez, en cambio Daryl estaba usando un suéter con olor a vómito que Negan le había obligado a usar.

            El Dixon frunció el ceño, pareció entrar en razón. El acababa de golpear a la mujer que podía matarlo en menos de un minuto con tan solo llamar a sus hombres, ¿que mierda hacia ella ahí con el?

            Y ahí es cuando algo en su cerebro hizo un pequeño 'click', ahí es cuando, después de ver cómo la mujer estaba cubierta de sangre, llena de mugre, con moretones por todo su rostro, más blanca de lo normal y con su cabello enredado, se dio cuenta que ella sufría lo mismo que él. Negan la había torturado igual o peor que como lo hizo con el, pero, ¿por qué? Se supone que eran hermanos, los hermanos no se hacían eso. Mierda, ni siquiera Merle lo trataba así. Una voz lo sacó de sus pensamientos.

— Perdóname... — la mujer habló tan débilmente que fue casi un susurro, pero aún así él la escuchó. Los ojos del hombre se llenaron de lágrimas. — Es mi culpa, es todo mi culpa... — la voz de la mujer se rompía cada vez más. — Perdóname.

            Daryl no aguantaba más, quería llorar, quería gritar y arrancarse su cabello. Pero no quería verse débil ante la mujer que fue quien también lo encerró ahí. — ¿Por qué? — la mujer frunció el ceño ante la pregunta del hombre. — ¿Por qué lo hiciste?

           Kennedy se preguntó a sí misma si en verdad se lo preguntaba en serio. ¿Acaso no recordaban que habían matado a su pequeña? Y ahí es cuando la golpeó, la realidad la golpeó. Tal vez ellos en verdad no tenían ni idea de lo que habían hecho. Y eso, eso la hizo enojar más. Esa gente había matado a su hija y ni siquiera lo sabían, ni siquiera lo recordaban cuando eso era lo único en lo que ella pensaba. — Creo que... — la mujer se acomodó soltando un quejido de dolor, estaba segura que Negan le había roto las costillas después de todos esos golpes. — Creo que es momento de que te explique unas cosas.

             Esa noche, en ese cuarto, fue donde y cuando Daryl Dixon se dio cuenta que ellos eran igual de culpables que Kennedy Smith.





































AUTHOR's NOTE!!!

HOLIIIII, volví gente. a que no se lo esperaban. ya se we, ya se que a cada rato me voy pero lo importante es que vuelvo si o no gente.

y bueno, que les pareció este capítulo???

daryl ya se dio cuenta que la kenny siempre tuvo sus razones...

nos vemos en el siguiente capítulo!!! los quiero y muchas gracias por leer.

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⏰ Last updated: Apr 18 ⏰

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Someone To Stay, Rick GrimesWhere stories live. Discover now