Cuando el cielo se caiga. {parte 2}

10.8K 1.1K 4.1K
                                    

"...¿Puedo abrazarte mientras te quedas dormido, cuando el mundo se esté terminando y no puedas respirar? ¿Puedo quererte? ¿Puedo ser tu escudo?..."


*

-¡Pero no te conozco! ¿¡Cómo se que no estás llevándome a adentrarme en una trata de personas!?

Louis rodó los ojos por incontable vez en el día, y continuó corriendo bajo el abrasador sol, sosteniendo firmemente la muñeca del chico protestante.

-¿¡Cómo mierdas voy a estar llevándote a una trata de personas si sólo tenemos dos jodidos días de vida!?

Bramó en contestación, y Harry inmediatamente cierra la boca pensando que ese era un buen punto. Louis viró a observarlo y le sonríe socarronamente.


-¿Qué sucede? ¿El chico listo con respuesta a todo ha quedado sin habla? ¿No saldrás con que podrían disfrutar bastante follándote dos días? Veo tanta gente por aquí anhelando poseer tu escuálido cuerpo.-

-¡Ya!- Chilló el menor con la vergüenza convirtiendo rojo a su rostro, y Louis ríe de su aniñada reacción.


Al momento en que arribaron al departamento del castaño ambos lucían como si se hubiesen sumergido en el océano. Escurrían tanto sudor que Louis no quería siquiera mirarse porque se vomitaría encima. Volvió a maldecir al verano sofocante de ese año una vez más. ¿Por qué de una buena vez no llovía fuego y ya todos morían quemados? Sería menos asqueroso, pensó, y ríe de sus propios alocados pensamientos.

Lo primero que hizo al poner un pie en su living fue deshacerse de su ropa transpirada y arrojarla al suelo.


-¡No hagas eso! ¡T-tienes un menor de edad aquí, por si no te habías dado cuenta!-

Exclamó el rizado con exaltación, ni bien sus ojos captaron el cuerpo desnudo de Louis por detrás. Instintivamente, se cubrió los ojos con sus manos. Un hombre desnudo no era algo que le apeteciese ver. Al menos no en esos momentos.

-Oh no seas escandaloso, somos los dos hombres, no tengo nada en mi cuerpo que tú no tengas en el tuyo. A menos de que seas una especie de mutante y tengas tres tentáculos allí abajo. -

-¡Ponte algo!-

Vuelve a chillar el menor, aún tapando con firmeza sus ojos, y Louis volvió a virar sus orbes celestes.

-Bien, de acuerdo, dramático...ya estoy tapado, puedes descubrir tus ojos.-

Harry lentamente desliza las manos de su cara, sólo para volver a cubrir sus ojos inmediatamente cuando vio a Louis aún desnudo con las manos en su cintura, con una expresión traviesa, y moviendo sus caderas en círculos para dar movimientos de remolino a su flácido pene.


-¡¡¡LOUIS!!!.-

Gritó abochornado el rizado, y el mencionado se carcajeó satisfecho mientras hacía su camino al cuarto de baño.

-Ya, ya...pareces una joven virgen que ve una polla por primera vez. Iré a bañarme, si quieres puedes tomar algo de mi ropa para hacerlo tú también luego.-

La voz del castaño se perdió dentro del sanitario, y Harry volvió a descubrir sus ojos con lentitud, para corroborar que ésta vez el ojiazul se había retirado, y no le estaba jugando bromas pesadas. Notoriamente, Louis se había ido a bañar. Entonces el rizado quedó sólo en el living del departamento, permitiéndose pasear su mirada por toda la decoración que lo envolvía. Era exquisita. Louis tenía muy buen gusto. Había un balcón, el cual se hacía notar a través de una puerta corrediza de cristal. Harry caminó hacía ésta y la abrió para dejar entrar un poco de brisa, y también para poder salir a apreciar la vista. El balcón era pequeño pero poseedor de un ameno paisaje. Había un mini tendedero con algunas prendas del castaño colgando de él. Había una pelota de fútbol, una escoba y una pala de plástico, y un girasol magistral en una maceta de botellas recicladas. Harry esbozó una sonrisa a sí mismo al recordar cómo Louis lo había mencionado con anterioridad.

Cuando el cielo se caiga. [One shot] l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora