No perdere contra ti

40 4 0
                                    

En el centro de la guarida de Ojo de la Noche Blanca, Asta y Kai se posicionaban frente a Klaus, Hamon, y Yuno, todos poseídos por el poder de los elfos. Mimosa, debilitada, debido a que esta encrucijada.

Asta/Kai: ¡YUNO!

Klaus (elfo): Es inútil. No importa cuánto griten, el humano que conocieron ya no existe. Este cuerpo ahora pertenece a uno de nosotros.

Kai: ¡YUNO, MALDITA SEA, REACCIONA DE UNA VEZ!

Hamon (elfo): Silencio, mortales. Su resistencia no cambiará nada.

De repente, Klaus y Hamon elfos comenzaron a acumular grandes cantidades de magia. Los picos de cristal de Hamon se alzaron en el aire, mientras Klaus preparaba un ataque de taladros de hierro que giraban con una potencia devastadora.

Klaus (elfo): Es hora de acabar con su necedad.

Ambos lanzaron sus ataques simultáneamente, dirigiéndose hacia el grupo con una fuerza letal.

Kai: ¡No lo permitiré!

Con un movimiento rápido, Kai levantó su brazo derecho, acumulando una mezcla de su magia de fuego nocturno y una densa energía oscura.

Kai: Magia de fuego nocturno: Espejo oscuro en llamas!

La energía se manifestó en forma de una pared de fuego negro que se alzó frente a ellos, bloqueando el impacto de los taladros de hierro. El choque generó una onda expansiva que sacudió la habitación, mientras que Asta, con sus espadas en mano, corría hacia los picos de cristal, destruyéndolos con cortes precisos.

Asta: ¡Basta, Klaus! ¡Todos somos caballeros mágicos! ¡Esto no tiene sentido!

Los ataques cesaron momentáneamente, pero Klaus elfo respondió con frialdad.

Klaus (elfo): Caballeros mágicos... Esa falsa hermandad es lo que permitió que su gente destruyera a los elfos. La traición de su especie nos condenó. ¡No somos iguales!

Kai (mirando a Yuno): ¡Yuno, no me hagas esto! ¡Sé que estás ahí! ¡Siempre has sido el más orgulloso de todos nosotros! ¡No dejarías que te controlaran de esta manera!

Yuno elfo permanecía inmóvil, su mirada perdida mientras su grimorio flotaba a su alrededor. Sin embargo, por un breve instante, una chispa de duda pareció cruzar por sus ojos.

Mimosa: Asta... Kai... creo que Yuno está luchando por dentro. Podemos ayudarlo, pero debemos encontrar la manera de romper el control de los elfos.

Asta: ¡Lo lograremos! ¡No importa cuántas veces caigamos, seguiremos intentándolo!

Klaus: Enserió cree que podrá vencernos.

Kai: No estamos aquí para vencerlos. Estamos aquí para traerlos de vuelta.

Asta: ¡Y lo haremos, cueste lo que cueste!

El enfrentamiento estaba lejos de terminar, pero en ese momento, una pequeña esperanza comenzaba a brillar en el corazón de sus palabras.

Kai: ( Su ki tanta negatividad)- pensó a sentir el ki frente a ellos tenía en su ser un profundo odio

Klaus (elfo): ¡NUESTRO ODIO ES MÁS FUERTE QUE LOS VÍNCULOS QUE LOS UNEN!

Con un movimiento feroz, Klaus elfo lanzó cuatro taladros de hierro con una fuerza devastadora. Asta, firme y determinado, tomó ambas espadas con fuerza y avanzó hacia dos de ellos, cortándolos con precisión y desatando una onda de energía que los desintegró al instante.

Asta: ¡No importa cuánto nos odien, no dejaremos que ganen!

Los otros dos taladros se dirigieron hacia Kai, quien cerró los ojos un instante, concentrando su poder mágico mientras activaba su Mana Zone.

El joven de las llamas nocturnas Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang