Capitulo 28

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Narra ____.

El nudo en mi garganta me estaba matando. Sentí que me estaba asfixiando. No había nadie a mi alrededor, Ni Harry, ni mi padre, ni esa mujer. Estaba en el pasado. Mi cabeza viajó a esos tiempos donde lo único que hacía era llorar hasta quedarme dormida. De vuelta a eses meses deprimentes, donde yo necesitaba a alguien. Donde mi padre me hacía tanta falta, donde lo necesitaba.

Él se fue. Él hizo una vida nueva, sin mí, sin Harry. Sin nosotros. Lo único que podía sentir por él, era asco. Me sentía traicionada. Las lagrimas querían salir, pero no, no le iba a mostrar lo débil que era.

-Ten cuidado.- Le dije a la mujer, ella me miro confundida.

- ¿De qué, exactamente?

-Puedes morir y ser reemplazada después. Así suele ser mi padre.- Dije fría. Ella abrió la boca y Harry se puso tenso.

-____, ¿Pero qué dices?- Dijo mi padre.

-La verdad.- Dije sonriéndole. Sonrisas hipócritas, sólo solía usarlas con Solange.

-Cálmate, Pink...- Dijo Harry.

-¡No, Harry! ¡No me voy a calmar! Mientras yo necesitaba a mi padre, él estaba entre las sabanas con la primera zorra que se le pasó por enfrente.- La mano de mi padre había hecho contacto con mi mejilla.

Él me abofeteó. Las lagrimas que había evitado dejar salir, hicieron presencia.

Me sentía atrapada. Es como si gritara para que alguien me salve y nadie pueda escuchar nada. Y sigo gritando y gritando hasta que ya no pueda más.

Sentía un extraño vacío. Como cuando nadas, nadas y nadas y quieres sostenerte en algo sólido, pero el agua es mucho más profunda y no hay nada allí. Y lo sé. Hay cosas que son mejor no decirlas. Y esas cosas son las primeras que salen de mi boca.

-Felicitaciones, Gracias por arruinar esta familia.- Le dije a la mujer de la cual no quiero saber su nombre. Ni absolutamente nada de ella.

Me quité las manos de Harry de encima, sequé mis lagrimas y subí a mi habitación.

Cerré la puerta de un portazo y me dejé caer sobre esta. Ojalá las lagrimas ahogaran.

La cara de mi padre no salia de mi cabeza. Es como si yo fuera una maldita intrusa, como si no significara nada para él. ¿Qué estoy diciendo? ¡No significo nada para él!

Me recosté en mi cama y me escondí debajo de las sabanas. Pretendiendo que nada había pasado. Tratando de sacar de mi cabeza todo lo que acababa de pasar. Cómo si estuviera funcionando.

Tocaron mi puerta. No estoy de humor para hablar con nadie. Con solo imaginar que el que tocaba mi puerta, era mi padre o la estúpida de su esposa, cogí el reloj y lo lance contra está.

-¡No quiero ver a nadie! ¡Lárgate!- Grité. Habían abierto la puerta. Sabía que era Harry, él tenía una copia de la llave de mi habitación. "Por si una emergencia." Siempre lo dice.

-Vete, por favor.- Susurre, pero él apartó las sabanas y se recostó a mi lado abrazándome. Me dio un beso en la frente.

-Perdón por mentirte acerca de que estaba con Niall. No sabía que vendrías yo...- Las palabras "Mentir" y "Niall" en una misma oración y saliendo de su boca, hicieron que me estremeciera. Ahora me sentía mucho peor. Que maldita sorpresa.

-No te preocupes, es mi culpa.- Él secó mis lagrimas.

-Sabes que siempre me tendrás a mi, ¿Verdad?

-Sí, lo sé.- Dije abrazándolo más fuerte.

-¿Ya se fueron?- Pregunté. No podía soportar la idea de estar en el mismo lugar con ellos.

Eres mia Pequeña. |Niall Horan y tu| Adaptada.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt