[19] Hospital Parte 2

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Mack's P.O.V.

Me desperté con un gran dolor de cabeza. Lo primero que vi fue blanco y una luz cegadora. ¿Dónde estaba?

Poco a poco los recuerdos iban llegando a mi mente; Alice, la chica que sacamos del fuego, mucho humo... Y ¿Derek?

-Oh, ya has despertado- una voz me sacó de mis pensamientos, venía de una enfermera, de unos veintidos o veintitres años, que se encontraba entre la cama y la puerta.

-Mmm, sí. ¿Cuanto rato llevaba inconsciente?- le pregunté.

-Unas nueve horas, iré a avisar a tus familiares para que puedan pasar a verte- respondió ella, ya dirigiéndose la puerta.

-Una última cosa...-le dije, ella se giró a verme- ¿Cuando me podré ir a casa?

-Lo más seguro es que esta tarde ya puedas irte, no te ha pasado nada grave gracias a que tu novio te sacó del edificio antes de que más humo pudiera entrar a tus pulmones- dijo tranquilamente.

-Él no es mi novio- respondí, sabiendo que se refería a Derek...

-Oh, vaya, lo siento... Creí que él era tu novio, ya que fue el que te sacó de allí y...

-No importa- la corté, con un tono de voz más alto de que habría querido- Em... Esto... Ya-ya puedes ir a avisar a mis familiares y todo eso...

-Sí, de acuerdo- y salió de la habitación, cerrando la puerta a su espalda.

Estuve unos minutos mirando la habitación, hasta que el ruido de alguien corriendo por el pasillo del hospital.

Segundos más tarde, Josh entró rápidamente a la habitación, agitado por correr.

-Mack- dijo mirándome con los ojos muy abiertos- Oh dios Mack, estás bien. Madre mía, estaba tan asustado- habló muy rápido antes de acercarse a la cama.

Puso su mano en mi nuca, y fue acercando su cabeza a la mía, lentamente, mientras se pasaba la lengua por su labio superior y miraba los míos.

Entonces me besó.

Todavía no me acostumbraba a la sensación de sus labios sobre los míos y de las mariposas en el estómago...

∆∆∆∆

Esa mañana después de que Josh se fuera de mi habitación, vino Derek, hablé con él por un largo rato y me contó sobre la muerte de su madre. Más tarde se fueron a por comida y volvieron al hospital para comer conmigo en mi habitación.

A Alice nunca le dirigí ni una mirada ni nada. No creía que tuviera razones suficientemente buenas como para justificar lo que me hizo estas últimas semanas.

Luego de haber estado todos juntos hablando se fueron llendo poco a poco a casa menos mi hermano.

Shane estaba conmigo en la habitación cuando un doctor entró.

-Señorita Mackenzie, ya está lista para irse a casa. Ya está todo en orden, pero descanse un día hasta rehacer su vida. No haga esfuerzo físico en ese periodo de tiempo.- dijo el doctor.

-Entendido, muchas gracias- respondí amablemente, y feliz por poder volver a casa, tenía la sensación de no haber estado allí en un largo tiempo.

El doctor asintió y salió de la habitación.

-Vamos Mack- dijo Shane una vez ya me había vestido. Porque sí, me habían vestido con una bata de hospital fea con la que se me veía el culo.

Yo simplemente asentí con la cabeza como respuesta y me dirigí a la salida de la habitación.

Odio entre clasesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora