Los muros del manicomio eran un eco constante de mis propios gritos silenciados. Catorce meses. Catorce meses de noches interminables, trece meses de tratamientos que me arrancaban la cordura a pedazos. Un mes de ausencia de Lauren.
Cada día era una repetición de torturas: baños helados que me calaban hasta los huesos, camisas de fuerza que me inmovilizaban hasta el entumecimiento, y las miradas vacías de los otros internos, almas perdidas en este laberinto de locura.
Mi mente era un torbellino de recuerdos fragmentados: la mirada de Lauren, el tacto de su piel, el eco de su voz al registrarme sus poemas. Pero esos recuerdos se desvanecen cada vez más, reemplazados por el dolor punzante de los electrochoques, la confusión que me nubla la razón.
Hoy el aire tenía un olor metálico, el presagio de la siguiente sesión. Las enfermeras, con su rostros impasibles, se acercaron a mi celda. Sus manos frías me agarraron de los brazos, arrastrándome por los pasillos sombríos. Mis pies descalzos resuenan en el suelo de piedra, un eco de mi propia desesperación.
El cuarto de electrochoques era una pesadilla interminable de cables y máquinas. Me ataron a la camilla, el frío metal contrastando contra mi caliente piel. Sentí el gel helado en mis sienes, el zumbido de la máquina preparándose para descargar su tormenta eléctrica. El dolor me atravesó, una ola de fuego arrasando con mi cuerpo, arrancando gritos de mi garganta...
POV Narrador
Los gritos de Camila eran escuchados por todos en el piso subterráneo del hospital. Con cada descarga, su cuerpo se retorcía sobre la camilla, sus ojos se tornaban blancos, sus manos y brazos se contraían con cada nueva descarga.
En el piso superior, correspondiente a la dirección del hospital, un hombre de no más de 70 años, acomodaba sus gafas mientras revisaba los últimos informes junto a la ventana de su oficina.
-Sr Mendes, Sra. Cabello... hemos notado una mejoría increíble en la señora Camila, sobre todo, en el último mes - dijo el hombre mientras se giraba a mirar a Sinu y Shawn, que se encontraban sentados al otro lado del escritorio- Los tratamientos han resultado efectivos, la señora Camila ya no muestra señales de las alucinaciones y los delirios que la trajeron a este lugar-
La señora Cabello con los ojos enrojecidos, se llevó las manos al pecho mientras daba un suspiro de alivio.Shawn, un poco más escéptico, se limitó a asentir con la cabeza.
-¿Está usted seguro Doctor Albrigth?- preguntó el joven con cautela- Camila... ella estaba muy mal-
-Absolutamente- respondió el doctor con firmeza mientras cerraba su bata blanca y se acomodaba en su silla- Los informes médicos son claros. Ella está lista para volver a su vida normal, sin embargo... lo más recomendable sería realizarle evaluaciones constantes, para seguir monitoreando su progreso -
La señora Cabello asintió emocionada, su amada hija al fin saldría de aquel lugar, internamente maldijo el nombre de Lauren y toda su familia. Shawn por su parte agradeció al doctor y se aferró a esa pequeña esperanza, quería de vuelta a la mujer que amaba.
CAMILA POV
FLASHBACK, UN MES ATRÁS:
La celda oscura era un reflejo claro de mi desesperación, de cómo se encontraba mi alma en ese momento. Mi cuerpo aún se encontraba con espasmos, mi mente estaba nublada. Ya no tenía idea de cuántas sesiones llevaba, había perdido la cuenta después de la veinteava. Podía sentir las lágrimas resbalar por mis mejillas, se mezclaban con el sudor frío, y en medio de mi sufrimiento, la sentí... Lauren.
La figura esbelta de Lauren emergió de las sombras. Sus ojos dorados resaltando en el medio de la oscuridad, ella caminó hacia mí, abriendo sus brazos y yo me lancé sin dudarlo, aferrándome a ella como si fuera mi salvavidas, encontrando en su helada frialdad, el calor que más necesitaba.

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Ante Mori (Camren)
FanfictionDicen que antes de morir recuerdas tu vida. Que es como si vieras una película donde eres el protagonista. Se suponé que debía recordar mi infancia, mis primeras fiestas de jardín, mi boda con Shawn, o el día que nuestro hijo nació. Se supone que de...