Sin título.

5.7K 209 6
                                    

Yo era una tarde de invierno, nostalgia y ceniza en la cama, los restos de un incendio provocado, las ruinas que quedan cuando un castillo es arrasado sin piedad. Un poema cansado, en forma de papel arrugado en la papelera de una oficina gris.
Tú eras un paseo por Gran Vía un día de septiembre, el abrazo de bienvenida en la terminal de un aereopuerto, la hora del recreo, la tarde del viernes, la vuelta a casa después del instituto. Un sábado por la noche. El polvo de reconciliación de todas esas discusiones, que en el fondo son excusas para encontrar nuevas formas de quererse.
Y entonces un día de primavera, te acercaste a mi con esa ternura que sólo tienen las personas que saben querer. Me lamíste la tristeza, y te avanlanzaste sobre mi espalda tiroteada. Cosiste con la paciencia de quien cree en lo que espera, las costuras rotas de mi corazón. Llenaste mi almohada de buenas noches, y mejores sueños.

Co(n)razonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora